Uno de los jugadores más importantes para Boca Juniors en la actualidad es Valentín Barco. No solo por proyección, sino por presente. En el esquema de Jorge Almirón resultó clave este año: si bien arrancó en su posición natural de lateral izquierdo, hoy es un carrilero-extremo más profundo. En una entrevista con El Canal de Boca, el Colo se refirió al sector en la cancha que prefiere, dio detalles de sus ya característicos pases “no look” y también señaló cuándo hizo un click el equipo en 2023.
“Me siento cómodo de las dos maneras. Donde el equipo me necesita o el técnico disponga voy a jugar. Capaz todos piensan que me siento mejor de volante porque mis cualidades son ofensivas, pero de 3 me gusta mucho porque tengo la cancha de frente. De volante puedo generar más daño, llegó más al arco rival. Son las dos posiciones que me gustan y a las que estoy acostumbrado desde chico”, manifestó Barco, sin preferencias por la altura del sector izquierdo.
Respecto a su gesto técnico sin mirar cuando golpea la pelota, con el que en algún momento se lo identificó al brasileño Ronaldinho, aclaró: “Me sale de adentro hacerlo, no es para cargar a nadie. ¿Que el uruguayo Polenta se calentó conmigo? Sí, pero no pasa nada. Siempre jugué así, el que me conoce de chico sabe que no lo hago para cargar a nadie. Lo hago porque juego así”. Además, sobre aquel cruce frente a Nacional por los octavos de la Libertadores, contó por qué fue tan tranquilo a ejecutar su penal en la tanda: “Trato de distraerme, no estar pensando en el penal que tenía que patear. No soy de ponerme nervioso tampoco, trato de estar concentrado en lo mío y despejarme. Cuanto más pensás, es peor en ese momento. Fui libre y sabía lo que iba a hacer”.
Existió un punto de inflexión para Boca en esta Libertadores que lo tiene entre los cuatro mejores: el duelo contra Deportivo Pereira en la Bombonera. Sobre aquel match, el Colo (que fue figura indiscutida) recordó: “Era mi segundo partido. Se sentía el ambiente en la tribuna, se sentía a la gente. Era un partido difícil, de hecho ellos después llegaron hasta cuartos. Se nos hizo cuesta arriba cuando nos hicieron el gol y yo traté de hacer lo mío y ayudar al equipo. Por suerte hizo un golazo Luis (Advíncula) e hicimos el otro agónico. Ahí cambió la Copa, ahí cambiamos el chip y fue otra cosa. Había mucha tensión, si perdíamos ese partido estábamos complicados”.
Respecto a las chances del Xeneize en la Libertadores, expresó: “Sabemos lo que genera, la ilusión de toda la gente. Estamos igual que los hinchas. Vamos a tratar de ganar todo lo que queda. Son estos tres partidos que tenemos que ganar. Estamos todos muy concentrados y confiados en nosotros”. Y completó: “Obvio que pensás en que estás a tres partidos de ser campeón de América. Desde que arrancó la Copa pensás en ganarla. Estamos muy cerca. Ahora hay que pensar en Lanús y después preparar ese partido. Sería hermoso quedar en la historia de este club”.
OTROS TEMAS DE LA ENTREVISTA DE VALENTÍN BARCO
· Las redes sociales. “No les doy mucha bola, pero las uso”.
· Los asados en Boca Predio. “Está buenísimo. Nos une más todavía como grupo, muy rico lo hacen. ¿Achura favorita? La molleja”.
· Chiquito Romero. “Influye saber que está en el arco. Es muy importante. Si empatás, vas a penales y tenés que ganar. Es gigante. Confiamos mucho en él. Contra Nacional y Racing nos dijo que iba a atajar dos penales y los atajó. Entonces te genera mucha confianza, tenés que hacer el penal porque sabés que después él los va a atajar”.
· Las motivaciones. “Todos los días se puede mejorar. El próximo objetivo es ganar mañana, pero también está la Copa, que es una motivación hermosa. Después está llegar a la Selección, Europa y todo”.
· El plantel de Boca. “Tenemos un gran equipo. Nombre por nombre tenemos el mejor plantel de Argentina. Aparte estamos muy unidos como grupo, nos llevamos todos muy bien y confiamos en el otro. Los grandes ayudan mucho. Con Chiquito, Marcos (Rojo), Cavani aprendés todos los días. Te hablan, te aconsejan y se hace todo más fácil. La imagen de ellos ya genera respeto”.
· Sus inicios y los esfuerzos de sus padres. “Tengo la personalidad que tengo seguramente por todo lo que me tocó vivir. Me despertaba a las 7 de la mañana, iba a la escuela y me retiraba a las 11 para viajar tres o cuatro horas a La Candela para entrenar. Me daban la vianda y volvía a casa a las 10 u 11 de la noche para hacer lo mismo al otro día. Vengo de una familia muy humilde y trabajadora. Mi viejo trabajaba para que yo pudiera venir a entrenar con mi vieja. Lo hicimos tres años seguidos, después tuvo que venir mi viejo para hacer descansar a mi vieja. Ahora miro para atrás, recuerdo eso y se me pone la piel de pollo”.
“Es muy difícil lo que hicieron mis viejos. Tuve amigos que podrían haber hecho lo mismo y llegar. Ellos dejaron todo por mí, les estoy muy agradecido. Se los quiero devolver con cariño, estando con ellos y con todo lo que tenga a mi alcance. El sueño que tenía la familia era que jugara un día en la Bombonera y ya cumplí con eso, se los devolví un poquito. Me decían que con eso ya se podían morir tranquilos. Cuando Miguel (Russo) me dijo que iba a jugar, se los comuniqué a mis viejos y estaban muy emocionados. Vieron todos juntos el partido en mi pueblo”.