De un lado, Shaquille O’Neal, 217 centímetros y 150 kilos, uno de los pivotes más dominantes de la historia de la NBA. Del otro, Zhang Weili, campeona de UFC, 1,63 metro y 54 kilos. La falta de equivalencias evidente a simple vista se esfumaron cuando el estadounidense desafió a su interlocutora a que le aplicara un golpe en el estómago para testear su fuerza. Seguramente, a juzgar por el resultado, Shaq se habrá arrepentido...
El curioso encuentro fue compartido en las redes sociales por la luchadora, que abordó al ex Orlando Magic y Los Ángeles Lakers cuando caminaba sobre la cinta en un gimnasio. La china lo saludó y amagó con darle un puñetazo en el torso, lo que provocó las risas de los presentes, pero no amilanó a O’Neal, quien se golpeó la boca del estómago, retando a la deportista a que probara la fuerza de sus manos.
Weili tomó impulso con su brazo derecho y le imprimió fuerza al golpe, que inesperadamente dobló a Shaq Atack, en una escena que también despertó las carcajadas de los espectadores y del propio ex basquetbolista, que luego de algunos segundos recuperó la vertical y la felicitó por sus habilidades.
Pero no se quedó ahí. El pivote la imitó en algunos movimientos, pero luego ella lo volvió a aguijonear: le planteó que lo podía levantar. Para ello, le solicitó que juntara sus piernas y, de un impulso, lo alzó. Shaquille abrió grandes los ojos, y volvió a reír con ganas ante la hazaña.
La luchadora nació el 13 de agosto de 1989 y debutó en las artes marciales mixtas en 2013. Cosechó dos títulos y alcanzó un récord de 16 victorias y un tropiezo hasta 2018, cuando firmó contrato con la compañía UFC. Hoy su foja alcanza los 24 triunfos y apenas tres tropiezos, y es la reina de la categoría paja, además de ser considerada una de las mejores tres libra por libra en la especialidad. Con todo ese bagaje consiguió sorprender a un gigante como Shaquille.
O’Neal, de 51 años brilló durante 19 temporadas en la NBA, coleccionó cuatro anillos de campeón, obtuvo cuatro premios MVP (tres de ellos en finales), y además participó en 15 Juegos de las Estrellas. Se midió con los pivotes más amenazantes y potentes de la liga de baloncesto más competitiva y fuerte del mundo. Sólo dos cuestiones lograron doblegarlo: el karma de los tiros libres y la convicción de la pequeña pero poderosa Zhang Weili.