Abel Balbo dirigió apenas 7 partidos a Estudiantes de La Plata. Pese a que su llegada había generado mucha expectativa en el club platense, tres derrotas, dos empates y dos triunfos bastaron para que la directiva pincha lo cesara en su cargo. Antes de marcharse, el entrenador protagonizó un cortocircuito con uno de los referentes del plantel: Mariano Andújar.
“Tuve buena relación con Mariano, ni medio centímetro de discusión. Atajó siempre hasta el último partido. Lo que pasa es que hasta la semana previa a ese partido (0-2 con Unión en Santa Fe) nosotros habíamos jugado seis partidos oficiales, cinco por campeonato y uno por Copa Argentina. Habíamos ganado dos, perdido dos y empatado dos. No eran buenos los resultados, pero tampoco tan desastrosos. Vienen dos dirigentes a darme el ultimátum en la semana en la oficina. Si no ganamos, te tenés que ir. Y me dieron a entender que habían hablado con Mariano”, declaró invitado al programa F90 de ESPN.
El ex delantero de la selección argentina prosiguió: “No me lo dijeron, pero me dieron a entender (que Andújar no quería que siguiera como DT). Entonces yo, lógicamente, no lo puedo tener en el arco en ese momento y tomé la decisión de dejarlo en el banco por eso. Si no, Mariano hubiera seguido jugando”. Y cerró: “Qué dijo él, no sé. Ya pasó. Por eso tomé esa decisión. Si hubiéramos ganado y seguía, hubiera vuelto al arco porque para mí era él el titular. En ese momento sentí que no confiaba en mí”.
Al margen de sus diferencias con el guardameta, Balbo también expresó su disgusto por otras situaciones que le tocó afrontar en Estudiantes: “Los jugadores que pedí, no vinieron. Pedí un atacante externo izquierdo y me trajeron uno derecho. Dije que otro no se tocaba, que no se fuera, y fue el primero que se fue. Es mi trabajo, me tengo que adaptar. Ahí es: o te quedás o te vas. Es medio complicado, ¿viste? No entendía por qué. No era cuestión económica, era futbolístico. No era Verón ni Angeleri, era otra persona la encargada de decidir”.
Balbo enfatizó que “creo mucho en la unión, como gestión estoy muy cerca de los jugadores. Somos uno porque tenemos que pelear contra todo juntos” y opinó que un plantel profesional debe estar constituido por 22 futbolistas acompañados por los juveniles que están apuntados para ser promovidos.
En tanto, aclaró que no es necio a la hora de utilizar a un futbolista de buenas cualidades pese a que no lo haya solicitado: “¿Si le digo a un jugador que no fui yo el que lo pedí? Yo no se lo digo. Uno de los jugadores que me trajeron en Estudiantes, Matías Godoy, jugaba siempre de titular. Se entrenaba bien, hacía lo que me gustaba y jugaba. Es un equipo, sería estúpido si no lo pongo. Hay dos cosas que no pueden faltar, el trabajo en equipo y la mentalidad ganadora”.