La selección argentina Sub 17 no pudo romper con el maleficio de la categoría en los Mundiales (nunca se subió al punto más alto del podio ni alcanzó una definición), sin embargo, ofreció momentos de altísimo nivel de juego y culminó en la cuarta colocación tras perder 3-0 ante Malí en el choque por el tercer puesto. A partir de Indonesia, de todos modos, una talentosa camada ilusiona a los fanáticos de la Albiceleste con nombres que descollaron, como Agustín Ruberto (máximo goleador de la competencia), el Diablito Echeverri, Santiago López o Ian Subiabre, por citar solo algunos. Y también con una propuesta que hace recordar a los mejores tiempos de José Néstor Pekerman, por formas y estilo de juego.
En ese contexto, Diego Placente, conductor de los chicos, publicó una carta profunda carta en su cuenta de Instagram para repasar la aventura. Y dejó conceptos que se emparentan con una verdadera lección de vida. “Se acaba una etapa, un proceso. Lo que queda en él es el aprendizaje, lo vivenciado. El fin de todo esto es que crezcan como jugadores y ganen en valores humanos para su futuro. En el medio, se entrenaron, se esforzaron, compitieron, aprendieron, se equivocaron y se levantaron”, prologó.
“Nos emocionaron jugando siempre con sus armas nobles, habilidad, rebeldía, corazón, sin hacer tiempo, sin fingir lesiones, sin hacer trampa. Solo ser mejor que el rival. En la victoria y en la derrota, con la frente alta. Coherencia para decir y actuar consecuentemente. Templanza para manejar las emociones, como en la victoria contra Brasil y como en la eliminación contra Alemania”, continuó.
“Orgullosos de cómo terminaron el proceso en comportamiento y en crecimiento individual. ‘Jugar por jugar’, dice Aimar y se me pianta un lagrimón. Algo tan simple, algo tan lindo. Agradecido a estos locos bajitos por hacernos disfrutar a nosotros, por la pasión de este juego y por disfrutar la edad que tienen”, citó al ayudante de campo de la Selección Mayor, que también es parte de los juveniles. De hecho, ofició como su ayudante de campo en el Sudamericano (y está a cargo del combinado Sub 15, cuyo certamen continental pasó para 2024).
“Y como se dijo: ‘Somos familia’. Así lo vivimos y así lo disfrutamos. Gracias al cuerpo técnico, al staff de facultativos, utileros y dirigentes por ser parte de este viaje. Y a la camada 2006/07, mil gracias y a soñar con lo que viene…”, concluyó. Y lo que viene será el Sudamericano Sub 20 de 2025, en el que muchas de estas promesas volverán a ser protagonistas; sin contar su historia en sus clubes, en los que, por virtudes y personalidad, seguro ganarán rodaje en los próximos meses.