Era 1996 cuando Mabel, recientemente recibida de arquitecta, tuvo un sueño y decidió ir por él: viajó a Estados Unidos para hacer un master en computación gráfica. Pero lo que pensaba que sería temporario se transformó en una vida lejos de Argentina que ya lleva 27 años. En la Universidad de Ohio State donde eligió estudiar conoció a David Kropp, con quien tuvo tres hijos, Maia (hoy 22 años), Dylan (19) y Tyler (16). Justamente el menor es el protagonista de esta nueva historia que mezcla lo mejor de Argentina y USA en beneficio del básquet nacional.
“Crecí con varias tradiciones de Argentina, mirando los seleccionados de fútbol y básquet, y con el tiempo, al ver la pasión de los hinchas y todo lo que se generaba, fui queriendo jugar para Argentina, representar al país de mi mamá que de a poco se fue convirtiendo también en el mío. El sueño aumentó luego de ver el Mundial en Qatar, en vivir todo lo que vivimos al salir campeones mundiales. Por suerte pude cumplirlo en este torneo en México. Me recibieron muy bien, la pasé de maravillas y clasificamos para el Mundial. Ahora me gustaría seguir muchos años más con el seleccionado”, le cuenta Ty a Infobae desde Columbus, Ohio, donde estudia y juega en la secundaria Olentangy Liberty. Y adonde volvió luego de destacarse (13.7 puntos, 11.7 rebotes y 2.3 tapas) en la Selección U16 que logró el boleto mundialista para el año que viene. Una ilusión más dentro de esta nueva oleada de jugadores con raíces argentinas que aparecieron en USA y que incluye a Alonso Easterling y los hermanos Marcus y Máximo Adams, entre otros. Apariciones que han cobrado aún más importancia por el momento en crisis que vive el básquet argentinos desde hace tiempo.
“Tyler se crió comiendo al estilo argentino, siguiendo y alentando especialmente a la Selección de fútbol. Siempre estuvo atento a nuestro país y con el tiempo fue aumentando su sueño de representarlo. Mis hijos son nacidos acá, pero argentinos de corazón”, cuenta Mabel, nacida en Morón pero criada en Capital Federal. Maia fue gimnasta hasta hace poco y ahora se prepara para estudiar medicina. Dylan juega al fútbol americano en la Universidad de Xavier y Tyler salió más como el papá, basquetbolista que jugó hasta la secundaria. El nene pinta para más, gracias a su combinación de talla (2m04), fortaleza y virtudes técnicas. De hecho, ya tiene seis ofertas de universidades de división I, como Stonehill, Toledo, Ohio, Illinois State, Richmond y Robert Morris, cuando todavía le quedan dos años de high school, mientras asegura que hay otras 12 facultades que mostraron interés. Un pibe que allá y acá genera ilusión. En agosto estuvo en Bahía Blanca en una concentración de la Selección U22 que luego enfrentó a la Mayor en Santiago del Estero y fue convocado para ser sparring del seleccionado principal que irá a los Panamericanos de Chile.
En Argentina se enteraron de su existencia por un mail que Mabel envió a la Confederación Argentina y llegó a manos de Mariano Marcos. El Coordinador General de las Formativas Nacionales se contactó con ella, quien envió algunos videos que Mariano evaluó y decidió el llamado del chico ni bien tuvo los papeles en regla, el DNI argentino que le permite sumarse sin ocupar ficha de nacionalizado. “Por suerte Tyler estaba dentro de los parámetros de lo que buscábamos y además, cuando lo tuvimos con nosotros, nos dimos cuenta que se trata de un chico muy especial, un bombón, que enseguida se adaptó al equipo y terminó el torneo hablando castellano y con una gran relación con todos”, resaltó Marcos. “Es verdad, Tyler tuvo una experiencia hermosa. Entró en un grupo divino tanto los jugadores como de entrenadores. No ve la hora de volver”, admitió la madre.
“Sí, la experiencia fue grandiosa. Me divertí mucho y pasé grandes momentos”, arrancó su relato, siempre en inglés y desde USA. “El equipo me aceptó rápidamente y con los compañeros nos hicimos muy amigos. Ellos me enseñaron castellano y yo, inglés. Me sorprendió lo similar que los chicos son en comparación a mis amigos acá”, comentó Tyler, quien además reconoció desde cuándo ha tenido este sueño de jugar para el país de su madre. “Hace mucho que esperaba este momento. Cuando iba creciendo siempre miraba partidos de los seleccionados argentinos y me impresionaba lo apasionados que son los hinchas. Quería ser parte de algo así. Todo se potenció luego del Mundial en Qatar, me dio más ansiedad por pertenecer a algo así. Me encanta el país, los fans, todo es muy distinto. Y realmente la experiencia fue tal como esperaba”, comentó quien tiene familiares en Argentina. “También ha sido especial por ellos, jugar por el país y que ellos me vean. Ojalá pueda ir para allá lo antes que pueda”, agregó el chico.
Kropp también tenía su incertidumbre cuando se sumó a la preselección. “Sólo quería hacerlo bien y quedar entre los 12. Era mi principal objetivo. Por suerte se fue dando y pude aportar bastante para lograr la meta de todos, ir al Mundial”, reveló. Marcos quedó chocho con el chico, en todo sentido, y realizó una radiografía de su producción para Infobae. “Ty es un ala pivote de muy buen tiro que también puede jugar de centro. Es un clásico interno que también puede atacar de frente. Tiene algunas similitudes con Tortu Deck. En comparación a los nuestros mostró un trabajo físico superior, con mucha más fuerza y masa muscular. También, como dije, nos dejó una gran impresión su personalidad. Es piola, vivo: le hacían chistes en castellano, él los entendía enseguida y los devolvía… El torneo lo jugó muy bien hasta que se descompuso por una comida y terminó el torneo jugando sin fuerza. Pero demostró ser un proyecto muy interesante, de los que no abundan en nuestro país”.
Kropp quedó muy ilusionado con lo que viene con la celeste y blanca. “Ojalá tenga un futuro largo con nuestras selecciones. Estoy muy contento con lo que está por venir”, cuenta mientras Mariano Marcos confirma que será llamado para el Sudamericano U17 que se viene en septiembre.
Claro, Tyler no es el único talento en USA con raíces argentinas. “Sí, escuché que los hermanos Adams también tienen la chance de jugar. Marcus acaba de firmar con Kansas. ¡A lo mejor algún día podemos jugar juntos para Argentina!”, se animó a decir Kropp. Una nueva era, está claro, ha comenzado para el básquet argentino. Bienvenido sea en una época de vacas flacas.