Antes del pitazo inicial, hubo tiempo para la música y los fuegos artificiales. La final de la Copa Libertadores en el Maracaná dio espacio al show para animar a los hinchas y por el lado argentino, el encargado de la fiesta fue el grupo Yerba Brava.
La banda fue pedida especialmente por Boca Juniors ya que está identificada con el club y uno de sus temas se convirtió en el hit de la hinchada y de los jugadores del equipo xeneize en el vestuario. Se trata del tema La cumbia de los trapos.
“Se viene el fin de semana. Todo’ a la cancha vamos a ir. Ya está todo preparado. El bombo y el trapo para salir”, reza el himno que se escucha en cada partido del equipo de Jorge Almirón y que sus jugadores adoptaron para darle color a cada encuentro sea de local o visitante. “Al equipo que tiene más estrellas. Lo llevo dentro del corazón. Saltando, cantando, prendidos a los trapos. Dejamos el alma y el corazón”, agrega la letra de la conocida canción.
En la previa, el cantante de la banda habló con ESPN y se mostró emocionado de poder se parte del show: “Nos llamaron desde Conmebol para invitarnos y agradecido por supuesto a todos por esto. Nos llena de orgullo ser partícipes de esta fiesta”. Además, contó qué sintió cuando se enteró que los jugadores del equipo de sus amores solían cantar su tema: “Fue tremendo, empezaron a llamarnos cada vez que la cantaban antes y después de los partidos. Una alegría inmensa” .
Del lado de Fluminense, la fiesta la puso Ferrugem un músico que saltó a la fama en 2009 y se caracteriza por cantar pagoda y samba. Además, el artista que acumula más de 6 millones de reproducciones por mes en la plataforma Spotify le dedicó un tema a la hinchada del Flu “Vamos los Tricolores a ganar la Libertadores”.
En los últimos años Conmebol ha incluido shows musicales de bandas que representen a ambos finalistas. El caso más recordado es el de Los Palmeras, que tocaron en la Sudamericana 2019 por pedido de Colón y también el de Turf, que representó a River Plate en la final de la Libertadores 2019 en Lima.
La historia de Yerba Brava
Los inicios de Yerba Brava coinciden con una de las más grandes crisis sociales que azotaron a la Argentina. A finales de los años 90, en plena recesión económica, la música vulgarmente denominada como “tropical” se reconfiguraría con la irrupción de la variante “cumbia villera”, un ritmo que empezaba a copar los barrios populares hasta derramarse hacia la televisión. Algo que llegaría a su pico en el año 2001, cuando todo estaba a punto de estallar.
San Fernando, en la zona norte de la Provincia de Buenos Aires, sería el centro de ese, por entonces, nuevo ritmo. De ahí surgió Yerba Brava, pero también Pablo Lescano, quien con los años se convertiría en el ícono de la cumbia villera, a fuerza de las canciones que compuso para Flor de Piedra y luego con su proyecto personal, Damas Gratis.
La formación original de Yerba Brava estaba liderada por Juan Carlos El Monito Ponce y lo acompañaban Ezequiel Caminos, Marcelo Moya, Víctor Cantina y Alejandro Beltzer, entre otros músicos que fueron y vinieron. En sus comienzos, irrumpían en las bailantas con covers de La Nueva Luna y Sombras, hasta que de a poco comenzaron a alumbrar sus temas propios. Y no solo “La cumbia de los trapos” fue hit, sino que también lograron colar en el inconsciente colectivo otras canciones como “Pibe cantina” y “La canción del yuta”.
Hacia 2002, cuando estaban trabajando en el tercer disco -que se titularía Corriendo la coneja-, El Monito decidió abandonar la banda por diferencias tanto con algunos de sus compañeros como también con el sello grabador, quienes pretendían una apertura en el sonido del grupo, virándolo hacia el pop e incluso la salsa. Su lugar lo tomó Oscar Belondi, quien estuvo poco más de un año al frente. Sería reemplazado por Santiago Cairo, quien se mantuvo hasta comienzos de 2009. La posta la agarraría Gastón Calderón, hasta 2014, cuando ingresaría en el grupo el cantante Maxi Díaz. Para ese punto, las giras de Yerba Brava ya eran internacionales aunque nunca volvieron a pegar un hit como los de su primera época. El cantante en la actualidad, y desde 2018, es Cristian El Tibu Espinoza, el exvocalista de Guachín, otra de las bandas pioneras de la cumbia villera.