La crónica de esta apertura de los XIX Juegos Panamericanos – Santiago 2023 dirá que la argentina Fernanda Russo ganó la medalla de plata en la competencia de rifle de aire 10 metros, al escoltar a la norteamericana Sagen Maddalena. Esos son los datos que quedarán en las estadísticas.
Pero hay mucho más por decir de esta chica nacida en Córdoba y criada en La Rioja. Porque más allá de las condiciones deportivas de Fer Russo hay destacar además que tiene una cabeza diferente, que está terminando de cursar la carrera de Gestión Deportiva, que tiene inquietudes y que ha trabajado para evitar el bullying en las redes sociales. Es muy meritorio su esfuerzo para que se valore la gestión deportiva y cambiar la lógica de lo que pasa con el deporte en Argentina.
Fernanda comenzó muy, muy jovencita en los Juegos de la Juventud, a los 14 años, y que seguramente muchos la recuerdan por aquel episodio y gran ejemplo en Río 2016 cuando la gente se conmovió porque Fernanda se puso a llorar por haber logrado un vigésimo puesto, cuando pensaba que solo alcanzaría el puesto 35. Llorar de la emoción por haber logrado un vigésimo puesto en un país tan exitista como el nuestro es una lógica que debe valorarse.
Fernanda también ha estado muy expuesta a los cuestionamientos al deportista que viaja al exterior porque la gente cree que van gastando fortunas por ahí y no es lo que sucede. La mayoría de las veces nuestros deportistas viajan en condiciones precarias. Además, el deporte elegido por Fer es costosísimo. Más de una vez ha tenido que competir con un solo rifle porque no tenía repuesto y en caso de tener un inconveniente, ha tenido que pedir alguno prestado. Cosa que le ha pasado en más de una ocasión y sin decir nada, sin quejarse, sin reclamar.
Fer Russo hoy tiene su tercer Panamericano, va camino a su tercer Juego Olímpico y logró una medalla en una situación de mucha presión, de mucha tensión, que es el punto para tener en cuenta. Pasó la fase de clasificación cuarta muy cómodamente. En la final de ocho, las norteamericanas estaban las tres primeras arriba y ella estuvo a un tiro de quedar afuera, bajó un momento a un nivel de 9.3 que parece bueno por el máximo 10.9. Sin embargo, en este nivel, un 9.3 te condena toda la campaña. Pero resolvió muy rápido. Respondió y reaccionó muy rápido para dar vuelta la situación. Y no sólo se quedó con la plaza olímpica, sino que terminó ganando la medalla plateada, lo que parecía imposible. Más si se tiene en cuenta que las chicas norteamericanas son profesionales, tienen todo el respaldo del mundo, todo el apoyo y mucha contención.
Lo de Fer Russo es valorable por todo ese contexto dentro de un día inaugural que también tuvo para la Argentina tres medallas en taekwondo, la más destacada la medalla plateada de Lucas Guzmán en la que dice que es su despedida panamericana. En el caso de Giulia Sendra y de José Luis Acuña, fueron medallas de bronce también en taekwondo.
Mención especial para la nadadora Macarena Ceballos, que se quedó con bronca por la marca por haberse quedado con la medalla de bronce en los 100 metros pecho porque ella viene teniendo registro para poder ganar. Es una de las clasificadas para París con marca. No deja de ser extraordinario lo que viene logrando esta cordobesa.
Otra nadadora que en algún momento, por situaciones de salud y por situaciones de falta de apoyo, estuvo a punto de quedar afuera de la competencia. Había estado pensando en dejar de competir a primer nivel, entre otras cosas porque la mayoría de estos deportistas lo que perciben oficialmente más allá de algunos aportes privados es una cifra que está -si tuviéramos que compararla con el INDEC- por debajo de la línea de la pobreza.