Dentro del plantel actual de la selección argentina se encuentran varios hombres surgidos de la cantera de River Plate y que quedaron muy identificados con la institución. Sin embargo, hay otros que nunca jugaron de manera oficial con la banda roja cruzada en el pecho pero que anhelan algún día recalar en la institución. Este es el caso de Nicolás González, estrella de la Fiorentina y confeso simpatizante del Millonario.
El futbolista surgido de Argentinos Juniors, que es una fija dentro de las convocatorias de Lionel Scaloni, remarcó durante una entrevista con el canal de Youtube de Ezzequiel, que en el futuro anhela continuar su carrera en el club de Núñez; aunque aclaró que hoy su cabeza está en el cuadro Viola, donde es una de las principales figuras del equipo entrenado por Vincenzo Italiano.
“La verdad, toda mi familia es de River. El fanatismo siempre estuvo ahí. Pero yo lo viví así, como un hincha más. Cuando me toca jugar en Argentinos el sentimiento cambia un poco, Argentinos me da todo. Obviamente les tengo un gran aprecio, pero soy hincha de River. El fanatismo siempre estuvo, más del lado de mi hermano. Mi hermano se vuelve loco en los partidos”, comenzó su relato. Y luego, rememoró: “Cuando cumplí 18 me regalaron una remera firmada por todos los jugadores. La tengo todavía guardada, después voy a ver quién está. Creo que está Nacho”.
Durante la nota, el ex Stuttgart de Alemania recalcó: “Yo tengo muchas ganas, porque quiero cumplirle, no sé si es un sueño, pero quiero que mi hermano me vea con la camiseta de River, que para él sería muy lindo y para mi muy especial. Son muchas las ganas, pero hoy en día pienso acá. El día de mañana me encantaría estar en River, si Dios quiere. Pero los de mi alrededor saben que tengo muchas ganas de estar ahí”.
González, incluso, se animó a reconocer las metas que le gustarían cumplir en caso de firmar con los de Núñez: “Si estoy en River me gustaría ganar todo, uno no va a River a pasear. El club exige eso. Me encantaría poder ganar la Libertadores, el campeonato. Son metas a largo plazo”.
En lo que respecta a la selección argentina, el polifuncional futbolista expresó que pese a ser los actuales campeones del mundo el plantel albiceleste no se conforma y que quieren ir por más: “Nosotros seguimos teniendo hambre de gloria y el rival le quiere ganar al campeón del mundo, entonces tenemos que estar a la altura y demostrar por qué somos campeones del mundo. El argentino siempre quiere ganar”.
También rememoró el cimbronazo que le significó perderse la Copa del Mundo a poco para el inicio de la competencia: “Hasta el día de hoy lo pienso. Es un momento duro. La pasé muy mal. Estaba en Qatar, faltaban tres días para que arranque el Mundial. La llamé llorando a mi vieja, ellos viajaban al otro día. Estaba con Alexis, él me vio llorar. Con los días, los meses, fui levantando. Que eso no se terminaba ahí, que voy a tener revancha. El año pasado con la Fiorentina llegué a dos finales, en mi cabeza estaba ‘me perdí la final, pero esto se me tiene que dar’. Perdí las dos, pero la vida no termina ahí. Tengo que seguir trabajando y olvidarme del Mundial. Decís ya pasó, somos todos felices, pero uno estando ahí, a tres días de arrancar, fue muy duro... Jamás pensé que me pasaría. Hoy estoy feliz, lo dejé en el pasado. Con el apoyo de mis seres queridos lo pude sacar de mí”.
“Antes no creía mucho en eso. Después hice un cambio. Hoy en día hablo con un psicólogo. Cada persona que no me ve por un tiempo y me ve ahora me dice que ve un cambio muy grande. Yo me veo igual que siempre, pero los de afuera me lo hacen notar”, concluyó.
Fiorentina, que la temporada pasada perdió la final de la Conference League y la Coppa Italia, actualmente se encuentra en la quinta colocación de la Serie A, a cinco del líder Inter y Nicolás González es su carta ganadora. El zurdo lleva siete goles (máximo anotador de su equipo en el torneo local y fue clave para clasificar a la fase de grupos de la actual Conference League) y dos asistencias en 12 presentaciones en lo que va de la temporada.