Marcelo Bielsa brindó este viernes una conferencia de prensa en la que dejó varias frases destacadas, en la previa al inicio de la doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas en la que la selección de Uruguay, que él conduce, deberá visitar a la Argentina y recibir a Bolivia. En este contexto, y ante la ansiedad por conocer la lista de convocador, el técnico dejó en claro que la nómina no saldrá al menos hasta el domingo, cuando los jugadores que está siguiendo terminen la actividad en sus clubes.
Justamente esta ansiedad hizo girar la primera parte de la rueda en torno al posible llamado de Luis Suárez. El goleador de Gremio nunca fue convocado por el Loco y esta vez se supo que ha sido “reservado”. Fue justamente esa filtración algo que molestó al técnico argentino: “Evidentemente tenemos necesidades distintas respecto de la difusión de las decisiones. Les reitero, lamento no tener que decir nada nuevo, para mí la condición de que un jugador sea reservado es un recurso reglamentario que plantea la organización y desde mi punto de vista no debe ser difundido y ya argumenté por qué. Porque si uno va a reservar a un número determinado y en la convocatoria final deja afuera a un numero de futbolistas, es natural que se sientan decepcionados y expuestos por esa primera elección que los deja fuera del grupo final. Para mí eso tiene valor porque no se los conozco a los jugadores pero hace tiempo que trabajo con futbolistas y a los futbolistas hay que tener mucho cuidado con su autoestima. Una forma de cuidarla, es recurrir a él cuando es necesario y no excluirlo de una potencial nominación. Es mucho más sencillo para los medios de comunicación descartar mi mirada y privilegiar la que tiene ustedes que es comprensible de responder a las expectativas populares que es una curiosidad y aparente intolerancia de esperar a que los hechos sean confirmados para poder valorarlos. Cuando los hechos no confirmados son discutidos, sucede una polémica innecesaria e inútil que ocupan mucho espacio pero basadas en nada, en episodios no concretos”.
En este sentido, destacó una y otra vez el presente de Suárez, a quien calificó como una “gloria” del seleccionado charrúa, pero insistió en que esto no lo pone en la obligación de mantener con él un diálogo telefónico: “Yo no considero necesario expresarme de otra manera que no sea convocándolo o no convocándolo. Y recuerde que la convocatoria de un jugador no se hace para satisfacer ni al público ni al jugador, no se hace producto de la presión de la opinión pública”.
Luego de haber contestado varias preguntas al respecto, se mostró fastidiado por escuchar una nueva consulta sobre el mismo tema: “Cuando doy tantas vueltas para contestar la misma pregunta no me siento cómodo con respecto de ustedes porque uno parece un charlatán, pero bueno, tengo que responder”.
Justamente después de esa frase, se informó que solo restaban “dos preguntas” para realizar y fue allí cuando Bielsa tuvo un gesto inesperado: “Estoy dispuesto a responder hasta que se agoten las preguntas, no quiero contrariar al sector de prensa de la AUF (Asociación Uruguaya de Fútbol), pero tampoco quiero correr el riesgo retaceando mi contacto con los medios de comunicación. Sí es cierto que las conferencias se vinculan con los partidos, pero no vería mal o estaría dispuesto en caso de que así lo entendieran responder hasta que sea necesario”. De esa manera, se estiró la conferencia por tiempo indeterminado.
Una de las preguntas estuvo vinculada a la desaparición de futbolistas gambeteadores en el fútbol moderno. Y sobre esto, recordó una curiosa anécdota ocurrida en el vestuario de la selección argentina después de que se concretara la eliminación en primera ronda del Mundial 2002. “Yo tengo un afecto muy grande por Ariel Ortega. Jugador único, extraordinario. Después del partido (ante Suecia) que estábamos muy tristes, charlando, asimilando la derrota tan difícil. Ortega se remontó sin decirlo al jugador que lleva adentro, al niño, al adolescente que creció gambeteando en un potrero y dijo: ‘¿Cómo puede ser que yo no encontré una gambeta para ganar este partido?’. Argentina generó 15 opciones de gol, esto lo digo 20 años después y Ortega, que era instinto puro, tenía como don la gambeta y lamentaba no haberla podido encontrar en un momento tan definitorio como ese”.
El partido contra Argentina
“Un partido que de ninguna manera puede ser sencillo. El modelo de juego de Argentina está totalmente claro, hace mucho tiempo que juega del mismo modo, con el mismo estilo y a muy buen nivel y la forma en que intentamos jugador nosotros vamos a tratar de trasladarla al partido. Un partido disputado, competido, nosotros vamos a intentar jugar y ellos también, ninguno de los dos equipos va a descartar ponerle mucha dedicación a la recuperación de la pelota. No le estoy contestando nada original, pero no me imagino que Argentina no intente manejar la pelota y no me imagino a Uruguay sin tratar de evitarlo con mucha dedicación y, al revés. Si decididamente no pensamos en tratar de jugar y solo pensamos en defender, es el camino más corto para dar el partido por perdido, de eso estoy seguro. Si a un rival como Argentina se le juega con un planteamiento defensivo, las posibilidades de éxito son muy bajas”.
“Uruguay tiene futbolistas para tratar de enfrentar a un rival como Argentina sin de antemano tomar precauciones exageradas que impidan que una de las grandes virtudes que tiene Uruguay como equipo, el manejo de la pelota y la calidad individual, no intente ponerse de manifiesto. Si uno tiene 5-6 jugadores en los mejores equipos y luego construye un proyecto de juego sin que esos jugadores tengan posibilidades de intentar demostrar hacer lo que saben hacer, desde mi punto de vista sería un error”.
¿Cómo se marca a Messi?
“La pregunta que usted me hace la puede multiplicar por la cantidad de rivales que ha enfrentado Messi, dirigidos por entrenadores que conducen a esos equipos, no hay entrenador al que no se le pregunte lo mismo que usted me está preguntando. Si usted categoriza las respuestas, verá que ninguna fue efectiva, no hay método suficientemente efectivo como para detener a Messi, que es el mejor jugador del mundo, -justificadamente y sin lugar a dudas desde mi opinión-. Entones si nadie ha encontrado la fórmula habrá que entender que no hay fórmula infalible. Habría que preguntarle a él qué es lo conveniente para que no juegue bien porque las preguntas que nos han hecho a los entrenadores no han dado ningún aporte. El fútbol tiene como esperanza que los grandes jugadores se luzcan, así que no haya una fórmula eficaz para que un gran jugador no luzca, va a mantener más vivo el fútbol”.
Pablo Aimar
“Siempre pensé que Pablo Aimar iba a ser el mejor jugador del mundo, finalmente no lo logró pero desplegó un fútbol extraordinario”.
Su lección sobre la utilización de la gambeta
“Al jugador no se le enseña a gambetear. Es una de las pocas cosas que es imposible de enseñar. Para ver hasta qué punto no se puede enseñar, este es un simple ejemplo, en las academias de formación se les propone dos o tres formas de eliminar rivales, imitando gambetas. El jugador la mecaniza así hasta incorporarla, pero uno después se da cuenta de que no se puede enseñar porque el jugador utiliza ese recurso de juego en una acción que no lo admite y entonces el gesto queda ridículo. La gambeta tiene vida propia. Y del mismo modo que no se enseña, tampoco se anula. La forma de anularla, es reprimiéndola y eso sí es un verdadero sinsentido. Siempre comento esto, como estoy todo el día viendo fútbol grabado, y muchas veces he hecho esto: usted detenga el video antes de una gambeta y mire el escenario de complejidad defensiva que presenta el equipo que defiende, deje correr la acción y vuelva parar el video después de la gambeta y verá que las posibilidades ofensivas crecieron, el terreno a perforar después de una gambeta es mucho mas accesible. La gambeta abre líneas de pase, desprotege estructuras cerradas, facilita el desorden del equipo que defiende... El otro día leía una frase de Gallardo que decía: ‘Yo pedí que lo compraran a (Esequiel) Barco porque necesitamos un jugador que gambeteara’ porque el talento comprende a la gambeta. Lanzini es super talentoso o Valverde, pero no por la gambeta, porque tiene otras cosas que lo muestran como un distinto. Pero ningún entrenador debería reprimir la gambeta porque es ir contra los propios intereses”.
“Si usted está rodeado, la gambeta es una necesidad, una obligación. Si vos recibís la pelota con tantas contraindicaciones y bueno, es muy dificil imponer el talento”.