Jorge Almirón, en la mira: qué pasará con su futuro tras la derrota de Boca en la final de la Copa Libertadores

El entrenador xeneize quedó en la cuerda floja luego del golpe ante Fluminense en el Maracaná

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Qué pasará con Jorge Almirón tras la derrota en la final de la Libertadores (CARL DE SOUZA / AFP)
Qué pasará con Jorge Almirón tras la derrota en la final de la Libertadores (CARL DE SOUZA / AFP)

Del paraíso al infierno. Ese camino transitó el Boca de Jorge Almirón desde que se clasificó a la final de la Copa Libertadores hasta su desenlace con derrota ante Fluminense en el Maracaná de Río de Janeiro. Al margen de la ansiedad por levantar la Séptima, este compromiso había tomado total relevancia ya que un triunfo le devolvía la gloria al club y metía al equipo en el Mundial de Clubes; pero una caída lo dejaba con un pie afuera de la Libertadores 2024. Ahora el entrenador tendrá que remarla en un contexto más que difícil y con el ánimo por el piso. Aún logrando los objetivos que quedan por delante, su renovación de contrato (expira el 31 de diciembre) está en duda.

“El dolor es muy fuerte, veremos mañana cómo sigue todo. Hoy estamos masticando dolor”. Almirón ya no pudo dibujar una sonrisa en su rostro tras la pérdida de su segunda final de Libertadores como DT (la otra había sido con Lanús ante Gremio en 2017). Y es que sabe que el Xeneize está a 6 puntos de la zona de ingreso a los playoffs de la Copa de la Liga, en vísperas de su visita a San Lorenzo este miércoles, y a 3 unidades de la línea de clasificación a la Libertadores 2024 por Tabla Anual, pero también a 2 de quedar afuera de entrada a la Sudamericana. Del cielo al abismo.

El desafío del estratega azul y oro será reponer cuanto antes a sus dirigidos de esta derrota y afrontar con el resto físico y mental la recta final del año. La semifinal de la Copa Argentina contra Estudiantes (sería en Fecha FIFA de noviembre, en un estadio de la provincia de Buenos Aires) pasó a ser un objetivo enorme para un ciclo que sufrió el desgaste lógico por lo que genera el Mundo Boca en sí, pero fundamentalmente por la escasez de resultados positivos en el último tramo. No hay que soslayar que sin focalizar en merecimientos, los de la Ribera no triunfaron en ninguno de los siete cotejos que disputaron por la fase final de la Libertadores. Almirón ganó apenas uno de los últimos diez duelos que dirigió: contra Unión de Santa Fe en Copa de la Liga.

En una entrevista previa a la final, Mauricio Serna fue cauto a la hora de referirse a la posible renovación de Almirón y expresó que “todavía hay tiempo para resolverlo”. El Consejo de Fútbol no tomará decisiones apresuradas y dejará transcurrir el mes de noviembre antes de sentarse con el técnico, que mínimamente tendrá que mostrar entereza e intenciones de continuar para contar con crédito para el 2024.

El estratega azul y oro tendrá el duro desafío de reponer a su equipo para afrontar la Copa de la Liga y la Copa Argentina (Foto: Liamara Polli/AGIF)
El estratega azul y oro tendrá el duro desafío de reponer a su equipo para afrontar la Copa de la Liga y la Copa Argentina (Foto: Liamara Polli/AGIF)

Almirón arribó al club tras la salida de Hugo Ibarra y el breve interinato de Mariano Herrón, quien llegó a dirigir dos partidos por Liga Profesional (victoria 3-0 de visitante ante Barracas Central y derrota 2-1 en la Bombonera con Colón) y el estreno por esta edición de la Libertadores (0-0 ante Monagas en Venezuela). Luego de dos caídas en forma consecutiva ante San Lorenzo y Estudiantes, el actual DT debutó por la Copa en la remontada en casa ante Deportivo Pereira que marcó un punto de inflexión en el andar de su equipo.

El míster lleva dirigidos 43 encuentros de los cuales ganó 17, empató 13 y perdió 13 (su cosecha de puntos no llega al 50% de la totalidad). Además, hay que remarcar que superó las seis instancias eliminatorias que afrontó desde su arribo al Xeneize (tres por Libertadores y tres por Copa Argentina) y perdió los dos Superclásicos frente a River (1-0 en el Monumental por la Liga Profesional pasada y 2-0 en la Bombonera en la actual Copa de la Liga).

A la hora de referirse al manejo de acuerdos por continuidad y salidas de los entrenadores, el Consejo de Fútbol de Boca siempre tuvo como eje el rendimiento en la Copa Libertadores.

El antes y después en el ciclo de Miguel Ángel Russo, primer técnico elegido por Juan Román Riquelme, se originó tras la revancha de las semifinales de la Libertadores 2020 frente a Santos. A principios de 2021, el Peixe le propinó una paliza de 3-0 y el Xeneize no mostró atenuantes. Esa fue una alerta importante, pese a las conquistas de la Liga Profesional unos meses atrás y la Copa Maradona en la final por penales ante Banfield unos días después. En la Libertadores siguiente, Boca hizo méritos en los octavos de final ante Atlético Mineiro, pero la tanda de penales esa vez le jugó una mala pasada y salió derrotado -con polémica por decisiones arbitrales- en Belo Horizonte. Para colmo, en el regreso al país las autoridades gubernamentales acusaron al contingente azul y oro de romper la burbuja sanitaria y lo aislaron obligatoriamente en un hotel, llevando al primer equipo a presentarse con la Reserva en los encuentros ante Banfield y San Lorenzo por la Liga Profesional. Los de la Ribera no triunfaron en los primeros seis cotejos de ese campeonato (dos derrotas y cuatro empates) y, aunque se impusieron en octavos de la Copa Argentina contra River -también en tanda de penales-, Russo fue despedido tras la caída en La Plata ante Estudiantes.

Sebastián Battaglia, entrenador de la Reserva, asumió el cargo del plantel profesional y comenzó con el pie derecho. Mantuvo un invicto de ocho partidos hasta la caída con River en el Monumental (el día del doblete de Julián Álvarez). Ya relegado en la Liga Profesional, se quedó con la Copa Argentina después de vencer en los penales a Talleres de Córdoba. El DT renovó su contrato en medio del viaje a Arabia Saudita para disputar la Maradona Cup contra el Barcelona. A la clasificación a octavos de la Libertadores, Seba le sumó la conquista de la Copa de la Liga ante Tigre. Y, en octavos del certamen continental, besó la lona frente a Corinthians en la fatídica noche de Darío Benedetto en la Bombonera. “Hay cuestiones (del mercado de pases) que uno plantea y no se resolvieron. Se han ido muchachos importantes, pero son situaciones que no las manejo yo”, fueron las declaraciones que no cayeron bien en el Consejo y derivaron en el mitin entre el Chelo Delgado, el Patrón Bermúdez y Battaglia en una estación de servicio, en la que le comunicaron al DT que no seguiría en el cargo.

Una imagen que difícilmente se repita: Almirón durante su presentación como DT de Boca (AP Foto/Natacha Pisarenko)
Una imagen que difícilmente se repita: Almirón durante su presentación como DT de Boca (AP Foto/Natacha Pisarenko)

La directiva boquense otra vez escogió un sucesor de la casa como Hugo Ibarra, quien tras un arranque irregular en la Liga Profesional, perdió apenas un partido de los últimos 16 y se consagró campeón en la tarde del recordado penal errado por Racing ante River. Boca terminó el 2022 con dos tragos amargos por la eliminación contra Patronato en semifinales de Copa Argentina y la derrota en la final del Trofeo de Campeones ante Racing. Luego del Mundial de Qatar, el 2023 comenzó con la caída en la Supercopa Internacional ante la Academia, una serie de resultados irregulares y sobre todo la falta de identidad de juego. El éxito en la Supercopa Argentina contra un Patronato que militaba en la Primera Nacional fue apenas un bálsamo del momento. El Negro Ibarra no registró triunfos en los siguientes tres cotejos por Liga Profesional y fue invitado a renunciar tras la clasificación en Copa Argentina contra Olimpo de Bahía Blanca. Si bien el DT no quedó directamente sujeto a un resultado de Libertadores, la proximidad del certamen hizo que el Consejo lo eyectara del banco y buscara otra opción para afrontar la Copa 2023.

A Almirón le quedarán dos caminos para obtener al menos un título, algo que consiguieron sus tres antecesores desde que esta dirigencia asumió el mando a principios de 2020. En primer término, está obligado a ganar los tres encuentros que le quedan en la Copa de la Liga (San Lorenzo en el Nuevo Gasómetro, Newell’s en la Bombonera y Godoy Cruz en Mendoza) para intentar clasificarse a los cuartos de final. Y luego tendrá que levantar cabeza contra Estudiantes de La Plata en una semi de Copa Argentina que otorgará un boleto para la final contra el Ciclón o Defensa y Justicia. En caso de no bordarse una estrella, Almirón sería el primer DT en no conseguirlo en la última década: el último fue Carlos Bianchi en su último ciclo en 2013/2014 (en medio pasaron Rodolfo Arruabarrena, Guillermo Barros Schelotto, Gustavo Alfaro, Russo, Battaglia e Ibarra).

Con cuestionamientos por parte del público y las dudas internas que le genera a la directiva, Almirón apostará sus últimas fichas en el ámbito nacional. Es muy improbable que se precipite su salida para que tome las riendas del plantel como interino Mariano Herrón, entrenador de la Reserva, pero será tarea del Consejo de Fútbol empezar a debatirse quién se sentará en el banco de suplentes en 2024 (claro está, si Juan Román Riquelme se perpetúa en el poder).

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