La historia ya está juzgada y el resultado no se modificará. Así y todo, Palmeiras elaboró un informe y elevará un descargo ante la Conmebol para notificar sobre la pérdida de tiempo que se originó a lo largo del partido revancha por las semifinales de la Copa Libertadores contra Boca en el Allianz Parque. El Xeneize se clasificó a la final en tanda de penales, luego del 1-1 en tiempo reglamentario. En el Verdao quedaron disgustados por la actitud de su rival de turno y criticaron al árbitro.
“Estoy convencido de que la Conmebol tomará medidas. No podemos permitir que la Libertadores vuelva a ser la Libertadores de antaño, en la que los partidos no se desarrollaban y había árbitros complacientes con el antijuego. Lo que pasó fue una vergüenza”, declaró después del match Anderson Barros, director de fútbol de la entidad paulista, quien cargó contra la figura del referí uruguayo Andrés Matonte.
El medio Globo Esporte informó qué decía el relevamiento elaborado por los encargados del Análisis de Rendimiento del Palmeiras al que tuvo acceso: se perdieron 12 minutos por caídas de los jugadores de Boca y asistencias médicas en campo (9′ de ellos en el segundo tiempo); y 10 minutos por retrasos en las reposiciones del arquero Sergio Romero (7′ en el primer tiempo). En los 22 minutos de pérdida no se contabilizaron los retrasos en otros instantes del cotejo, como saques de banda, faltas y situaciones con las que los visitantes “ataron” el duelo.
En Brasil se habla del constante “cae-cae” de los futbolistas xeneizes, así como también en las demoras durante las asistencias médicas y reposiciones. En tanto, remarcaron que la FIFA establece como estándar que el tiempo ideal de cada partido es de al menos 60 minutos con balón rodando. En Palmeiras-Bocas apenas se disputaron 49 minutos. Matonte añadió 8 minutos en total de tiempo añadido: 3 en la primera parte y 5 en el complemento, algo que exasperó a todos los locales.
Respecto a las sanciones disciplinarias, el colegiado uruguayo amonestó a Rony, Gustavo Gómez, Raphael Veiga y Endrick en Palmeiras, mientras que hizo lo propio con Marcos Rojo (doble amonestación y expulsión), Frank Fabra, Nicolás Figal, Equi Fernández, Cristian Medina, Chiquito Romero y hasta el entrenador Jorge Almirón, quien se quejó porque no pudo realizar una modificación más en la última ventana del partido (era Jorman Campuzano por Cristian Medina).
Vale recordar que este fue el cuarto enfrentamiento a eliminación directa entre Palmeiras y Boca, que siempre se quedó con la victoria. La primera vez fue por la final de la Libertadores 2000, en la que ganó por penales en el estadio Morumbí. Al año siguiente, eliminó al Verdao por la misma vía pero en las semifinales. En idéntica instancia, despachó al conjunto paulista en la edición de la Libertadores 2018. Y lo mismo ocurrió en la actual competición.
El próximo sábado 4 de noviembre, el elenco argentino se enfrentará al Fluminense en el estadio Maracaná de Río de Janeiro en busca de la séptima Copa Libertadores de su historia.