Wanchope Ábila es el primer entrevistado del ciclo Random, a cargo del periodista deportivo Leo Montero. En esta primera entrega, el delatero de Colón de Santa Fe repasa su carrera, sus logros y sus experiencias en el profesionalismo. Wanchope revive su paso por Boca Juniors y la presión de la alta competencia. El delantero también describió su admiración por la Mona Jiménez y recordó el día que fue convocado por el artista junto a otras figuras del fútbol.
-¿El gol de quién te hubiera gustado hacer?
-Yo creo que el de Palermo contra Perú en el Monumental para clasificar al Mundial, con la lluvia, el Diego, la presión y todo; aparte metés el pie y entra la pelota sola así.
-¿Tres brazos o tres piernas?
-Yo creo que tres brazos, boludo. Con uno lo sostenés (al defensor) y con los otros avanzás. Aparte a la hora de pelear tenés tres brazos. ¿Cómo tapas tres piñas a la vez?
-Tu mejor y tu peor momento.
-El mejor momento es vivir todo el tiempo del fútbol, de lo que amo y mi peor momento son las tragedias que aparecen en la vida, cosas que uno no las tiene en cuenta.
-¿Te gustaría ser entrenador o dirigente?
-Entrenador, capaz que dirigente no te diría que no. Puedo cumplir las dos funciones porque estuve de este lado del mostrador, pero me gusta el día a día, el viaje, la charla y la concentración.
-¿Por plata o por gloria?
-Hoy es más por gloria, cuando sos pendejo más por plata.
-Si tuvieras que elegir una mamá y un papá famosos.
-Hijo de “la Mona” o del Diego.
-Yo nunca…
-Yo nunca abandonaría a mis padres.
-Cuando sea grande quiero ser…
-No tan odioso.
-Una sola palabra para definirte.
-Yo diría que compañero.
-¿Qué alrededores del fútbol son nocivos?
-La gente mal intencionada, nos conocemos todos, puede ser un periodista, un dirigente, árbitro, representante, lo que vos te imagines o hasta un compañero, no podes ser un mal tipo. Acá competimos y todos queremos un lugar mejor y todos pensamos por ahí que si no nos toca empezamos a ir para abajo y cada vez más para abajo desde lo futbolístico, pero es momentáneo. Porque personalmente desde adentro todo el mundo va a hablar bien de vos y en algún momento se te va a dar porque es por decantación que la cosa va a venir bien. Aprendí con Carlos Tevez, yo siempre digo que soy amigo, pero es el más hijo de puta conmigo, porque te dice las cosas de frente, me dice cualquier barbaridad, pero de frente, por eso vos lo tenés que tomar bien.
-¿Qué fue lo que más te gustó de tu paso por Boca?
-Me gusta la presión, todo lo que es la euforia y estar siempre apretado. Boca te lleva a un umbral de exigencia tan alto que después todo lo otro te parece poco. Entonces, bueno, me pasa eso, uno quiere volver a competir, a pelear por cosas importantes y decir “yo necesito esa adrenalina de estar todo el tiempo apretado y hay que ganar y ganar y que el único resultado sea ganar”.
-¿Sería Boca algo como adictivo, con lo bueno y lo malo?
-Sí, sí, con lo bueno y lo malo. Yo ya no tenía miedo a muchas cosas y cuando estas ahí adentro el umbral es mucho más alto, te apagan un cigarrillo y vos decís “no me duele, prendeme fuego la pierna, porque ya nada alcanza”.
-Eso es lo que te da un club tan grande ¿no?
-Depende de las personalidades también, las formas y cómo los tratás. Por ejemplo, yo salía a la calle, me conocía todo el mundo, y yo no le daba pelota, y capaz decían “es un asqueroso”. Pero es que yo no me sentía en una posición de estrella, pero sí dentro de la cancha me sentía un animal.
-¿Qué significa el “espíritu Mona Jiménez” en tu vida?
-Es la alegría en persona, me alegro con solo verlo, con solo prender y verlo en la televisión. Ya en el momento de abrazarlo y decirle “yo te amo a vos, loco”.
-¿Cuál es tu tema favorito de La Mona?
-Hay muchos que hablan sobre la madre que están buenos. “Querida ma” es un tema que te pega, gracias a Dios yo tengo a mi vieja viva, pero ése es un tema muy fuerte. Me acunaste nueve meses en tu vientre…
-Lo conociste ¿no?
-Él me llamó por teléfono para que fuera a cantar con él y yo jugaba en Sarmiento en Junín. Me llamó a mí, a Carlitos Tevez y al Hachita Ludueña, habíamos salidos los tres campeones; Ludueña en Santos Laguna, Carlitos en Manchester City y yo en Sarmiento. Imaginate la magnitud de los otros dos y aparecí yo, pero no me importó nada, me mandé igual.