Corrió en la Fórmula 1 y es el único campeón post mortem del Turismo Carretera: a 50 años de la tragedia de Nasif Moisés Estéfano

De hacer repartos en un almacén familiar a correr en Europa y ganar títulos nacionales. El beso a su madre que nunca llegó. Radiografía de uno de los mejores pilotos argentinos de la historia

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Nasif Moisés Estéfano celebrando en el podio del Autódromo de Buenos Aires. Detrás asoma la vieja torre de control (Revista Goles)
Nasif Moisés Estéfano celebrando en el podio del Autódromo de Buenos Aires. Detrás asoma la vieja torre de control (Revista Goles)

Hace 50 años Nasif Moisés Estéfano fue el piloto a vencer en el Turismo Carretera. Había logrado cinco victorias con el Ford Falcon del equipo oficial y se encaminó a un inexorable título. El 21 de octubre de 1973 era el domingo perfecto para celebrar el Día de la Madre en la Argentina, pero “El Turco” o “El Califa Chico”, como se lo conoció, nunca llegó a saludar a la suya, Elia. El excelso piloto tucumano sufrió un fatal accidente en Aimogasta, en el Gran Premio de la Reconstrucción Nacional.

Nasif nació el 18 de noviembre de 1932 y fue el segundo de cinco hijos varones de Jorge Yunan Estéfano y Elia Chantire un matrimonio de ascendencia libanesa que una década atrás se había asentado en Concepción, una localidad tucumana que como otras tantas del país estuvieron inmersas en el progreso. Nasif cursó sus estudios primarios y luego abandonó el colegio secundario, pero con la condición de colaborar con su padre en el negocio de ramos generales.

Aprendió a manejar de muy joven ya que se dedicó al reparto sobre una camioneta Ford 40 y por esos días aprendió el ABC de lo que luego puso en práctica en el automovilismo: los derrapes controlados, la punta y taco en el pedal y el cambio doble embrague. Claro que los clientes del almacén recibieron cualquier cosa menos mercaderías.

Extrovertido y carismático, junto a su hermano mayor Luis y un grupo de amigos armaron una peña y recaudaron dinero a la vieja usanza en su pueblo con eventos y la colaboración de sus vecinos para poder apoyar a un piloto que los iba a representar y con el correr del tiempo terminó siendo su gran orgullo.

El Turco doblando con el Sport Prototipo Formisano Ford en Paraná 1971, una de sus mejores carreras (Revista CORSA)
El Turco doblando con el Sport Prototipo Formisano Ford en Paraná 1971, una de sus mejores carreras (Revista CORSA)

Debutó el 6 de enero de 1952, con solo 19 años en Fuerza Libre provincial, un concepto de categoría que fue fuerte en esos años. Eran los autos de Fórmula armados en base a autos de calle con el motor, suspensión y otros elementos preparados, pero con la carrocería similar a la de un monoposto. Con un Ford logró su primer triunfo el 28 de agosto de 1955 en un circuito de Juan Bautista Alberdi, en Tucumán.

Sus logros locales lo llevaron a debutar en el TC y corrió los Grandes Premios de 1957 y 1958. También se estrenó en la Fórmula 1 Mecánica Argentina, que era la versión nacional de la Máxima. El 6 de septiembre de 1959 en el circuito más desafiante de la Argentina, el mítico óvalo de Rafaela, llegó a liderar la carrera y al cabo de 172 vueltas terminó cuarto.

Su manejo prolijo y proyección de futuro piloto internacional llevaron a que el Automóvil Club Argentino (ACA) lo invitara a correr el Gran Premio de la República Argentina el 7 de febrero de 1960. Con una vieja Maserati 250F (auto similar al que Juan Manuel Fangio logró su quinto título en 1957), culminó décimo cuarto en el Autódromo de la Ciudad de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez.

Entusiasmado por seguir en el ámbito internacional, vendió todas sus propiedades para pagar su aventura europea. Se contactó con otro argentino que estaba radicado en Italia, Alejandro De Tomaso, quien le propuso armar un equipo de F1 para 1962. Nasif firmó un contrato y pagó 7.000 dólares, que en ese entonces eran -aproximadamente- un millón de pesos argentinos. Pero la historia terminó mal ya que De Tomaso no llegó a tiempo a terminar el coche para el comienzo de la temporada y recién pudo debutar en Italia el 16 de septiembre, aunque no pudo largar en Monza. El 16 de mayo de 1963 corrió otra competencia de la Máxima que fue sin puntos en el denominado Gran Premio de Roma disputado en Vallelunga, donde desertó por la rotura del embrague. Esa temporada en las carreras puntuables no pudo largar en Mónaco, Francia y Gran Bretaña.

Celebrando en un podio con otra figura inolvidable del TC, Octavio Suárez (Revista CORSA)
Celebrando en un podio con otra figura inolvidable del TC, Octavio Suárez (Revista CORSA)

Desilusionado regresó definitivamente a la Argentina y se consolidó en el ámbito nacional. Se reincorporó a la F1 Mecánica Argentina y con un monoplaza Löeffel motorizado por un seis cilindros de Chevrolet fue bicampeón en 1963 y 1964. Ese año también logró una de las dos mejores carreras de su vida, según contó en una entrevista con CORSA. Fue el 5 de julio en las 6 Horas de Reims, en Francia, donde ganó junto a Andrea Vianini, otro de los grandes pilotos argentinos de la época y compartieron la conducción de un Porsche 904 GTS. “Hay dos carreras que me satisfacen a través del tiempo. Una de ellas es la que corrí en pareja con Andrea Vianini en Reims, con un Porsche 904 particular. Nos dimos el gusto de ganar la categoría y pasarles el trapo a los Porsche oficiales. Esa fue una gran carrera, primero porque fue en Europa y después porque luego de ese triunfo nos ofrecieron autos oficiales para correr la temporada. Pero para variar, mi suerte no me ayudó, y tuve un accidente en Argentina, justo cuando hubiera podido entrar en el equipo Porsche”, recordó.

Al año siguiente, Nasif volvió a consagrarse y fue en el Turismo Mejorado Clase D (el actual Turismo Nacional), con un Alfa Romeo Giulia, en la divisional de 1.300 a 1.600 cm3. Fue una revancha, ya que el año anterior había sido subcampeón.

Si bien Europa era cosa del pasado, participó en eventos internacionales en el país que fueron muy habituales a finales de los años sesenta y principios de los setenta. En el verano de 1966 corrió en la Fórmula 3 con un Brabham BT15-Ford y tras largar desde el fondo batió 23 veces el récord de vuelta del circuito callejero del Parque Independencia, según cuenta el sitio Aires de Santa Fe.

Ese año también comenzó a competir de forma regular en el TC y el 22 de mayo logró su primer triunfo en el extinto Autódromo General San Martín de Mendoza, un trazado espectacular con curvas rápidas, largas rectas y un puente que supo recibir a la Fórmula 2 Europea a finales de 1978. Fue con un Ford y terminó con un neumático en llanta.

El testimonio de Nasif Moisés Estéfano luego de ganar en Tandil en el Turismo Carretera el 29 de abril de 1973

Se convirtió en uno de los pilotos más rutilantes de la época junto a Carlos Alberto Pairetti, Eduardo Copello, Carlos Marincovich, Jorge Cupeiro, Héctor Luis Gradassi, Jorge Ternengo, Luis Rubén Di Palma y Néstor Jesús García Veiga, entre otros. Fue un momento en el que los corredores de élite a nivel nacional tenían altos contratos con los equipos oficiales. Por caso, Carlos Alberto Reutemann confesó que “en 1970 en la Argentina se ganaba buena plata. En el Sport Prototipos, los pilotos cobraban muy buenos sueldos. Ellos sacaban por mes lo que yo a duras penas pude ganar en un año en Europa. Recuerdo que a fines del año 1970 me vine de Europa con 1.200 dólares. Hasta en determinado momento pasaba hambre”.

Junto al TC comenzó a correr en el Sport Prototipo, una efímera categoría de cuatro años que fue espectacular porque los ingenieros y diseñadores tuvieron libertades en su ingenio para construir autos. Pero debido a sus altos costos no llegó a completar la temporada de 1973. “La otra carrera de la cual me voy a acordar toda mi vida, es la primera de Sport Prototipos en 1971 en Paraná. ¡Qué carrerón! Pese a no haber ganado, me sentí como nuevo al saber que punteaba la carrera en la primera serie y que después en las otras series bajaba los tiempos vuelta por vuelta, establecía récords y pasaba autos a rolete. ¿Sabés qué pasaba? Cuando andás durante dos o tres años, sentado en autos que no te responden y con los que solamente podés llegar, y a gatas, te desmoralizás y empezás a pensar que el que no sirve sos vos. ¡Bueno, eso me pasó a mí! En Paraná tuve un buen auto, un buen motor, y un buen equipo y pude demostrar que sigo siendo el mismo Nasif de siempre. Sí, la de Paraná fue una gran carrera y nunca me voy a olvidar de ese momento”, reveló El Turco en dicha entrevista con CORSA.

En 1972, Ford quiso recuperar la gloria en el TC luego de siete temporadas de sequía y la terminal de General Pacheco entró con todo y puso un equipo oficial cuyo responsable fue José Miguel Herceg, uno de los mejores preparadores argentinos de la historia, especializado en motores. La escudería se armó con Pirín Gradassi y el propio Estéfano. Luego se sumó un joven de 22 años llamado Juan María Traverso. En esa temporada ganó tres carreras con un Falcon, en Pergamino, El Desafío de la Cordillera y la Vuelta de Hughes.

Para 1973, el Califa Chico sintió ese campeonato debía ser suyo y lo demostró desde la segunda fecha ganando tres carreras seguidas a partir de la segunda fecha: la Vuelta de 25 de Mayo (25/03), la San Juan-Calingasta (08/04) y Tandil (29/04). Más tarde repitió en Olavarría (19/08) y en el circuito El Challao, en Mendoza (09/09).

Sobre el Ford Falcon con el que fue campeón post mortem de TC en 1973 (Revista CORSA)
Sobre el Ford Falcon con el que fue campeón post mortem de TC en 1973 (Revista CORSA)

Para la décimo tercera fecha era tal la ventaja de Estéfano que pudo haberse consagrado campeón en una carrera que desde su arranque tuvo una tragedia ya que, en la primera etapa, luego del arranque en Catamarca, Humberto Pasciulli (Chevrolet 400) perdió la vida en un accidente el 19 de octubre. El evento siguió adelante y en lo que fue su última cena les adelantó a los comensales, entre los que se encontró Carlos Menem (por entonces en su primera gobernación de La Rioja), que iba “a andar tranquilo, porque tengo mucha ventaja y además mi vieja me está esperando”, según reprodujo el portal Visión Auto.

Aunque aquel Día de la Madre Nasif no pudo reencontrarse con Elia. Largó a la mañana en Aimogasta y solo debía mantener su ventaja en la punta que era de diez minutos. Con eso ganaba la carrera y se aseguraba el título. “No leas más la hoja de ruta que esta zona la conozco muy bien”, le indicó un confiado Estéfano a José Pascione, su acompañante. Pero al llegar a una amplia curva en el empalme de la Ruta Provincial 9 y la Nacional 60, el Falcon derrapó en el frenaje y volcó. Nasif, pese a tener el cinturón de seguridad puesto, salió despedido y sufrió un golpe letal. Su cuerpo quedó a cinco metros. Mientras que Pascioni solo tuvo un fuerte golpe en una pierna. Él siempre mantuvo la postura de una falla mecánica en el auto. Hubo una versión que afirmó un supuesto sabotaje a los frenos que siempre desmintió Herceg.

En las últimas dos fechas su compañero de equipo Gradassi y Octavio Suárez (Dodge) no pudieron alcanzarlo en el campeonato y Estéfano se consagró de forma póstuma. Aún sigue siendo el único campeón post mortem del TC. Su memoria sigue viva en una avenida que lleva su nombre en su Concepción natal y en su museo. Además, también lo honró entre 1970 y 2005 un autódromo emplazado en el Parque 9 de Julio de la capital tucumana recibió a las categorías nacionales y zonales.

Ese domingo 21 de octubre de 1973 en el que Nasif Moisés Estéfano amaneció con la ilusión de que fuese su día más glorioso y pudiese celebrar el título junto a su madre, el destino le puso una trampa mortal. Aunque más allá de su tragedia pasó a la inmortalidad de los amantes del automovilismo porque los ídolos siempre aceleran en el corazón de los fanáticos.

MÁS FOTOS DE NASIF MOISÉS ESTÉFANO:

Concentrado sobre el auto de Sport Prototipo (Revista CORSA)
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En acción con el Sport Prototipo en Buenos Aires. Ese día ganó (Revista CORSA)
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Sonriente y carismático. Así era el recordado "Califa Chico" (Revista CORSA)
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En uno de los repostajes de los Grandes Premios de TC (Revista CORSA)
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Una largada del Sport Prototipo en Buenos Aires y las tribunas repletas. Nasif aparece a la izquierda (Revista CORSA)
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Nasif Moisés Estéfano fue uno de los mejores pilotos argentinos de la historia (Armando Contreras - Revista CORSA)
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