“Señora, ya está, quedó en Independiente, es un equipo enorme. No tiene más nada que ir a probar a otro lado, acá lo queremos”. Santiago Lechu Rodríguez repasa en su memoria el día que vio por primera vez a ese pibito de Nono del que previamente había visto unos videos. Santi López Grobin era un nene de 11 años pícaro, encarador, pero el coordinador del Rojo apenas lo había podido observar antes por una filmación de unos torneos de la liga de Mina Clavero. Necesitaba saber si eso podía replicarse con los juveniles competitivos de un club grande. Y apenas tocó la primera pelota, no dudó. Había hallado a la actual figura de la selección argentina Sub 17 que este viernes enfrentará a Brasil en cuartos de final del Mundial y él ya lo presentía de antemano.
El delantero de ese pueblo con menos de 3 mil habitantes ubicado a 150 kilómetros de Córdoba capital había quedado en Belgrano y Talleres, pero decidió probar suerte en Buenos Aires por un tema económico: si se trasladaba a la capital cordobesa, su familia debía alquilar. En el Conurbano, en cambio, había una casa familiar que podía cobijarlo. Y así llegó a las manos de Rodríguez por intermedio de un captador del Interior, que también pretendía llevarlo a River Plate y Estudiantes de La Plata. Pero Lechu lo frenó.
“Cuando lo vi tocar la primera pelota, me voló la cabeza. Era como ahora, encarador... Cuando fui a hablar con la mamá me dijo que tenía al otro día más pruebas. Pero le dije que no tenía que ir a ningún otro lado, que ya estaba, había quedado en Independiente”, relata Rodríguez en diálogo con Infobae. Santi tenía 11 años, había hecho su trayectoria como deportista de Infantiles en el Unión de Nono y ahora iba a dar el salto a Buenos Aires. Su madre rápidamente organizó todo para mudarse y acompañarlo, pero mientras ella cerraba los trámites López se quedó en la casa de su nuevo entrenador.
“La madre me dijo que era de Lomas, pero se había podido ir a vivir a Córdoba y en un mes podría volver. Le dije ‘traiga las cosas de Santi mañana que se queda en mi casa hasta que usted venga’. Estuvo un mes en casa y nos fuimos a jugar un torneo a Balcarce: le ganamos la final a San Lorenzo, hizo tres goles y terminó como goleador del torneo. Desde ahí no para de romperla en todas las categorías”, rememora Lechu.
El Pirata y la T pudieron quedarse con la joya que brilló en todos los partidos del equipo de Diego Placente en el Mundial Sub 17 de Indonesia: “Arranqué en mi pueblito, en Unión de Nono como a los 4 ó 5 años. Conseguí una prueba después acá en Independiente, pero me probé primero en Talleres y en Belgrano, quedé en los dos pero tenía casa en Buenos Aires y me convenía venir acá porque en Córdoba tenía que alquilar”, le contó el juvenil al medio partidario Infierno Rojo meses atrás.
Su nombre resuena en las juveniles de Avellaneda desdehace rato junto con el de Tomás Parmo, como sucedió con Alan Velasco años atrás o con Rodrigo Atencio en la actualidad. Y el Rojo apuró el paso: apenas cumplió los 16 años le hizo un contrato hasta finales del 2024 con una cláusula de salida de 15 millones de dólares, pero la dirigencia ya trabaja para extenderlo hasta 2026. “Juego de extremo o interno, ahí metido en el medio. Me gusta tirarme atrás a buscar la pelota, pero donde más me siento cómodo es adelante”, se había definido en una nota con el sitio oficial de Independiente.
Su padre, Eduardo Luli López, conocido por ser un goleador amateur de la liga cordobesa en la que milita el Unión de Nono, también había definido el estilo de su hijo en una nota con La Voz del Interior: “Lo vimos desde chico que era diferente, con una habilidad extraordinaria. No lo podían parar. En Independiente juega más bien como 10… Pablo Aimar y Diego Placente lo han puesto como delantero en la Sub 17. De chico jugaba siempre delantero y hacía muchos goles. Placente lo puso más bien de wing derecho y ha dado sus frutos. A él le encanta hacer goles y comandar el equipo”.
Santi es uno de los pocos citados por Placente que ya tuvo su bautismo en primera. La explosión en el Sudamericano Sub 17, donde brilló con tres goles, lo empujó al plantel de Independiente que por entonces comandaba el Ruso Zielinski: saltó a la cancha en el segundo tiempo del triunfo 1-0 sobre Central Córdoba en Santiago del Estero por la Liga Profesional, además de acumular otras nueve presencias en el banco de suplentes del equipo principal.
El desembarco de Carlos Tevez y el llamado constante a la selección argentina que se preparaba para viajar a la Copa del Mundo en Indonesia le quitaron protagonismo en el plantel principal del Rojo, aunque desde el club le aseguraron a este medio que está todo dado para que López viaje a la pretemporada bajo la tutela del Apache pensando en el 2024.
Pero antes de que eso suceda tiene un objetivo: ser actor principal del plantel que busca la única estrella que le falta a la selección argentina, el Mundial Sub 17. Santi –anotó dos goles– y Agustín Ruberto –el máximo artillero de la Copa del Mundo– supieron sacarle de encima la presión que cargaba el Diablito Echeverri en la previa y se convirtieron en las figuras destacadas del equipo. El del Rojo tuvo un nivel sobresaliente en el debut contra Senegal con derrota y en la reciente goleada 5-0 ante Venezuela para sacar el boleto a cuartos de final, donde este viernes (desde las 9 de la mañana de Argentina) enfrentarán a Brasil con el sueño de alcanzar las semifinales.