Un golpe a su historia sufrió uno de los clubes emblemáticos del fútbol de Brasil. El Santos, que supo hacer conocido en todo el mundo por Pelé y del cual salieron grandes jugadores en su historia como Neymar Jr, descendió por primera vez a la segunda categoría del fútbol en 111 años de historia.
El Peixe llegó a la última fecha del campeonato Brasileirao fuera de la zona roja, pero su derrota como local en Vila Belmiro ante Fortaleza (1-2) decretó que en la temporada 2024 deberá jugar en terreno desconocido. La victoria del Bahía por 4-1 al Atlético Mineiro, y el triunfo 2-1 del Vasco Da Gama de Ramón Díaz a Bragantino, fueron dos resultados clave que no ayudaron al conjunto paulista.
Cuando el árbitro Leandro Pedro Vuaden terminó el partido en el histórico Urbano Caldeira, los aficionados de Santos intentaron invadir el campo de juego y tiraron objetos. Al mismo tiempo, los futbolistas del equipo local no pudieron ocultar su decepción por el resultado, se quedaron dentro del recinto y fueron apuntados por los hinchas.
“Vila Belmiro se convierte en una escenario de guerra tras el descenso”, tituló el diario Lance en su crónica sobre la derrota del conjunto paulista. El enojo de los fanáticos se trasladó a las afueras del estadio, donde comenzaron los disturbios y los incidentes contra la policía. Según la información de los medios brasileños, al menos cuatro autobuses fueron incendiados y algunos automóviles en la cuadra del recinto corrieron la misma suerte.
En ese sentido, se conoció que uno de los futbolistas del Santos damnificado por los hechos de violencia fue el colombiano Stiven Mendoza. El coche del delantero, que fue suplente en el encuentro ante Fortaleza, fue encontrado en las cercanías de Vila Belmiro íntegramente quemado. Además, otros que padecieron el incendio de sus vehículos fueron los integrantes del equipo de dopaje de la Confederación Brasileña de Fútbol (CBF).
“Santos vive una noche de terror”, publicó el sitio deportivo de O Globo en relación a lo que ocurrió en el estadio de San Pablo. Los reportes indicaron que la Policía Militar utilizó gas pimienta para dispersar a los simpatizantes del Peixe, que se dirigieron desde el estadio hacia la Rua Princesa Isabel. Esa calle fue aislada por la Policía Antidisturbios, pero los hinchas del equipo que perdió la categoría no se detuvo y arrojó piedras y otros objetos a las fuerzas de seguridad local.
Más allá de los autos quemados, los cuatro micros que se vieron en las redes sociales en llamas, también se vandalizaron varios comercios de la zona, según indicaron los reportes policiales. En las redes sociales se hicieron virales varios videos en los que se pueden ver las estelas de humo que dejaron los incendios a los vehículos y los disturbios entre hinchas y la policía.
En lo estrictamente deportivo, la caída del Santos a la segunda categoría del fútbol brasileño marca un hito para la historia de la disciplina en Sudamérica. El Peixe era uno de los equipos grandes del continente que no había descendido. Luego de este resultado, dicha la lista ahora está compuesta Boca Juniors (Argentina), Flamengo y San Pablo (Brasil), Nacional y Peñarol (Uruguay), Colo Colo (Chile), Olimpia y Cerro Porteño (Paraguay), Sporting cristal y Universitario (Perú), Atlético Nacional de Medellín (Colombia) y Tachira y Caracas (Venezuela).
Las fotos de los disturbios tras el descenso del Santos