Uno de los tríos de ataque más temibles de los últimos años ha sido el que conformaron Roberto Firmino, Mohamed Salah y Sadio Mané en el Liverpool de la mano de Jürgen Klopp. Aquel equipo logró arrebatarle una Premier League al City de Guardiola y también se consagró campeón de Europa, pero de ese tridente ya solamente queda el extremo egipcio en el plantel de los Reds. Empezaron a surgir rumores de ruptura y desgaste, que finalmente fueron confirmados.
Bobby Firmino, quien recientemente emigró al fútbol de Araba Saudita para seguir su carrera, lanzó en el periódico The Guardian un adelanto de su libro ‘Sí, Señor: Mis años en el Liverpool’, donde cuenta detalles de la relación tensa que tenían Salah y Mané, un vínculo que terminó rompiéndose.
“Vi de primera mano las miradas, las muecas, el lenguaje corporal, la insatisfacción cuando uno estaba enfadado con el otro. Podía sentirlo. Yo era el vínculo entre ellos en nuestro juego de ataque y el bombero en esos momentos”, expresó el delantero brasileño que ahora milita en el Al-Ahli.
Los chispazos más notorios entre ambos afloraron tras una victoria ante el Burnley donde Sadio Mané enfureció porque Mohamed Salah no le dio un pase claro en una ocasión de gol y, como si fuera poco, acabó sustituido. “James Milner intentó calmarlo, pero Sadio seguía furioso, sentado en el banquillo, echando humo, gesticulando repetidamente”, explicó el brasileño.
Aunque el mundo se empezó a dar cuenta de su enemistad, Firmino explica que en realidad tenían una relación tirante: “Para muchos, ese desacuerdo entre Sadio y Mo fue el primero. Para algunos, el primero y el último. Sabía que se había estado gestando la temporada anterior (2018/19). Mi instinto y mi deber era calmar la situación entre ellos”, insistió Bobby, acotando que “Salah y Mané habían tenido sus pequeños problemas antes pero esta vez pasó todo en el campo, para que el mundo lo viera. Ese día, en Burnley, se destapó todo”.
Un video de los jugadores del Liverpool mientras subían las escaleras que salían del campo de juego se hizo viral, sobre todo por la cara que hizo Firmino para intentar poner paños fríos en un “ambiente pesado” causado por enojo de Mané con Salah. Según el relato en su libro, nunca llegaron a ser muy cercanos pero se respetaban mucho y tenían un vínculo muy cordial.
“Nunca fueron mejores amigos; cada uno se mantuvo solo. Era raro verlos a los dos hablando y no estoy seguro si eso tenía que ver con la rivalidad entre Egipto y Senegal en las competiciones africanas. Realmente no lo sé. Pero tampoco dejaron nunca de hablar, nunca cortaron lazos. Siempre actuaron con la máxima profesionalidad. Nunca tomé partido. Por eso me quieren: siempre les pasaba el balón a los dos; Mi preferencia era por la victoria del equipo (...) Quizás por eso fui el más sustituido por Klopp. Los tres teníamos personalidades muy diferentes y el Jefe sabía que yo no tiraría una botella al suelo ni nada por el estilo”, explica el atacante de 32 años nacido en Maceió.
Por último, Firmino detalló que el senegalés era el jugador de carácter más explosivo de los tres, porque “fue más intenso tanto en los buenos como en los malos momentos” y que por ello siempre estaba “dándole consejos, tratando de calmarlo” para mantener la armonía entre los tres. “No sé si era consciente o no, pero Salah solía frustrar a todos cuando no pasaba el balón”, aclaró Bobby, quien comentó que Klopp abordó el tema para evitar un conflicto ya instalado. “Fue una clara insinuación dirigida a Salah”, apuntó en el libro.
Más allá de la evidente tensión que había entre ellos en los últimos años, fueron socios en una ofensiva que le dio al Liverpool una etapa inolvidable. “El fútbol es maravilloso porque es imposible anticipar o predecir la magia que se desarrollará en el campo cuando un niño de Egipto se encuentre con otro de Senegal y uno de Brasil. Sólo Dios sabe; nadie más. Ni siquiera el señor Klopp”, celebró Firmino.