Lucas Pratto habló del desgaste que sufrió con Gallardo y lo llevó a irse de River: “Las relaciones son difíciles”

El futbolista de Defensa y Justicia repasó su actualidad, pero también se fijó en el pasado: por qué se terminó yendo del Millonario y el Fortín

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Lucas Pratto y Marcelo Gallardo no terminaron bien en el Millonario (@RiverPlate)
Lucas Pratto y Marcelo Gallardo no terminaron bien en el Millonario (@RiverPlate)

Lucas Pratto renació en Defensa y Justicia. Luego de la inesperada salida de Vélez, en conflicto con los hinchas y la dirigencia, se encontró con protagonismo en un sitio en el que conoce al entrenador (Julio Vaccari, justo otro ex Fortín) y pelea en varios frentes en el último tramo del año: en zona de clasificación a cuartos de Copa de la Liga, en cuartos de final de Copa Argentina y semifinales de Sudamericana. Además de disfrutar del presente, el Oso no olvida su reciente pasado, tanto en Liniers como en River, donde también tuvo un cortocircuito con Marcelo Gallardo.

“Las relaciones humanas son difíciles. Y más con gente que tiene personalidad como Marcelo y yo, que somos frontales, que tenemos una creencia y la moldeamos a medida que pasa el tiempo. Capaz podría haberme manejado de otra manera a nivel expresiones. Yo soy muy frontal, demasiado. Se me sale la cadena, pero bien, sin faltarle el respeto a nadie. El día a día desgastó un poco a los dos por la manera que somos. En su momento, fue una decisión acertada”, fue la revelación de Pratto en diálogo con Sacá del medio (Radio Continental).

No por sus idas y vueltas con el Muñeco disminuyó su cariño por el Millonario: “Pasa el tiempo, parece que (la final en Madrid con Boca) pasó hace mucho. Me lo recuerdan siempre y me pone feliz. A medida que pasa cada aniversario, uno se va dando cuenta de lo que logramos y se disfruta muchísimo más. Me tocó la suerte de hacer goles en finales, entonces la gente muestra que estará agradecida siempre por eso. Con River me pasó algo especial, en mi primer año conseguí lo máximo a contra el máximo rival, por eso es difícil describirlo con palabras”.

Por otra parte, el Oso buscó explicaciones para su repentino adiós en Vélez: “La cabeza, el estrés. Me jugaba en contra querer mucho al club y tratar de hacer más en vez de preocuparme por jugar. Llegué con ese pensamiento y al tiempo me costó a nivel personal. Lo considero mi casa. Los últimos meses estuve incómodo, la verdad no estaba bien de la cabeza y en Defensa encontré alivianar eso. Liberé la cabeza y volví a disfrutar del día a día y los partidos, me toque o no me toque jugar”.

El delantero dio explicaciones a los fanáticos del club de Liniers que le recriminaron por su bajo rendimiento. Todo ocurrió en el entretiempo del partido de Copa Argentina ante Deportivo Español.

Como referente de un plantel plagado de juveniles, el delantero de 35 años detalló cómo se vivieron los últimos tiempos en la entidad fortinera: “Sentía que le debía explicaciones a todo el mundo y capaz está mal. Hablé frente a frente con hinchas, dirigentes y compañeros. Lo que me choca es que cualquiera tiene derecho a decir lo que siente, pero no se bancan que uno responda de una manera que no le gusta. Lo digo en general, no por el hincha. Fueron cosas que me llevaron a tomar ciertas decisiones”.

Y puntualizó que la salida de Ricardo Gareca fue un cimbronazo en lo personal: “Fue un golpe muy duro. Él me enseñó las mejores cosas de mi carrera, a como manejarme, los códigos y la manera frontal. Me partió al medio que se haya ido. Yo le había hecho un gol a River una semana antes, tenía las pulsaciones a mil, había escuchado insultos para jugadores fundamentales para Vélez, como Janson, y me desquité haciendo gestos, que fue lo que estuvo mal”.

Pratto aseguró que trató de bajar el perfil desde su despedida de Liniers y trató de argumentar por qué el equipo hoy dirigido por el Gallego Méndez lucha por la permanencia: “Se llega al límite de pelear un descenso por decisiones anteriores, no por el momento. Es una consecuencia de errores o decisiones. Y es difícil explicarle todo eso al hincha. En los clubes hay ciertos jugadores a los que hay que tenerles más paciencia. Si vos generás miedo, el equipo en la cancha va a demostrar miedo. Jugás con nerviosismo, ansiedad y una preocupación muy diferente a si contás con el apoyo de la gente, el club y los compañeros”.

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