Los minutos finales del clásico Racing-Boca en el Cilindro resultaron frenéticos. De la patada de Miguel Merentiel que mereció ser roja a su gol, el 1-1, luego de un centro preciso de Saracchi en el que falló Leonardo Sigali. De la redención de Sigali con el cabezazo goleador para el 2-1 final en el quinto minuto de descuento (aprovechando la pegada excelsa de Emiliano Vecchio) a su festejo alocado, sin camiseta, golpeándose el pecho de cara a la platea que lo criticó durante la irregular campaña de 2023. Y el áspero cruce entre Agustín Almendra y Cristian Medina como postre.
Si bien se llevan dos años de diferencia (el hombre de La Academia es mayor), ambos compartieron Reserva y Primera en el Xeneize; supieron ser dos de las mayores promesas de la cantera. Sin embargo, mientras Medina se asentó y se transformó en una de las figuras del equipo hoy orientado por Jorge Almirón, Almendra mostró su talento con vaivenes y problemas de disciplina que mellaron sus posibilidades. Además, se terminó marchando mal de La Ribera, tras un conflicto con Sebastián Battaglia por el que fue separado del plantel (e incriminado en público por Darío Benedetto) y luego de haber quedado libre. Cuando parecía que iba a incorporarse al Rayo Vallecano de España con el pase en su poder, arribó a Racing, el club del cual es hincha.
Como bonus track: aguijoneó la rivalidad en la previa del cruce por Copa Libertadores en el que Boca consiguió el pasaje a semifinales por penales. La relación quedó lesionada. Y se pudo advertir en este nuevo enfrentamiento. Con el partido ya 2-1 y las pulsaciones al máximo, Medina avanzó con balón dominado y Almendra lo “taló” de atrás. Enseguida, su ex compañero se repuso y lo fue a buscar, enojado.
Enseguida, el volante local intentó disculparse y estiró sus brazos, en busca de estrecharle la mano. Pero el gesto fue rechazado por el hombre de la visita, en uno de los momentos más tensos de la noche en Avellaneda. Casi inmediatamente, el encuentro terminó y la atención se diversificó. Boca quedó ensimismado en la derrota y con algo de bronca con el arbitraje (el entrenador reclamó en continuado), aunque con la esperanza de la final de la Copa Libertadores ante Fluminense, fijada para el sábado 4 de noviembre en el estadio Maracaná. Y Racing celebró el hecho de dar batalla en la Copa de la Liga, donde está segundo en la zona B.
* Las principales alternativas del duelo en el Cilindro