San Pablo, con el argentino Jonathan Calleri entre los titulares, se consagró campeón de la Copa de Brasil tras empatar 1-1 en el estadio Morumbí con el Flamengo que dirige Jorge Sampaoli, lo que significó un nuevo golpe para el entrenador santafesino que está en la cuerda floja por los malos resultados con el equipo carioca.
En la ida, el equipo que orienta Dorival Júnior había ganado 1-0 en el Maracaná gracias a un gol de Calleri y, en la revancha ante su público, los paulistas pudieron conseguir su primer título en la Copa de Brasil ante un poderoso rival que se encuentra sumergido en una crisis interna que tiene como principal apuntado a Sampaoli.
Flamengo sorprendió a los 44 minutos del primer tiempo con un tanto de Bruno Henrique, quien aprovechó un rebote en el palo tras un disparo del chileno Erick Pulgar. Sin embargo, San Pablo llegó rápidamente al empate luego de un remate Rodrigo Nestor. El brasileño aprovechó una mala salida del arquero argentino Agustín Rossi, quien llegó a despejar el balón con sus puños, pero dejó el arco desguarnecido al salir lejos en el área y facilitó el gol de la igualdad.
El ex entrenador de las selecciones de Chile y Argentina, cuestionado por los fanáticos del Mengao y sostenido en el cargo por los directivos, decidió excluir del equipo titular a los experimentados Gabriel Barbosa, David Luiz, Filipe Luis, Everton Ribeiro y al arquero Santos y no pudo lograr la victoria necesaria para forzar los penales y torcer el rumbo de la final.
Sampaoli viene siendo castigado por los simpatizantes del Flamengo luego de la dura eliminación en octavos de final de la Copa Libertadores ante Olimpia de Paraguay y una seguidilla de malos resultados en el Brasileirao provocaron que la situación del casildense en el cargo esté atada con alambres. De hecho, en el Morumbí los hinchas del San Pablo se mofaron del presente del ex Sevilla y le pidieron que se quede en el equipo carioca un tiempo más mientras los del Fla le gritaron “burro”.
Al finalizar el encuentro, el DT maldijo en el banco de suplentes, manifestó su bronca y se marchó raudamente hacia el vestuario. Además, tampoco se lo vio en la entrega de medallas junto al resto de la delegación del Flamengo, en un gesto que empeoró su imagen: resultó el único ausente. “Me fui al final del partido y cuando quise regresar al campo no pude porque estaba cerrado”, argumentó en conferencia de prensa.
“Para mí, el equipo hizo un partido en el que fue mejor que el San Pablo. Ahora tendremos que luchar por un lugar en la Copa Libertadores. Seguro que tendremos que ser muy regulares”, afirmó Sampaoli. “Llegué a un club en crisis, habiendo perdido cuatro finales. En una situación complicada en la Copa de Brasil porque habían perdido contra Maringá. En estos cinco meses me dediqué 24 horas al día a cambiar esta realidad”, continuó el técnico del Fla.
Hay que recordar que Sampaoli firmó un contrato con Flamengo hasta el 31 de diciembre de 2024, por lo que un despido obligará al club de Rio de Janeiro a abonar una indemnización que se calcula en tres millones de dólares.