A pocos días para que se cumplan 10 años del trágico accidente de Michael Schumacher en los Alpes franceses de la estación de Meribel (29 de diciembre del 2003) mientras esquiaba junto a su hijo Mick, un miembro del círculo más íntimo del ex piloto fue consultado por su estado de salud.
“Michael es un amigo, lo considero parte de mi familia. Voy a verlo con regularidad y en el pasado hemos seguido Grandes Premios de F1 por televisión”, afirmó en diálogo con La Stampa Jean Todt, quien supo ser su jefe durante el exitoso paso por la escudería Ferrari y que posteriormente se convirtió en el presidente de la FIA entre 2009 y 2021.
Sin embargo, a la hora de hablar de avances o retrocesos en cuanto a su rehabilitación, el dirigente francés de 77 años prefirió responder con una frase evasiva y cumplir con el expreso pedido de Corinna y Sabine Khem de guardar silencio. “La pregunta “¿cómo está él?” no encuentra una respuesta, porque tal vez no la tenga”, plantea el medio italiano que realizó la entrevista, antes de compartir la respuesta textual de Todt: “Es un asunto privado. Lo único que diré es que adoro a Michael, adoro a su familia y es correcto respetar su privacidad. La relación con él, al principio fue sólo profesional, luego cada vez de mayor confianza, hasta que se convirtió en una gran amistad”, sentenció.
A lo largo de esta década de incertidumbre, en relación a la salud de Michael Schumacher, la cual se conoce a cuenta gotas producto de un cerco mediático que creó su familia para que no se especulara acerca de un tema tan delicado como su recuperación, Todt se transformó en una especie de vocero oficial.
En 2019, el galo afirmó en una entrevista con el diario italiano La Repubblica, que “Michael está luchando diariamente para mejorar la situación”. A su vez, también se mostró molesto con las especulaciones que se habían generado en ese momento: “He leído cosas increíbles al respecto y, como de costumbre, los que saben no hablan y los que no saben nada, sí hablan... Todavía estoy sorprendido de que cuando Michael vino a París para un chequeo en el hospital hablaron personas que deberían respetar el secreto médico”.
Uno de los que habló recientemente sobre cómo se encuentra el heptacampeón de la F1 fue su amigo, el periodista suizo Roger Benoit en una entrevista con el periódico Blick: “Sólo hay una respuesta a esa pregunta, y es la que dio su hijo: ‘Daría cualquier cosa por hablar con papá’. Esta frase dice todo sobre cómo lo ha pasado su padre durante más de 3.500 días. Un caso sin esperanza”.
El hermano de Michael, Ralf Schumacher, también fue consultado acerca de su situación. Sin embargo, en una entrevista con la revista alemana Bunte, reconoció que pese al vínculo que mantenía con Schumi, no se le ha permitido un contacto directo con los responsables de su cuidado permanente, liderado por la esposa Corinna y supervisado por la portavoz oficial Sabine Khem.
“Hoy somos buenos amigos con Corinna; nuestras fases de discusión, que algunos percibieron como la ‘Guerra de las Rosas’, quedaron atrás hace mucho tiempo”, afirmó el ex corredor de Williams sobre su relación con la activista y empresaria alemana, intentando poner paños fríos a los rumores que los vinculan con un distanciamiento.
Finalmente, el que se pronunció sobre el gran cerco de silencio que se creó alrededor de Schumi fue el abogado de la familia, el jurista Felix Damm.
“Siempre se trató de proteger la intimidad. Por supuesto, discutimos mucho sobre cómo hacerlo. También consideramos si un informe final sobre el estado de salud de Michael podría ser la forma adecuada de hacerlo. Pero eso no habría sido el final y habría tenido que haber ‘informes sobre su estado’ permanentemente actualizados”, consideró.
“Como persona afectada, no está en sus manos ordenar a los medios de comunicación que pongan punto final al asunto. Los medios de comunicación podrían retomar ese informe una y otra vez y preguntar: “¿Y cómo está ahora?”, uno, dos, tres meses o años después del informe. Y si entonces quisiéramos tomar medidas contra este reportaje, tendríamos que lidiar con el argumento de la autoapertura voluntaria”, añadió para explicar por qué no hay comunicados médicos oficiales, en diálogo con el portal LTO de Alemania