Irlanda y Nueva Zelanda animaron uno de los partidos más atrapantes del Mundial de rugby Francia 2023. Por el pase a las semifinales, los All Blacks vencieron al equipo ubicado en el primer puesto del ranking y ahora se enfrentarán a Los Pumas por un lugar en la final de la Copa del Mundo.
En la previa del encuentro, que tuvo cambios en el marcador y hasta último momento, los aficionados estuvieron atentos si los irlandeses podían quebrar la resistencia defensiva de los Hombres de Negro, se produjo un hecho particular durante el ritual neocelandés. Una vez que los All Blacks comenzaron a realizar el haka, sorprendió que los 15 jugadores del Trébol formaran un 8 en su sector del campo de juego.
Dicha formación se debió a un homenaje que el equipo dirigido por Andy Farrell le volvió a hacer a Anthony Foley, un ex jugador del seleccionado irlandés que murió hace siete años y que llevó durante su estadía en el combinado nacional el dorsal número 8. Es importante recordar que el emblema de Irlanda murió de manera repentina durante la noche del 16 de octubre de 2016, en el hotel del equipo francés Munster antes de su partido por la Copa de Campeones de Europa contra Racing 92.
En el momento de su muerte, Foley tenía 42 años y era entrenador en jefe del conjunto parisino. Las pruebas revelaron que una afección cardíaca había provocado un edema pulmonar en la leyenda del rugby irlandés y Munster, donde jugó toda su carrera profesional entre 1995 y 2008. Con la camiseta verde, disputó los Mundiales de 1995 en Sudáfrica y el de 2003, que se jugó en Australia.
El ex forward disputó 62 test matches con su país y además del homenaje de los jugadores de Irlanda, hay que mencionar que también los fanáticos del seleccionado europeo rindieron tributo en honor a Foley: entonaron la canción The Fields of Athenry (balada folk irlandesa escrita por Pete St. John en los años 1970, que narra las desventuras de un joven irlandés durante la Gran Hambruna del siglo XIX) al mismo tiempo que los All Blacks ejecutaban su popular danza maorí.
Esta no fue la primera vez que el rugby irlandés honró la memoria de Foley. El pasado 5 de noviembre del 2016, a menos de un mes del fallecimiento de la leyenda, Irlanda venció por primera vez en su historia a Nueva Zelanda en un test match en Chicago, Estados Unidos, por 40-29, y fue allí donde homenajearon a Foley con la misma formación que marcaba el número 8 de su casaca.
Más allá del gesto, el seleccionado europeo volvió a fallar en su intento de clasificar a su primera semifinal en una Copa del Mundo. Fue la octava oportunidad que el Trébol llegó al selecto grupo de los ocho mejores seleccionado del mundo, pero volvió a fallar y se fue del máximo torneo del rugby masculino como el mejor del ranking de World Rugby pero sin cumplir su principal objetivo.