Mano a mano con Mariano Werner, tricampeón de TC: “Nunca imaginé alcanzar a Mouras y Castellano”

El entrerriano igualó en títulos a los ídolos. De las “presencias” de su hermano fallecido a la ayuda de la Difunta Correa para alcanzar la gloria. El factor familiar

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El festejo de Werner y todo su equipo con la Copa de Oro que desde 2008 se le otorga al campeón del TC (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)
El festejo de Werner y todo su equipo con la Copa de Oro que desde 2008 se le otorga al campeón del TC (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)

Mariano Werner creció de golpe, ya que a los 19 años se tuvo que hacer cargo del equipo de Fórmula Renault que hasta ese momento estaba a cargo de su hermano mayor Gabriel, quien perdió la vida en un trágico accidente. Pero tuvo la templanza para superar aquel trauma y junto a su padre, José, y el resto de su familia sacó adelante la escudería. Luego se convirtió en uno de los mejores pilotos de la Argentina y ya lleva siete títulos nacionales, tres de ellos en el Turismo Carretera, donde volvió a consagrarse el domingo pasado y alcanzó la cantidad de coronas de Roberto José Mouras y Oscar Roberto Castellano.

Gabriel murió en un accidente en el Autódromo Oscar Cabalén de Alta Gracia, mientras trabajaba en una carrera de la Fórmula Renault Plus. Infló un neumático que se le estalló y el golpe de la llanta contra su cara le provocó la muerte… Mariano fue la última persona con la que habló por teléfono. El viernes de su accidente lo llamó a Mariano a las 14:02, y le repitió: “Si podés ganar, bien; si no, llegá hasta donde puedas”. Le deseó un buen cierre de temporada y a las 14:15 falleció. Tenía solo 28 años.

Nacido el 31 de diciembre de 1988, Mariano es el mejor de una familia que respira automovilismo. Desde su padre, José, que siempre acompañó a sus hijos, hasta sus hermanas que le dieron una mano y también se hicieron cargo de su equipo en la Fórmula Renault. Esto ayudó para que Mariano hiciera su camino en los autos con techo. Se ganó un lugar en el TC y en su primer año (2009) obtuvo su primer triunfo. Fue una gran alegría delante de los suyos en Paraná.

En el camino a la gloria estuvieron aquellos consejos de Gabriel que le permitieron mantener la paciencia y saber perder como pasó en la Copa de Oro del TC (mini torneo final de cinco fechas) en 2010, cuando fue el corredor que más puntos sumó, pero al no tener el triunfo obligatorio no pudo consagrarse y el campeonato fue para Agustín Canapino. En la definición de 2016 tuvo un exceso en el fragor de la lucha y un toque a Matías Rossi le valió una suspensión de seis meses.

Aunque con el correr de estos años tuvo un cambio que lo marcó y fue su propia familia. Su mujer Micaela y sus hijos Salvador y Rafael son pilares claves que ayudaron a fortalecerlo en lo deportivo. Luego de aquel bicampeonato en la Fórmula Renault en 2006 y 2007, el primer cetro en autos con techo llegó en 2017 en la Clase 3 de Turismo Nacional. En charla con Infobae analizó su nueva coronación y habló de todo.

Mariano Werner celebrando con los hinchas de Ford en el Autódromo de Buenos Aires (@Campeonesnet)

-¿Por qué sos tricampeón?

-Cada año es un poco más difícil por los rivales y por los equipos. Si bien llegué con 40 puntos de ventaja, tuve la presión y pueden pasar un montón de cosas. Pero conté con un gran equipo siempre, como el Fadel Memo Corse Racing. Con los mecánicos que son de primera, los motores de Rody Agut. Todo un grupo de trabajo que hace las cosas por mí. Como Marcelo Occhionero, por la ayuda que me da en un momento crítico del país. Gracias a todos ellos pude conseguir un nuevo campeonato.

-¿Cómo se hace para correr en esta época de crisis?

-Lo difícil es saber qué va a pasar mañana o de acá a tantos meses. Nos hemos organizado bien y tengo una relación especial con mis sponsors con los que hablo día a día y son como unos padres para mí. A veces, cuando hay aumentos, hasta ellos mismos me llaman y por eso no tengo más que palabras de agradecimientos. Muchas veces no sucede eso. Mismo la dificultad que viven todos con la incertidumbre que hay. No me puedo quejar, ya que en estos años pude lograr

-¿Cómo fue tener que manejar un equipo desde muy chico?

-Me ayudó siempre Gabriel, fui su mayor admirador por lo que era como profesional, como mecánico y a su vez era líder y eso para mí no es mandar, sino estar en todos los detalles. No es fácil, me fue mal un montón de veces, pero volví a insistir y mucho tiene que ver la gente con la que te rodeás, los mecánicos, los sponsors, la gente que está detrás de uno dando un consejo.

Mariano y Gabriel Werner (Facebook Florencia Werner)
Mariano y Gabriel Werner (Facebook Florencia Werner)

-¿Cuándo lo sentís presente a Gabriel?

-Siempre está porque es una persona que me enseñó e inculcó la pasión por el deporte. Hay cosas diarias que me hacen ver su presencia. El entrenamiento, saber estar al lado de cada uno de los que laburan en el equipo, los mecánicos, el encargado de auto, el motorista, a todos hay que hacer partícipes de esto. Desde tomar mate en un taller a esta pendiente de todo. Hoy lo puedo ver con mis hijos cuando me preguntan “¿papá, lo llamaste a Rody?”. Entonces me pregunto, “¿estoy loco? ¿o son cosas reales?”. Porque son las cosas que yo escuchaba de Gabriel.

-¿Qué anécdota recordás junto a él?

-Tomando mate en el taller. De estar en los pequeños detalles. Me acuerdo en el primer campeonato de la Fórmula Renault, cuando me faltaban algunos puntos, fuimos a la carrera y tenía tantos nervios y ansiedad que recuerdo ese abrazo y me dijo “vos sabés bien que Dios ya sabe quién va a ser el campeón y cuándo va a ser. Corré, disfrutá”. Eso lo recuerdo como si fuera hoy, se los transmito a los chicos porque es real. Hay cosas que uno puede correr y es tanto el nerviosismo que no puede disfrutar estar arriba del auto como la pasión que es.

-¿En cuánto te ayudó la vida familiar para conseguir la gloria en el TC?

-Mucho, porque si bien las decisiones de vida las respeto todas, un hijo te cambia totalmente la vida, la cabeza. Siempre cuando llego a casa después de una carrera a las tres, cuatro o seis de la mañana, vuelvo lo más rápido posible para poder compartir tiempo con ellos. Pero mi familia me dio todo y sabe que esto es como cualquier trabajo, con sus cosas buenas y malas, uno se tiene que esforzar el doble. Mucho tiene que ver mi señora con el acompañamiento.

El momento en el que Mariano cruzó la meta en el Circuito El Villicum (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)
El momento en el que Mariano cruzó la meta en el Circuito El Villicum (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)

Aparte de las “presencias” de Gabriel, gracias a su fe se hizo devoto de la Difunta Correa en plena pandemia de COVID-19. Fue en una semana en que unió las definiciones de los campeonatos del TC y el TN en el Circuito El Villicum en San Juan. Si bien hubo un mérito deportivo, créase o no, desde que es fiel a esa virgen logró el tricampeonato de TC y en cada visita al escenario cuyano se acerca a su santuario.

-¿Siempre fuiste muy creyente?

-Siempre fui creyente. Por las carreras se me complica para ir los domingos En 2020, si bien conocía a la Difunta Correa, cuando nos quedamos las dos semanas en el Circuito El Villicum por la pandemia, me preguntaron si conocía la historia de la Difunta, y me dijeron “pedile que la Difunta te va a ayudar”. A partir de ahí es como que sentí algo increíble en ese lugar y me pasaron estas cosas, haber ganado tres campeonatos y haber peleado el otro, todo en San Juan.

-¿La Difunta te ayudó a ser campeón de TC?

-Sí, parece mentira, pero aparte cuando ve la historia, ve a tanta gente en el lugar. También los mismos chicos del equipo lo tomaron como parte y son cosas que ayudan y que hacen bien.

Recibido por la hinchada de Ford (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)
Recibido por la hinchada de Ford (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)

Desde 2019 tomó decisiones acertadas que le valieron los títulos en el TC y este año también tuvo una semana soñada pues el domingo anterior logró la corona de la TC Pick Up, la categoría de camionetas de la Asociación Corredores Turismo Carretera (ACTC). “Fue increíble, un sueño. La última semana la pondría en un cuadrito”, resume ya que siete días más tarde obtuvo el nuevo titulo en el TC, donde en las últimas cinco temporadas siempre estuvo en el podio: tercero en 2019, segundo en 2022 y campeón en 2020, 2021 y 2023.

Sus rendimientos globales en los últimos años son comparables con las épocas dominadas por Juan María Traverso entre 1995 y 1999 (4 títulos y un 3° puesto), Guillermo Ortelli de 2000 a 2003 (3 campeonatos y un 3° lugar) y Agustín Canapino de 2017 a 2019 (3 coronas).

Este año pudo plasmar otro cetro gracias al rendimiento del Ford atendido por el equipo de Fadel Memo Corse Racing y los motores de Rody Agut. Primero se adjudicó la Etapa Regular, que son las diez fechas iniciales, y se impuso en dos carreras, en Viedma y Posadas. En la Copa de Oro triunfó en Rafaela y fue una victoria clave a dos fechas del final ya que también lideró el mini torneo final. Con su tricampeonato alcanzó a dos ídolos históricos como Oscar Roberto Castellano y Roberto José Mouras.

Mariano, en sus 15 temporadas en el TC, disputó un total de 235 carreras y obtuvo 24 victorias, 56 podios, 28 poles positions, 60 series y 28 récords de vuelta.

Mariano junto a sus hijos, Salvador y Rafael (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)
Mariano junto a sus hijos, Salvador y Rafael (Germán Alt / Guillermo Cejas / Prensa ACTC)

-¿Tras ganar en Rafaela te sentiste campeón?

-Fue un antes y un después porque Santero nos descontó muchos puntos en San Luis y en San Nicolás. A nosotros nos fue bien y no así a nuestros rivales.

-En las últimas cinco temporadas no te bajaste de los tres primeros. ¿Cómo fue posible?

-Esto lo hace el conjunto. Siempre fui crítico y observador de cuando ganaba Canapino con su equipo, de elogiarlo, de admirarlo. Pasa todo por ahí, en el entendimiento con la gente y de lo que uno tiene alrededor.

-¿Qué sentís estar a la altura de Mouras y Castellano?

-La realidad es que nunca lo imaginé. Soñé siempre con ganar una carrera de TC, luego un campeonato, que me fue esquivo mucho tiempo, y haber conseguido estos tres... La verdad es que uno recién cae y piensa a la altura en la que estoy hoy en día. Tampoco me detengo, disfruto mucho del momento y quiero disfrutar, festejar, volverme a mi Paraná, comer un asado, charlar nuevamente con los sponsors. Espero poder tener mi momento de tranquilidad y soledad sentado en el río.

-Además, sos el primer tricampeón con Ford desde el Flaco Traverso...

-Qué increíble. Admiración pura por el Flaco y todos estos ídolos. Hasta es loco tener que responder esto porque es impresionante.

En octubre de 2019 nació Salvador, su segundo hijo y aprovechó en plena pandemia para estar más tiempo con su familia (X: @MWernerOK)
En octubre de 2019 nació Salvador, su segundo hijo y aprovechó en plena pandemia para estar más tiempo con su familia (X: @MWernerOK)

Este año tuvo su debut internacional y también corrió cuatro carreras con un Ford Mustang en la categoría Trans Am en los Estados Unidos y con ese modelo defenderá el “1″ en el TC en 2024, y adelanta que con estos nuevos coches “habrá mejores carreras”. Admite que su primera experiencia en Norteamérica lo marcó a nivel personal y profesional. También fue tajante al referirse al presente del TC 2000, donde corrió hasta 2019, y es escéptico con los nuevos coches del segmento SUV. Además, qué siente cuando ve la Fórmula Renault (hoy llamada Fórmula Nacional) con pocos autos, a diferencia de 2006 cuando no bajaban de 50 monopostos por fecha. El reemplazo de los chasis de los Tito por los Crespi desde 2007 encareció a la “Categoría Escuela” y esto complicó a los jóvenes pilotos. Y opinó sobre los disparos que recibió el auto de Leonel Pernía en la última fecha del Turismo Nacional, cuando el Tanito logró su segundo título en la divisional.

-¿Qué conclusiones sacaste de tu experiencia en los Estados Unidos?

-Fue muy bueno porque pude hacer cuatro carreras y conocer circuitos. Me llevó a estudiar inglés rápido (risas). Soy un agradecido a Marcelo Occhionero por llevarme a cumplir esta experiencia, de llevarme a conocer esta clase de autos y crecí como deportista y profesional.

-¿Qué te sorprendió?

-El nivel y el negocio. Acá es más pasional y no lo cambio por nada. Pero en estas carreras allá pude aprender un montó de cosas.

-¿Cómo ves al TC 2000?

-No lo sigo porque compartimos los mismos fines de semana con las camionetas. Lo único que sé es por los mecánicos, por la gente, o pilotos que han venido a la categoría, a la TC Pick Up y comparto también en el TC. Veo que la categoría está caída, sin rumbo, que no hay un líder y lamentablemente, sería feo decir como deportista algo que no quiero, entonces digo que a todos nos gustaría que le vaya bien porque hay mucha gente que trabaja, pero no hay una cabeza, no hay un rumbo y lamentablemente lo bueno que tenía eran las terminales y ahora se están yendo.

-¿Ayudarán las SUV?

-Siguen con lo mismo, no es un auto que se parezca a uno de calle, el motor no tiene sonido, y después, lamentablemente, no están atrás de los pilotos. A mí en su momento me cerraron las puertas y así pasó con muchos pilotos. No veo que haya un cambio.

-¿Y la Fórmula Renault?

-No estoy en el equipo y quedó mi papá. Veo que quedaron diez autos cuando hay otras categorías zonales o en la Fórmula Metropolitana que hay 40. Pasa como en el TC 2000 y el resto es un dominó.

-¿Qué pensás del caso Pernía?

-No pude charlar con el Tanito porque no fue a la última carrera. Eso no es el espíritu del deporte. Es feo de hablar. Eso no es automovilismo. O como en el TC en el que conviven las hinchadas. Es un tema delicado porque está la Justicia. No se sabe cómo ocurrieron los hechos y tampoco estoy dentro de la categoría, pero es algo que hay que aclarar y ver.

-¿Cómo fue manejar el nuevo Mustang de TC el sábado en San Juan?

-De esto comenzó a hablarse hace seis o siete meses, pero de ahí a llevarlo a pista fue increíble. Prácticamente podrían haber corrido el fin de semana. Lo que sentí arriba del auto es casi igual a lo que venimos corriendo. Toda mi admiración a la ACTC, a Hugo Mazzacane (su presidente), hacia los técnicos de la categoría y de los equipos, a los mecánicos, a los dueños de los equipos, por la inversión, la rapidez, la prolijidad de los autos. Esto no era una maqueta, era un auto de verdad de carrera. Me llevé una gran impresión cuando el martes en La Plata explotaron las redes sociales, toda la gente observando eso. La gente luego de este fin de semana se volvió con otras respuestas.

-¿Pensás que pueden haber carreras más entretenidas con estos autos?

-Sí porque van a haber diferencias a favor en algunos casos y en contra de otros y eso va a ser que el espectáculo sea increíble.

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