Alejandro Gómez quedó en el centro de las miradas por el control antidopaje positivo que se conoció hace pocos días. El Papu se sometió a un análisis durante octubre del 2022, cuando todavía era jugador del Sevilla de España y semanas antes de unirse al plantel de la selección argentina para disputar el Mundial de Qatar. Aunque hubo pocas opiniones al respecto en el mundo del fútbol sobre el tema, quien se atrevió a criticar al volante fue el entrenador José Mourinho.
El técnico portugués dirigió a la Roma frente al Monza, actual club de Alejandro, y se llevó los tres puntos gracias a un agónico tanto de Stephan El Shaarawy. Una vez en la conferencia de prensa, fue consultado por la situación del surgido en Arsenal de Sarandí. “¿Papu Gómez? No recuerdo que haya jugado la final de Europa League. Creo que ha jugado contra la Juventus en semifinales ya con un control positivo. Pero eso no es problema mío. Yo si tengo un poco de tos, no ando tomando de esos jarabes porque sino cuando vaya al control voy a estar en problemas”, declaró Mou.
El conflicto entre el Papu y el entrenador se originó por unas declaraciones del argentino al medio La Gazzetta dello Sport. “La Serie A que he encontrado está más competitiva que la que dejé hace unos años. El Atalanta abrió el camino a muchos equipos. Veo entrenadores como Thiago Motta, Palladino, Gilardino, directores técnicos jóvenes y ambiciosos que intentan idear un estilo de juego interesante”, lanzó Gómez sin poner al luso dentro de la lista.
* Los gestos de Mourinho que derivó en su expulsión
Segundos más tarde fue consultado por José y Alejandro sorprendió con la respuesta: “¿Mourinho? Sólo tengo un recuerdo de él y es ganar la Europa League con el Sevilla contra él hace unos meses. Pero ahora me gustaría ayudar a crecer al Monza. Es un club ambicioso que quiere crecer paso a paso. Primero hay que evitar el descenso y luego ya podemos pensar en el resto”. Lejos de olvidar estas palabras, fue el técnico portugués quien tuvo la última risa a un inesperado cruce.
Mientras tanto, Mourinho fue expulsado en el duelo con Monza y no podrá estar en el banco de suplentes cuando la Roma visite al Inter la próxima fecha de la Serie A. El luso se arrodilló en el festejo de gol, se puso de pie con el puño apretado y realizó dos polémicos gestos: primero llevó el dedo a la boca para pedir silencio y luego cerró el puño para simular el llanto de cara a la visita. Automáticamente, el árbitro Giovanni Ayroldi le mostró la tarjeta roja para enviarlo al vestuario.
EL RESUMEN DE ROMA 1-0 MONZA EN LA SERIE A