Una sonrisa, una mirada nostálgica y un recuerdo imborrable. La imagen que publicó Jorge Luis Burruchaga en su cuenta oficial de Instagram cautivó a los fanáticos de la Selección, dado que los campeones del Mundial que organizó México en 1986 visitaron al líder intelectual que planificó la hazaña en territorio azteca.
El ex atacante que pasó a la historia con el tercer gol argentino en la final contra Alemania reveló una conmovedora postal junto a Carlos Salvador Bilardo, el Gringo Giusti y Oscar Ruggeri. La foto causó sensación en las redes sociales y se convirtió en un fenómeno viral, que estuvo acompañado de múltiples mensajes de afecto hacia el Doctor.
Desde su histórico logro al frente de la Albiceleste el notable estratega se transformó en una figura mítica y venerada por los hinchas. Su legado perdura gracias a un estilo táctico inconfundible y a su carisma, que trascendió las barreras de los equipos y unió a fanáticos de distintos clubes. Sin embargo, en los últimos tiempos, el ex entrenador se ha mantenido alejado de la esfera pública debido a su diagnóstico de síndrome de Hakim-Adams, una enfermedad neurodegenerativa que ha limitado su presencia en eventos públicos. Por ende, cada fotografía o noticia sobre Bilardo es recibida con entusiasmo y gratitud por parte de la comunidad futbolística.
La instantánea, compartida por el periodista el ex Independiente, capturó a un sonriente Ruggeri, abrazado a Burru y a su entrenador, mientras que del otro lado del Narigón irradia alegría y complicidad del Gringo Giusti. La reacción espontánea de los seguidores manifestó la emoción colectiva, con mensajes de cariño y apoyo hacia el ex director técnico.
El Doctor, tal su apodo por obtener el título de médico en la Facultad de Medicina de la UBA en 1964, es considerado “el hombre de las mil cábalas” (y las mil anécdotas), recibió la visita de algunos de los integrantes del plantel que selló la segunda estrella para el escudo de la AFA. En sus días junto a Diego Maradona al frente de la Selección, el DT tiene en su patrimonio historias icónicas de sus épocas de entrenador. Una de las más recordadas fue en el casamiento de Pelusa, previo al Mundial de Italia, cuando le puso el ojo al brasileño Careca, compañero de Diego en Napoli y uno de los invitados a la fiesta en el Luna Park:”Pensaba que Brasil se nos iba a cruzar así que le dije a la mujer de Ruggeri que vayan a bailar al lado de Careca para saber cómo era la altura. Después Oscar lo terminó marcando”, había revelado en su momento en una de las tantas entrevistas que brindó a lo largo de los años.
En aquel duelo con la Canarinha, lo que nunca admitió es si le habían puesto algo al célebre bidón de Branco. “No sé, yo no tengo nada que ver”, fue la frase con la que siempre se desentendió el Doctor. En tanto que durante su su última experiencia en Estudiantes en 2004, también dejó huella indeleble cuando el Pincha visitó el Monumental de River y sacó una botella de champagne antes del partido. Cuando una fiscal se acercó para acusarlo de que no podía tomar alcohol en la cancha, respondió: “Tengo 50 años de cancha, usted se equivocó señorita, es Gatorei”. El 16 de marzo del año que viene, Bilardo cumplirá 86 años, y los campeones del mundo planearán una nueva visita para estar cerca del líder que los convirtió en héroes.