Cuando la figura de Dennis Rodman surge en los títulos de los medios de comunicación, luego de su retiro, usualmente es por alguna situación extradeportiva. Sin embargo la última aparición del ex ala-pívot fue en el estadio donde se ganó el corazón de los hinchas de los Chicago Bulls, el United Center. El Gusano se hizo un espacio en su agenda para ver el partido contra los Miami Heat en condición de local y quedó sorprendido por el amor que recibió por parte de la totalidad del recinto que estaba a su máxima capacidad.
El cinco veces campeón de la NBA tuvo la tarea de entregar el balón del encuentro a los árbitros y recibió una enorme ovación del público. Dennis pisó el parquet con sus características gafas de sol y una peculiar remera con su rostro en el primer plano de la misma. Su emoción se hizo notoria al picar la pelota en varias oportunidades, caminó en círculos y levantó los brazos para saludar a los aficionados. Antes del duelo, las redes sociales de los Bulls también compartieron una imagen de Rodman con su ex compañero Toni Kukoc.
“Casi me derrumbo”, declaró la leyenda al salir por el túnel. La aparición de Rodman es importante ya que fue uno de los pilares del último y emblemático tricampeonato de la franquicia de Chicago. Aunque ya había estado en dicho estadio durante otros eventos, es la primera vez en 13 años que dijo presente en un partido oficial de la NBA de los Bulls y los hinchas se lo hicieron notar. Integrante de una generación dorada junto a Michael Jordan, Scottie Pippen y compañía, su irrupción no pasó desapercibida.
Ya en el partido, la racha de siete victorias consecutivas de los Miami Heat se estrelló contra Chicago: el equipo de Erik Spoelstra cayó 97-102 tras desperdiciar una ventaja de 21 puntos ante una gran actuación de DeMar DeRozan, que firmó doce unidades en el cuarto período. El Gusano fue testigo de una noche de defensas feroces en su honor. Nikola Vucevic, con quince puntos y ocho rebotes, fue el segundo mejor jugador de los Bulls bien acompañado por Zach LaVine (apuntó 13) y Alex Caruso, (11 además de un triple clave sobre el cierre).
La franquicia de Florida llevaba cuatro de sus siete victorias seguidas fuera de casa, pero pagó su relajación tras un brillante comienzo de 22-1. Jimmy Butler anotó 25 e intentó sostener a Miami en los últimos minutos. Bam Adebayo terminó con 24, pero sólo metió seis en la segunda mitad y Duncan Robinson firmó 24 y embocó cuatro triples. Bulls y Heat volverán a verse las caras en Chicago el próximo lunes.
EL RESUMEN DE CHICAGO BULLS 102-97 MIAMI HEAT EN LA NBA