Con 21 tantos en 54 partidos con la selección argentina, Lautaro Martínez llegó a ser el máximo goleador en el ciclo de Lionel Scaloni, incluso por encima de Lionel Messi. Bajo ese poderío ofensivo, el atacante mantuvo ilusiones muy altas entre los fanáticos de cara al Mundial de Qatar, que terminaría ganando la Albiceleste, pero esa competición se perdió la máxima plenitud del campeón de la Copa América 2021.
Una lesión que arrastraba desde el Inter de Milán lo hizo llegar con lo justo a la Copa del Mundo y, en una entrevista con el ciclo Campeones, un año después, emitido por Star+, contó el calvario que sobrellevó en medio de la concentración realizada en el centro de entrenamiento de la Universidad de Qatar: “Me encerraba, lloraba. La pasaba mal en la habitación, hacía venir mucho a mi familia, a mi hija, para que estén cerca porque necesitaba ese toque de felicidad y cariño que me podían dar. Esos momentos malos, que pasaba en la habitación, trataba de pasarlos con la familia”.
Sus dolores en el tobillo derecho fueron originados en un partido por la Champions League, como afirma el punta. Las molestias obligaron a un pedido urgente al entrenador de la Celeste y Blanca para ser preservado en el amistoso con goleada 5-0 contra Emiratos Árabes Unidos, el último ensayo previo a la cita mundialista: “Hablé con Scaloni y le pedí que me dejara descansar para poder llegar bien al Mundial con esos días de descanso. Con Arabia Saudita, me dolía y me infiltré, después con México y ya no daba para más. Quería ponerme más y más, y el tobillo ya perdía sensibilidad. Era muy difícil jugar de esa manera. No me permitía entrenar, patear de empeine, a veces me hacía ver las estrellas en movimientos de frenar y arrancar”.
“Me tocó arrancar el primer tramo del campeonato con ese problema. En Inter no quería parar porque estaban lesionados (Joaquín) Correa y (Romelu) Lukaku. Quedaba yo solo como delantero y estuve jugando vendado, con pastillas e infiltrándome. Ahora, tengo el mismo problema, pero pude descansar después del Mundial y no hice nada durante las vacaciones después de la final de la Champions, que no me tocó venir a la gira porque mi tobillo no daba para más”, declaró sobre su ausencia en los amistosos contra Australia e Indonesia de junio pasado.
Además, precisó: “No me quería perder el Mundial, ningún partido me quiero perder. En definitiva, con Inter jugaba de la misma manera y, hasta el último partido en la final de la Champions, tomaba por boca antidolorífico (analgésicos) para poder jugar”.
Por otro lado, reveló un detalle desconocido ocurrido durante la serie de penales contra Francia en el Estadio Lusail. Lautaro Martínez le pidió el famoso cuarto penal que sentenció la historia a Gonzalo Montiel: “Él había hecho el penal que nos empata Francia (3-3) y estaba mal, estaba llorando en el momento que Scaloni da el orden de los pateadores. Yo estaba quinto, como el penal contra Holanda, y Cachete estaba cuarto. Cuando vamos caminando, el técnico le seguía preguntando si estaba bien y después, no me acuerdo en qué penal, le dije a Cache: ‘Dejame a mí, dejame el cuarto a mí’”.
A pesar de la negativa de Montiel, su compañero se quedó con el lamento de no haber pateado: “Yo quería patear o que lo erre y llegar al quinto, ja. Ya tenía decidido cómo patear el quinto penal. Iba a ir fuerte arriba a mano izquierda del arquero, abierto, porque Lloris no se tira alto y siempre esperaba un poquito. No me iba a frenar, suponía que me había visto a mí contra Países Bajos, y ya tenía la decisión”.
El duelo contra los Galos estuvo lejos de ser algo inesperado para el delantero, quien quería tener una revancha de la caída en los octavos de final de la Copa del Mundo de Rusia, más allá de que no disputó esa edición: “Se fueron dando los cruces que nosotros queríamos. Podíamos enfrentar a Francia, Brasil... Rivales duros, partidos especiales. Francia por lo que pasó en el Mundial anterior y Brasil por lo que significa en la historia. Estábamos ilusionados, y el grupo estaba bárbaro para conseguir lo que logramos”.
Por último, se metió de lleno en la otra definición por penales de la Selección en Qatar: Países Bajos. Allí, contó que cambió a último momento la ejecución de su tiro, que valió la clasificación a semifinales: “Iba a abrir fuerte, y no sé porque me frené. Esa manera de patear la tenía de hace mucho tiempo, después la cambié por errar algunos penales. En ese momento, me salió frenarme, vi que se tiró para ese lado y cambié. Fue uno de los momentos de mayor felicidad en mi carrera”.