El gesto de Novak Djokovic tras vencer a Dimitrov en la final del Masters de París que conmovió a todo el estadio

Al ver las lágrimas en su rostro, el serbio fue a consolar al búlgaro después de superarlo por 6-4 y 6-3

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Novak Djokovic volvió a demostrar por qué es uno de los mejores tenistas de la historia, después de conquistar un nuevo título en su carrera, más precisamente su Masters 1000 número 40 tras aplastar en 1 hora y 38 minutos al búlgaro Grigor Dimitrov.

Sin embargo, la victoria del número uno del mundo quedó en un segundo plano, después de lo que fue la escena que protagonizó al finalizar el encuentro, cuando abandonó la entrevista que suele brindar el ganador al pie de pista para conosolar a su rival, hundido en su asiento y ocultando sus lagrimas tapándose la cara con una toalla.

En las imágenes se pudo ver el momento en cuestión y cómo el público presente en la cancha central del Accor Arena de París aplaudió el gesto del serbio, que ya había tenido emotivas palabras hacia él durante la ceremonia de entrega de premios. “Grigor, lamento el resultado de hoy. Nunca es fácil perder en una final. Quiero animarte a que te mantengas firme y sigas adelante. Jugaste uno de los mejores tenis que te he visto jugar esta semana y los últimos meses. Sigue adelante. Felicitaciones a tu equipo y a tu familia”.

El búlgaro, de 32 años, también se había pronunciado sobre su estado de ánimo, asegurando que sus lagrimas no eran de tristeza sino de alegría y emoción. “Estos últimos tres meses han sido una montaña rusa para mí. Llegar a la final significa más de lo que puedan imaginar. Y no hubiera sido posible sin ustedes”, le dijo al público que lo aplaudía desde las gradas.

“Ha sido un viaje increíble este año, completando un año de nota muy alta”, explicó, antes de regalarle algunos elogios a Nole: “Me estoy quedando sin palabras con él, no sé que decirte, felicidades por otra semana increíble”.

Djokovic superó a Grigor Dimitrov
Djokovic superó a Grigor Dimitrov en la final del Masters de París (Efe)

En lo que respecta al duelo, el serbio, de 36 años, que regresaba tras casi dos meses de inactividad, demostró que su estado de forma estaba intacto, a una semana de que de comienzo en Turín el Masters que reúne a los ocho mejores del año, el torneo que cierra la temporada, en el que volverá a ser favorito para imponerse por séptima vez, la segunda consecutiva.

El actual número 1 del ranking ATP se mostró muy superior al búlgaro, que a sus 32 años regresaba a una final de Masters 1.000 seis años después de la última y que, en ruta hacia la final, descabezó a dos top-10, el ruso Daniil Medvedev, tercero del ránking, y el griego Stefanos Tsitsipas, sexto, pero que en la final bajó su nivel acumulando errores y muy impreciso con sus golpes de derecha.

En ningún momento dio la impresión de que estuviera en peligro la racha de triunfos consecutivos que ha ido apilando Djokovic, que a la espera de la cita de Turín marca ya 18. En cuanto a títulos el serbio sumó su sexto en el año, con lo que iguala con Alcaraz como el tenista más laureado, uno más que los del ruso Daniil Medvedev.

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