La selección argentina quedará en la historia después de lograr la primera victoria de un equipo ante Brasil en condición de visitante por las Eliminatorias Sudamericanas. La Albiceleste aprovechó el cabezazo de Nicolás Otamendi para marcar el único gol del partido en el Estadio Maracaná, en un duelo que inició con escándalo, por la feroz represión a los hinchas argentinos. La prensa brasileña salió al cruce con distintas críticas hacia una polémica actitud de los jugadores locales sumado al rol discutido del entrenador, Fernando Diniz.
El diario O Globo tuvo una lapidaria editorial de Martín Fernandez para repasar las escenas de la barbarie sucedidas este martes en la ciudad carioca. “La CBF y la selección brasileña avergüenzan al mundo en una noche de incompetencia en el Maracaná”, fue el título elegido para referirse a los futbolistas y la Confederación Brasileña de Fútbol. En este sentido, el periódico O Estado de São Paulo continuó la misma vía: “Brasil se avergüenza con golpizas, repite errores en la cancha y sufre derrota histórica ante Argentina”.
Además, la nota periodística de O Globo califica a la noche del 21 de noviembre de 2023 como una “obra maestra de incompetencia”, tanto de la CBF como también de las autoridades de ese estado brasileño: “Será difícil repetir una cadena tan precisa de actos vergonzosos, aunque hay mucho material humano dispuesto a cumplir la tarea”.
“La CBF es ya bicampeona en su incapacidad para organizar decentemente un partido contra Argentina en Brasil. Hace dos años, la vergüenza fue la invasión del campo por agentes de Anvisa y la consecuente interrupción del partido en São Paulo después de pocos minutos de juego”, manifestó Fernandez. Este antecedente recordó la última vez de la Celeste y Blanca en el Maracaná, cuando personas de la agencia sanitaria frenaron el compromiso a los 5 minutos porque había jugadores argentinos que, según ellos, debían estar cumpliendo una cuarentena, a pesar de que la FIFA y la Conmebol les habían dado la autorización para jugar.
La enumeración de los inconvenientes vinculados a la celebración del encuentro correspondiente a la sexta fecha de las Eliminatorias Sudamericanas incluyó “caos” en la venta de entradas, “desorganización total” en la distribución de los fanáticos dentro del reducto y “violencia” contra los seguidores extranjeros: “Hace falta un esfuerzo especial para transmitir al mundo las escenas que produjo ayer el espectáculo organizado por la CBF: Lionel Messi, el mejor futbolista de los últimos 50 años, pidiendo a los policías brasileños que dejaran de golpear a sus compatriotas argentinos en las gradas del Maracaná”.
Luego de mencionar algunas de las imágenes más terribles observadas durante el accionar discrecional de las fuerzas de seguridad, el reportero criticó la falta de empatía en la gran mayoría de los futbolistas de la Canarinha: “Mientras todo esto ocurría detrás de una de las porterías del Maracaná, a pocos metros los jugadores de la selección brasileña jugaban una ronda de bobinho (en Argentina se llama loco, dos personas o más se pasan la pelota, mientras un individuo busca interceptarlo), como si no pasara nada”.
“Fernando Diniz, un entrenador justamente celebrado por el enfoque humanista que aporta al fútbol, caminaba con las manos a la espalda, ajeno a la sangre que corría y al terror de quienes habían pagado mucho dinero por estar allí y ver un partido de fútbol. Marquinhos, digno capitán, fue el único que tuvo la decencia de acompañar a los jugadores argentinos para intentar calmar los ánimos. Messi, cada vez más grande como jugador y líder, retiró a su equipo del campo y sólo regresó cuando la situación se resolvió”, afirmó.
Por último, fue despiadado ante la falta de autocrítica dentro del máximo organismo del fútbol brasileño, que emitió un comunicado sin exhibir su perdón: “La CBF publicó sus ‘aclaraciones sobre los incidentes‘. El texto -que no desperdicia ni una línea lamentando el episodio, pidiendo disculpas o expresando empatía- resulta un intento de transferir la responsabilidad, un espectáculo grotesco que se ensayó allí, en caliente, durante los disturbios, y se ratificó con la publicación de la nota oficial. Un completo desastre para quienes aspiran a organizar la Copa Mundial Femenina de 2027″.
Otro de los periodistas más críticos fue Leonardo Sandre. El autor de una columna titulada “Fernando Diniz: el retrato de la peor selección brasileña de la historia” y publicada dentro del portal Gazeta de San Pablo se metió en la noche negra de Brasil: “La mejor selección de fútbol de la historia, pentacampeona del mundo, escuchó gritos de “olé” del equipo argentino dentro del Maracaná. Los aficionados brasileños gritaron (y con razón) que el actual equipo es una ‘vergüenza‘. La única razón por la que no fue la mayor vergüenza de la noche fue porque la seguridad de Río de Janeiro tuvo la brillante idea de que el público mixto en el mayor derbi de la historia del fútbol era una buena idea”.
Sandre recalcó en la actuación “carente de creatividad, brillantes e identidad” de la Verdeamarela contra su eterno rival. Su tercera derrota seguida motivó la carga de la responsabilidad en el DT de Fluminense: “Todo esto lo consiguió un solo entrenador: Fernando Diniz. El técnico que ‘juega bonito y con movimientos ofensivos’ sólo ha visto a su equipo marcar goles en dos de sus seis partidos”. “La selección brasileña es joven, necesita una renovación. Pero eso no justifica el estrepitoso fracaso del trabajo inicial de Diniz”, agregó.
El extracto fijó una serie de diferencias con lo demostrado por ambos equipos dentro de la cancha con el agregado de que Lionel Messi no pudo jugar en su plenitud por una molestia en el aductor derecho: “Si, durante muchos años, la selección argentina fue ‘sólo Messi’, ayer venció a la Canarinha con Lionel fuera, y sin embargo demostró ser un equipo mucho mejor, técnica, táctica, psicológicamente, y con mucho más amor por la camiseta”. “El sexto lugar, detrás de Ecuador y Venezuela, con la inversión que tenemos, es una vergüenza histórica”, remató.
Por último, la búsqueda de un entrenador se coló en la discusión, ya que el principal favorito es Carlo Ancelotti, pero el técnico de Real Madrid únicamente podría asumir el cargo después de la Copa América 2024. “Si Ancelotti no quiere venir, a por quien sea. Guardiola, Klopp, Zidane, cualquier entrenador europeo. Abel Ferreira, incluso Jorge Jesús, si es el caso. O buscar otro brasileño. Pero la mejor opción para una reconstrucción tiene nombre y apellido: José Mourinho. Probablemente a punto de salir de la Roma, el multicampeón sería el nombre ideal para resucitar al gigante dormido”, concluyó.
Brasil ocupa el sexto lugar de las Eliminatorias Sudamericanas con siete unidades y posee una ventaja de dos puntos ante Paraguay, que estaría avanzando a un hipotético repechaje. El pentacampeón volverá al ruedo en la clasificación cuando reciba a Ecuador y visite a la Albirroja en septiembre de 2024, y entremedio deberá afrontar el certamen continental de mitad del año próximo en los Estados Unidos.