El conocido cuento de Osvaldo Soriano “El penal más largo del mundo” volvió a tener su secuela en la realidad y en este caso a 8.150 kilómetros de Río Negro, donde ocurrió la historia narrada por el recordado escritor argentino fanático de San Lorenzo. Se trata de un video del fútbol senegalés, que es furor en las redes sociales y se muestra un penal en el que el ejecutante tardó 45 segundos.
No trascendieron más datos, pero lo que pude verse en el video es que el juez sonó el silbato en una definición por penales y el futbolista, firme junto al balón, hizo tres pasos hacia atrás y se dio vuelta. Ahí comenzó a caminar y comenzaron a escucharse los gritos del público, como no pudiendo entender qué pasaba. Llegó hasta casi la mitad de la cancha y el árbitro nunca lo reprendió.
Luego volvió hacia el área y habría hecho más de 80 pasos, pese a que en un momento está fuera de plano. Entre el tiempo del pitazo del referí hasta cuando efectuó el remate se demoró unos 45 segundos. Previó a hacer su tiro de zurda, picó la pelota y desorientó al guardameta que se tiró hacia su izquierda.
Aunque este particular episodio en la tierra de Sadio Mané tuvo algunos antecedentes. Entre ellos uno acontecido en el fútbol estudiantil japonés a fines de 2021. Fue en la final del Torneo Nacional de Fútbol de Escuelas Secundarias.
En ese momento, el joven Ryutsu Keizai Ogashi, se tomó unos 30 segundos desde pitazo del árbitro hasta su ejecución. Fue haciendo un trotecito muy lento y ante de su remate metió un leve salto. Le pegó de derecha y a media altura la colocó a la izquierda del golero.
Esa imagen también dio la vuelta al mundo como la del video proveniente de Senegal. Lo llamativo es que en ambos casos, ninguno de los árbitros intervino para acelerar la ejecución de los jugadores. También hubo un aviso hacia ellos o algún ni reclamo de los rivales.
Ya en el fútbol argentino, hace dos décadas hubo un episodio que pudo compararse con la obra de Soriano que fue uno de los cuentos que del libro Arqueros, Ilusionistas y Goleadores. Aquella historia de “El Penal Más Largo Del Mundo”, que según el relato aconteció en 1958, en un encuentro regional de Rio Negro, entre Estrella y Belgrano. En el final del juego, el juez cobró penal para Belgrano y se generó una gresca dentro del campo de juego y el cotejo se suspendió por falta de seguridad. Una semana después se reanudó el juego y se pateó el penal.
Esa narración de Soriano llegó a la realidad en un encuentro del fútbol del Ascenso entre Cambaceres y Atlanta. Fue el 5 de abril de 2003, en el duelo válido por la sexta fecha del Grupo B del Torneo Clausura de la Primera B Metropolitana. Faltaban seis minutos cuando el juez cobró un penal para el Bohemio, en un marco difícil ya que el encuentro se paró dos veces por cantos antisemitas.
Parte del público de Ensenada se trepó a los alambrados y se quiso meter dentro de la cancha. El clima de tensión creció ante los 15 mil hinchas de Atlanta que viajaron a alentar a su equipo, que peleaba por no descender. El partido se suspendió y se resolvió en el Tribunal de Disciplina de la AFA. El partido siguió 24 días más tarde, pero en otro recinto, Argentino de Quilmes, sin público. Lucas Ferreiro, que era el original ejecutante, volvió a tomar la pelota y convirtió. El choque terminó 1-0 a favor del Bohemio, que luego mantuvo la categoría al vencer en la promoción a Argentino de Merlo.