Manchester City, el campeón defensor de la Champions League, se marchó sorpresivamente en desventaja al vestuario tras el primer tiempo ante Estrella Roja de Belgrado: Osman Bukari dio el golpe al marcar un gol en el minuto 45 y enmudeció al Etihad Stadium. Sin embargo, al cruce por el Grupo G le faltaba la aparición del superhéroe del equipo de Pep Guardiola: Julián Álvarez, el Araña.
El delantero argentino, de 23 años, anotó un doblete para revertir el score en un elenco que generó un sinfín de situaciones de riesgo, pero le faltó justeza para resolver. El ex River, ganador del Mundial con Argentina, se encargó de subsanar ese déficit para el 3-1 final.
A los 46 minutos de acción, en el amanecer del segundo tiempo, inició y terminó la acción de la igualdad, Tocó para Erling Haaland y salió disparado para buscar la devolución. El noruego lo habilitó, aunque el pase le salió apenas largo. No fue un problema para el cordobés, que gambeteó al arquero Omri Glazer y, en el mismo movimiento y a pesar del poco ángulo, conectó con a la red.
Hubo más de su show: a los 59′ se hizo cargo de un tiro libre (como en casi todas las pelotas quietas), Lo ejecutó con veneno, a modo de centro al segundo palo. Pero Glazer pifió el rechazo y Julián firmó su segunda conquista.
* El abrazo con Foden luego de su segundo grito, el 2-1 parcial
Más allá de sus conquistas (que se complementaron con la de Rodri), Álvarez fue el hombre más incisivo de los Ciudadanos. Apareciendo por todo el frente de ataque, retrocediendo para asociarse, tirando diagonales y surgiendo desde atrás, y haciéndose cargo del balón quieto. Completísimo. De alguna manera, su tarea busca hacer olbidar la ausencia de Kevin De Bruyne, lesionado. Y lo consiguió en alto nivel.
Tuvo varias posibilidades más para gritar. En el primer tiempo, ante la barrera visitante, intentó con remates de media distancia. A los 16, giró y ejecutó, pero se topó con el guardameta, firme. Y a los 37 minutos provocó una muy buena atajada de Glazer. Ya consumado su doblete, merodeó el hattrick y la chance de quedarse con la pelota. Por ejemplo, en el desborde y centro atrás de Aké: tras un rebote, el punta resolvió y el esférico rebotó contra un costado de la red.
* Las principales acciones de un duelo intenso en Manchester
Tras el cotejo, recibió la felicitación de cada uno de sus compañeros cuando los saludó. En cada presentación demuestra que es un futbolista sin techo. Venía de brillar con la selección argentina en la altura de La Paz (fue 3-0 ante Bolivia). También con el City, en el 3-1 ante West Ham United. En ambos casos, sin convertir, pero con un desgaste generoso y abriendo caminos. Y en la Champions directamente dejó su sello en la valla, probando que esta temporada tendrá otro peso en la rotación.
“Me siento bien, me dieron la confianza, estoy jugando bastantes minutos, trato siempre de aprovecharlos, de hacer lo mejor en el campo para ayudar al equipo y a mis compañeros. Trato de devolver esa confianza. Desafortunadamente tuvimos algunas lesiones, pero siempre es bueno jugar”, dijo Álvarez. “En mi carrera he jugado en distintas posiciones en el frente de ataque, me siento cómodo”, analizó su nuevo rol, no tan de 9, sino más en la gestación.
Por lo pronto, ya se bordó una estrella (la Supercopa de Europa) y ostenta 14 títulos en su joven trayectoria. Envidiable. Y con un horizonte inimaginable.