Newell’s acababa de perder sobre el final ante Boca gracias al gol de Miguel Merentiel de penal, luego de una infracción postrera de Guillermo Balzi al propio uruguayo. El juvenil, golpeado por la acción que definió el pleito por la Copa de la Liga, rompió en llanto. Gabriel Heinze se metió en el campo de juego para consolarlo. Y lo mismo hizo con cada uno de sus futbolistas.
El Gringo, de 45 años, anunció que el próximo partido (ante Defensa y Justicia) dirigirá su último partido en el club que lo vio nacer. La confirmación llegó luego de que su elenco se quedara sin chances de avanzar a los cuartos de final de la competencia y de clasificarse a la próxima Copa Sudamericana.
“La no clasificación y la derrota es un tema de responsabilidad mía. Yo dije que me iba a quedar hasta el final y soy el responsable, siempre voy a estar con mis jugadores y la institución. Es muy fácil, agarro y me voy a mi casa. Pero no soy así. Voy a estar hasta el último día”, explicó y, de alguna manera, también ilustró dicha imagen al final del cotejo.
El ciclo Heinze como DT en la Lepra acumula 48 partidos, con 17 triunfos, 16 empates y 15 derrotas. El porcentaje de puntos obtenidos asciende al 46%. “A veces hay cosas que tiene el fútbol y la vida. Cuando no es, no es. Este año lo he vivido muchísimas veces. El equipo estuvo a la altura. La realidad es que no hemos ganado y me tengo que hacer responsable, es así”, se explayó.
* Las principales acciones en La Bombonera
El ex orientador de Argentinos (con el que ascendió a Primera) y Vélez cerrará con tristeza su etapa en su Newell’s y quedará abierto a propuestas en el mercado. Justamente Boca hoy busca técnico (lo conduce Mariano Herrón de forma interina). Y su nombre, se sabe, está incluida en la carpeta de Juan Román Riquelme, cuyo espacio se presentará en las elecciones del 2 de diciembre. ¿Aceptaría un ofrecimiento desde La Ribera?
“No sé qué responderte, hoy me toca el lugar posiblemente el más lindo, no sé si me tocará otro tan lindo, en el que me toque trabajar poniendo el corazón. Yo tengo esa mezcla y es muy difícil encontrarla. Levantarte todos los días para ir a un lugar ideal para trabajar, muy lindo y rico en toda la historia, y ponés el corazón y muchas cosas más en juego. Eso es lindo, no es presión. Pero no lo sé, porque la vida no sabés dónde te lleva. No lo sé, sí que estoy y viví un año en un lugar muy lindo que me ha dejado trabajar. No lo sé, la vida nunca se sabe para dónde... No lo sé, es muy difícil”, respondió, sin cerrar ninguna puerta.