A poco de conocerse la sanción de siete meses sin jugar de manera efectiva que le cayó a Nicolò Fagioli por estar involucrado en el en el escándalo por apuestas ilegales en el fútbol italiano, ha salido a la luz el crudo testimonio que el jugador de la Juventus dio ante Fiscalía de Turín, donde confesó que recibió duras amenazas por sus elevadas deudas y que llegó incluso a pedir dinero a sus compañeros de equipo para saldarlas.
Fagioli, de 22 años, ha sido sancionado con siete meses sin jugar y deberá seguir un curso de rehabilitación durante 5 meses por haber apostado en sitios en línea ilegales. Además, deberá pagar 12.500 euros (USD 13.200) de multa y presentarse, como mínimo, a 10 reuniones convocadas por la federación para charlar sobre los efectos negativos de las apuestas.
En este contexto, algunos medios italianos como la Gazzetta dello Sport y Tuttosport han tenido acceso a su declaración ante Giuseppe Chiné, fiscal de la Federación Italiana de Fútbol, donde Fagioli admite que todo comenzó “para romper el aburrimiento que tiene un futbolista en su tiempo libre” y que rápidamente “se convirtió en obsesión”.
“Empecé a apostar en Tirrenia durante la concentración de la selección sub 21. Al principio fue divertido, pero me encontré con el tiempo en un estado de estrés por las deudas. El peor periodo fue entre marzo y abril de 2023. Durante un Sassuolo-Juventus cometí un error y fui sustituido, lloré pensando en mis deudas”, afirmó el jugador de la Vecchia Signora.
Si bien quedó cada vez más vinculado a esta práctica, Nicolò Fagioli aclaró que “nunca había apostado por el Cremonese o la Juventus “, los equipos en los que ha jugado en su carrera, y que prefirió no adentrarse en ciertas modalidades: “Hay apuestas de faltas y de tarjetas amarillas (…) me lo propusieron, pero no acepté porque iba en contra de mi ética.“
Uno de las frases más crudas de su relato ante la Justicia está relacionado al infierno que soportó por una deuda que ascendería a USD 3 millones. “Dejé de dormir por las noches. Cuanto más pasaba el tiempo, más me obsesionaba la deuda... Pensé en jugar sólo para intentar recuperarme y pagar. Me amenazaron con romperme las piernas”, lamentó Fagioli.
Según lo revelado por la Gazzetta dello Sport, al no poder usar su dinero porque era controlado por su madre, Fagioli reconoció que empezó a pedir préstamos a algunos compañeros. Puntualmente, recibió poco más de USD 40.000 del rumano Radu Drăgușin y la misma cantidad a Federico Gatti, a quienes les dijo que lo necesitaba para comprar joyas.
“Dije que los necesitaba para comprar los Rolex en una joyería de Milán, donde en realidad solía devolver parte del dinero... A veces yo mismo entregaba los relojes, a veces los propietarios de las plataformas venían a recogerlos. en las joyerías. Sólo mi madre y algunos amigos no futbolistas lo sabían”, declaró Fagioli.
El jugador de la Juve, quien se encuentra actualmente en manos de profesionales para superar su ludopatía, señaló que fue Sandro Tonali (quien también declaró ante la Fiscalía de Turín) como el compañero que le abrió las puertas del mundo de las apuestas: “Fue Tonali quien me sugirió jugar en Icebet y quien me hizo registrarme a través de una cuenta en el sitio en cuestión. Los demás también lo hicieron y ni siquiera me pregunté si los sitios eran regulares o no.”
Con esto, la situación del mediocampista del Newcastle parece más grave respecto a la de Fagioli, aunque Tonali también reconoció sus problemas con el juego y ha empezado a colaborar en la investigación para no recibir un castigo muy severo. La Fiscalía de Turín incautó su móvil y su tableta en busca de información que pueda destapar la red de apuestas ilegales detrás del escándalo que sacude a Italia.