En el contexto de un primer tiempo disputado y con pocas situaciones de gol en el Maracaná, Fluminense tuvo más la pelota que Boca, pero, hasta el grito de Germán Cano, no supo cómo profundizar ante un rival ordenado, que por momentos salió con velocidad de contra enviando señales de que con ese método podía causarles problemas a los cariocas. A los 28 minutos, el Xeneize contó con un balón parado para arrimarse a la valla adversaria. Y allí llegó la primera polémica de la final de la Copa Libertadores.
En los emparejamientos, Nicolás Valentini quedó con Paulo Henrique Ganso, quien lo siguió con celo. Y en el medio de la puja, fastidioso por la persecución, cuando lo vio venir al volante brasileño, el defensor le tiró un cabezazo al pecho para detener su carrera y apartarlo. El organizador de juego, de 34 años, terminó tomándolo y finalizaron los dos enredados en el césped.
Allí los dos le reclamaron al árbitro Wilmar Roldán, quien no sancionó nada. Tampoco recibió el llamado del VAR, a cargo del chileno Juan Lara. ¿Qué debió haber marcado? La falta del ex Aldosivi, por golpear sin la disputa del balón cercana. En el reglamento la acción está tipificada como conducta violenta. Debió haber visto la tarjeta roja.
Un rato después, a los 36 minutos, llegó la apertura del score: Keno desequilibró por derecha y lanzó el centro atrás para la aparición de Germán Cano, máximo anotador de la competencia, que logró separarse de los zagueros y cruzó el remate para que Sergio Romero no alcanzara a acertar el manotazo. Así, abrió el marcador para el equipo que más lo buscó en la etapa inicial, aunque con escasas ideas. No obstante, un rapto de lucidez le alcanzó para tomar ventaja. Boa levantó en el complemento, empató vía Advíncula y las acciones se emparejaron, hasta que Kennedy quebró la paridad en el primer tiempo suplementario.
Más allá de la divergencia en esta jugada puntual, la elección de Roldán para esta final fue acertada. El colombiano, de 43 años, es considerado el mejor juez de Sudamérica. Debutó en la Libertadores en 2008 y es el referí con más partidos dirigidos en el certamen con 117.
Al margen de su carrera como árbitro, Wilmar Roldán es Licenciado en Educación Física por el Politécnico Jaime Isaza Cadavid, Especialista en Gerencia deportiva por la UNAULA y Presidente de la Corporación Arbitral Social y Deportiva de Antioquia CASDA, donde promueve el oficio para los más jóvenes (los que son menores de 23 años pueden hacer cursos de arbitraje gratis) no estén al desamparo con situaciones de violencia en Medellín.