El pasado 25 de julio no fue un día más para Santiago Sosa: participó en el primer partido como titular de Lionel Messi como jugador del Inter Miami y el mediocampista de Atlanta United tuvo la difícil tarea de marcar al astro argentino de cerca. A pesar de la dura derrota por 4-0 por la Leagues Cup, Sosa se llevó un tesoro que guardará para siempre en un lugar especial, una de las camisetas que usó Leo en esa noche calurosa.
Oriundo de Mercedes, una ciudad a una hora de Buenos Aires, y desde los 10 años en River Plate, club en el que debutó futbolísticamente, reconoce en una charla con Infobae que le costó la salida del equipo del que además es hincha: “Justo era una época en la que se lograban muchos títulos, pero tomé la decisión más que nada por un tema deportivo”.
Sosa hizo su debut en River en la histórica Copa Libertadores 2018: en el Millonario disputó 21 partidos oficiales y dio tres vueltas olímpicas (Libertadores 2018, Recopa 2019 y Copa Argentina 2019). De manera sorpresiva, con tan sólo 21 años y a un año de su primer partido, emigró a la Major League Soccer.
Lo que no le costó fue la adaptación a Estados Unidos y la MLS: “Cuando llegué, en el equipo había cuatro compañeros argentinos, el técnico era Gabriel Heinze, y después acá en el club me encontré con mucha gente que hablaba español”, reconoce Sosa, que además estudia inglés y administración de empresas de manera online en la UADE.
Este sábado enfrentará nuevamente al Inter Miami que no contará con Leo Messi, pero recuerda cómo fue cuando le tocó frenarlo. “Marcar al mejor jugador del mundo es muy difícil, más cuando tiene la pelota en los pies y el campo hacia adelante, que tiene también la posibilidad no solo de gambetearte, sino de dar una asistencia. Es complicado, pero hay que intentarlo”, dice entre risas.
Sosa cree que el Inter Miami es un equipo completamente distinto desde la llegada de Messi, Tata y las otras figuras (Busquets y Jordi Alba) que se incorporaron: “Tienen otro estilo de juego, más ofensivo, más directo, que cuando llegan te hacen los goles”, pero que su elenco tiene las armas para imponerse: “Somos un equipo que propone siempre, sobre todo cuando jugamos de local, con nuestra gente solemos siempre atacar mucho más”.
Además reconoce que en Estados Unidos se lo respeta mucho a Messi, que tras la hazaña de Qatar “sólo quedan palabras de admiración”.
Santiago reconoce que se pasa gran parte de su día en el club, que además de estudiar inglés y administración de empresas, habla frecuentemente con su familia y amigos -a quienes extraña mucho- por videollamada, y que le gusta ir a un parque que tiene cerca de su casa. También que la gente es menos ‘cholula’ que en Argentina, y aunque vive en cierto sentido como un “desconocido”, cuando lo reconocen le gritan “Let’s go Sosa” (“Vamos Sosa”).
A pesar de estar lejos de su país natal, reconoce que mantiene varias costumbres en Atlanta como el asado y el mate, que directamente lo deja en el club: “Cada 20 días nos juntamos a comer un asadito con Thiago (Almada) y con los chicos que esten disponibles”.
Sobre Thiago Almada, con quien forjó una gran relación, dijo que los hinchas y en el club lo quieren mucho, y que se pone muy contento por su presente futbolístico y porque haya formado parte de la Copa del Mundo obtenida en Qatar.
Santiago confiesa que siempre que puede y que no se cruce con un partido de su equipo sigue por televisión a River, que le “encantaría” volver al Millonario en algún momento, pero que sueña con poder dar el salto a una liga europea en algún momento. “Para eso tengo que destacarme primero acá”, concluye.