Las reglas del fútbol están en constante movimiento en búsqueda de un deporte más atractivo para los espectadores y desde la Premier League se encargan de impulsar pruebas que llegan a la International Football Association Board (IFAB), encargada de bajar línea cuando se trata de actualización del reglamento. En la previa de una nueva reunión entre los integrantes dentro de 15 días, se planteó una modificación que frene las hostilidades contra los árbitros y se respete su figura dentro del campo de juego.
Según informó el medio inglés The Times, en el marco de la lucha contra el mal comportamiento se va a analizarla posibilidad de imponer la sanción de “sin-bin” en las competiciones profesionales y de importar una regla del rugby: que el árbitro sólo le dirija la palabra al capitán. Un ejemplo claro de que ya se utilizó esta metodología fue la expulsión de Cristian Romero frente al Chelsea cuando el juez Michael Oliver le explicó a Heung-min Son, portador de la cinta del Tottenham aquella tarde, por qué le iba a mostrar la tarjeta roja al argentino.
Por el otro lado el “sin-bins” obliga a los jugadores a abandonar el terreno de juego durante diez minutos si el árbitro considera que sus palabras o acciones son peligrosas. Aplicado en las Inferiores en Inglaterra, se está intentando extender a las ligas profesionales como un paso más para convertirlo en una ley del juego. Por el momento, la sanción sólo se aplicaría en caso de agresión verbal y no por juego sucio u otras infracciones.
Lukas Brud, director ejecutivo del IFAB, declaró a The Times: “Hemos identificado el mal comportamiento de los participantes como uno de los principales problemas del fútbol y será el tema principal de la IFAB en los próximos años. Estamos estudiando lo que podemos hacer, ya sea a través de las Reglas de Juego o de recomendaciones y directrices sobre medidas adicionales”. Y añadió al respecto: “Puede que a los jugadores no les preocupe tanto recibir una tarjeta amarilla por decir algo inapropiado a un árbitro, pero puede suponer una gran diferencia si saben que significa una décima parte del partido fuera del terreno de juego”.
Una encuesta realizada por la FA después de las dos primeras temporadas de la prueba piloto del sin-bin mostró una reducción del 38% en los incidentes con el juego detenido. Brud afirmó que existe un problema global en torno al comportamiento hacia los árbitros por parte de jugadores, entrenadores, aficionados y, en el fútbol juvenil, de los padres. Las altas tasas de abandono de los árbitros después de una temporada se señalaron como un enorme motivo de preocupación.
“Hay un gran problema para retener a los árbitros o motivar a la gente para que empiece a arbitrar. Ven lo que ocurre en los campos, sienten los abusos y temen las agresiones. Tenemos que proteger la integridad y la imagen del juego y ayudar a los árbitros a gestionar mejor los comportamientos inadecuados”, explicó Lukas sobre las iniciativas que llegarán al deporte para defender a los jueces.
“Hay testimonios, incluso de árbitros de fútbol juvenil, de cómo sufren de ansiedad antes de los partidos, sin poder dormir, porque les preocupa ser objeto de abusos, tanto verbales como físicos. En algunos países, una gran proporción de árbitros jóvenes están abandonando después de su primer par de años”, concluyó el dirigente. El uso de cámaras corporales por parte de los árbitros como medida disuasoria contra el mal comportamiento es otra de las pruebas que está llevando a cabo la FA y Brud afirmó que los resultados fueron “muy alentadores”.