La emblemática figura del fútbol brasileño, Cafú, cuyo nombre verdadero es Marcos Evangelista de Morais, enfrenta un revés financiero tras la subasta de su mansión familiar valorada en 6,5 millones de libras esterlinas (8 millones de dólares), situada en la próspera área de Alphaville en San Pablo, y que finalmente se vendió por sólo 4 millones de libras (USD 5 millones).
Este evento se realizó para afrontar una serie de deudas adquiridas por el ex jugador de fútbol desde su retiro de la actividad profesional, según informó el medio brasileño UOL. El mismo medio afirma que el histórico lateral brasileño de 53 años, que brilló Roma y Milan de Italia, tendrá 45 días hábiles para abandonar la propiedad tras este suceso.
La residencia de poco más de 2 mil metros cuadrados, que incluye comodidades tales como un ascensor, un cine, una amplia piscina, un sauna, sala de juegos, un gimnasio profesional y cancha de fútbol, entre otros amenities, fue adquirida por una empresa que planea realizar el pago mediante un desembolso inicial y 15 pagos mensuales subsiguientes.
El proceso de subasta ha sido un asunto complicado desde su inicio. Originalmente programada para septiembre, la subasta fue suspendida debido a un desacuerdo sobre el valor de tasación de la propiedad. Sin embargo, la oferta ganadora se ha quedado corta en comparación con una oferta previa de 4,35 millones de libras que se había hecho antes de la cancelación temporal de la subasta.
Cafú que ha tenido el honor de estar en tres finales de la Copa del Mundo, había intentado detener la venta alegando que la mansión de seis habitaciones era su residencia principal y, como tal, estaba protegida por ley brasileña que impide que se despoje a una familia de su hogar principal. No obstante, sus esfuerzos no fueron suficientes, sus abogados no pudieron impedir la subasta, procediendo así al traspaso de la propiedad.
Los problemas financieros de Cafú se remontan a su intento de asistir a un empresario de la ciudad paulista, cuyo nombre no fue revelado. Esta ayuda, que incluía el préstamo de su imagen y otros recursos, desencadenó una deuda que ha aumentado considerablemente. Los acreedores eventualmente se dirigieron a él para el cobro de las mismas.
A principios de 2019, se reportó que al brasileño le habían confiscado cinco propiedades debido a deudas financieras. Estas deudas vinieron después de un negocio fallido de su empresa, Capi Penta International Player, la cual fue establecida en 2004 junto con su esposa Regina, con el objetivo de gestionar las carreras de futbolistas y deportistas. Desafortunadas inversiones y múltiples préstamos incumplidos llevaron a que la empresa acumulara grandes deudas, variando desde 300.000 hasta 1,5 millones de dólares.
En su defensa, y en palabras dirigidas al diario Folha de San Pablo, Cafú expresó su disposición a liquidar sus deudas, incluso si eso significaba deshacerse de sus pertenencias, incluyendo propiedades y vehículos. “Es un problema particular mío. Puedo dar mis propiedades, mi coche, mi casa… Puedo dar todo para pagar las deudas”.
El ex defensa brasileño cuenta con 32 inmuebles a su nombre, todos adquiridos durante su exitosa carrera deportiva, que incluyen apartamentos que van desde los 55 metros cuadrados hasta fincas de casi 4 hectáreas.
A lo largo de su carrera, se consolidó como uno de los futbolistas más distinguidos en la historia de Brasil, ganando dos Copas del Mundo (1994 y 2002), dos Copas América (1997 y 1999), una Champions League y un Mundial de Clubes, además de otros trofeos.