De brillar jugando al fútbol y al rugby a superar operaciones en los hombros y las rodillas: Juanchi Mallía, el polifuncional de Los Pumas

Fue una de las figuras para lograr el triunfo frente a Japón. La historia familiar de este fanático de Talleres de Córdoba

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Juanchi Mallía con Ezequiel, su
Juanchi Mallía con Ezequiel, su padre.

Empezó desde muy chiquito mientras mezclaba su pasión entre el rugby y el fútbol. Su viaje al Toulouse de Francia lo hizo crecer para consolidarse como un jugador clave en la estructura de Los Pumas. Fanático de Talleres de Córdoba y con una familia que lo sigue a todos lados, la historia de Juanchi es un ejemplo de cómo superarse ante las adversidades. Y viene de ser figura en el vital triunfo contra Japón para alcanzar los cuartos de final del Mundial de rugby.

Córdoba, el rugby, la familia, Talleres, Toulouse. Aristas de una vida dedicada al deporte y que encuentra a Juan Cruz Mallía en su mejor momento, muy afirmado en la posición de fullback. Por ser un jugador polifuncional, atrajo la mirada de Michael Cheika, el Head Coach australiano que destacó que puede también ser el lanzador del juego como apertura. En Toulouse ya jugó en esa posición como también de wing. Con Los Pumitas fue centro en el Mundial Juvenil, así que Juanchi es de los que pueden jugar en cualquier lado.

A pesar que es referente del rugby del Jockey Club de Córdoba, la familia Mallía también tiene su costado futbolero. Así se lo contó a Infobae Ezequiel, el papá de Juan Cruz, ex jugador y entrenador de la institución hípica.

Presidente actual del rojiblanco, contó de dónde viene la pasión por el equipo de la Docta: “Toda mi familia, desde mi viejo, yo y mis chicos, somos muy futboleros y fanáticos de Talleres. Íbamos a la cancha todos los partidos y mi viejo estuvo en la comisión del club y fue candidato a presidente. Yo iba a la boutique del club que me quedaba a dos cuadras y después me sentaba a ver los entrenamientos. Por eso Juanchi se hizo fanático de Talleres. Desde muy chico hizo todas las infantiles de rugby jugando al fútbol, que la verdad lo hacía muy bien. Con el Colegio participaba en la Liga Infantil, que es muy buena y de chico le gustaba más el fútbol, porque era más competitivo. Había árbitros, tablas, en el rugby infantil jugaban para divertirse”.

 Juan Cruz Mallia en
Juan Cruz Mallia en acción frente a Michael Leitch de Japón (REUTERS/Stephane Mahe)

“Yo lo llevaba –continuó- y de M12 a M14 me tocó entrenarlo. A las 12 salía corriendo y Soledad, mi mujer, lo llevaba a jugar al fútbol. La verdad, se destacaba en los dos deportes. En una final de fútbol, dónde jugaba de volante por izquierda o por derecha, el arquero se lastimó en el calentamiento. Entonces, cómo Juan jugaba al rugby fue al arco y atajó unos penales”.

“Ahora, a la distancia -acotó- en cada partido de Talleres nos hablamos en el entretiempo y al final. Con Felipe, su hermano, y Juanchi los tres estamos permanentemente conectados por Talleres”.

“El primer contacto que tuvo con una pelota ovalada fue a los cuatro años –recordó Ezequiel-. Yo fundé junto a un amigo un club de rugby en Santo Tomé, Corrientes, donde el rugby no existía. Los Carpinchos, como así le dicen a Santo Tomé Rugby Club, fue el primero que existió en la ciudad. Juan Cruz me acompañaba a todos los entrenamientos, imagínate ahora cuando los chicos lo ven en Los Pumas”.

Jaunchi jugando en las infantiles
Jaunchi jugando en las infantiles de Jockey de Córdoba

El papá como referente y los lazos que se construyen desde muy chiquito: “Por supuesto siempre estaba conmigo en Jockey, cuando dejé de jugar empecé a entrenar al Plantel Superior y en general se nos hacía muy tarde. Juanchi, fiel compañero, se quedaba dormido en la mesa de pool esperándome”.

Seguirlo a Juan Cruz es una costumbre para los Mallía que estuvieron en los grandes logros de su hijo mayor: “La familia tuvo la suerte de estar siempre durante su carrera. En el Mundial Juvenil de Inglaterra 2016 se destacó mucho. Terminaron terceros y él era subcapitán, pero terminó como capitán porque se lesionó Paolucci en el primer partido. Fue un gran torneo, en el que le ganaron a Sudáfrica y Juanchi hizo tres tries en el partido por el tercer puesto. También tuvimos la suerte de acompañarlo a Japón en su primera experiencia mundialista, donde jugó el último partido e hizo dos tries. Conocer un país distinto y su cultura fue muy gratificante. Por eso es una satisfacción verlo ahora, es increíble lo que creció y maduró desde 2019, le tengo mucha fe y soy muy optimista con el equipo de Los Pumas”.

“En el partido de 2016 nosotros llegamos para el final de la etapa clasificatoria, la semifinal y el tercer puesto. Juanchi fue el “man of the match” contra Sudáfrica y en el 2019 debutó en el Mundial contra Estados Unidos, hizo dos tries y fue elegido “jugador del partido”. Pudimos estar, y en esos viajes que lo acompañamos valieron la pena”, evocó.

Ezequiel Mallía, Soledad, Juanchi, Felipe
Ezequiel Mallía, Soledad, Juanchi, Felipe y Lola

La relación y el apego con los padres, y los temores que pudo superar con el tiempo: “Cuando era muy chiquito a Juanchi le costaba alojarse sólo. Por eso, como yo era entrenador, me pedía de ir conmigo. Con el tiempo lo fue superando, pero le costaba al principio. Es importante destacarlo para que los más chicos también se sientan representados”.

El temple y el poder de la resiliencia. Cómo Juanchi se repuso ante las adversidades: “Para rescatar de Juan Cruz, hay que decir cómo se recuperó de las adversidades. Tiene operados los dos hombros y se rompió los cruzados. También tuvo una lesión en el ligamento anterior de la rodilla. Y de cada lesión y cada post operatorio volvió mejor, más entero, con más ganas. Su empeño en el entrenamiento, en cómo superarse lo hicieron más fuerte. Creo que es el gran mérito que tiene como deportista. El paso del tiempo lo ayudó a madurar mucho y lo hizo mejor jugador”.

Ezequiel Mallía, Soledad, Juanchi, Felipe y Lola conforman una de las tantas familias argentinas apasionadas por el deporte. Con Jockey como base central de su vida y el desarrollo de los hijos para ser mejores personas. Hoy disfrutan de uno de ellos en un Mundial. Con la camiseta Argentina, la de Los Pumas, y una rica historia para contar y compartir con los que sueñan con estar algún día en el lugar que hoy ocupa él.

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