Brilló como peleador callejero, fue una de las primeras estrellas de Youtube, llegó a UFC y tuvo un doloroso final: la atípica historia de Kimbo Slice

Kevin Ferguson supo aprovechar la fama y logró convertirse en un ícono del deporte de contacto, pese a que su paso por el mundo profesional no resultó ser como se esperaba

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Kimbo Slice, unas leyenda de
Kimbo Slice, unas leyenda de la UFC

A lo largo de su carrera, incluso después de su muerte, Kimbo Slice continúa siendo un personaje idolatrado por miles de personas alrededor del mundo. El gigantesco bahameño, que alcanzó los 110 kilos y los 1,88 metros de altura, llegó a la fama no solo por sus puños, sino también por haber apostado a la tecnología en una época en la que las redes sociales eran prácticamente desconocidas.

La historia de Kevin Ferguson (su nombre real) con el deporte de contacto comenzó con sólo 13 años y después de aterrizar en el pueblo de Cutler Ridge (Florida), proveniente de Nassau (Bahamas). Fue a esa edad cuando se rebeló contra el “abusador” de su clase para defender a un compañero. A partir de ese momento, Kevin, al que sus más cercanos apodaron Kimbo, se dio cuenta que podía aprovechar su físico para conseguir cosas.

Proveniente de una familia humilde que ni siquiera tenía para pagarle los estudios, el joven logró obtener una beca deportiva en la preparatoria Palmetto de Miami gracias a su habilidad en el fútbol americano, lo que le permitía seguir estudiando, al mismo tiempo que defendía los colores de su instituto en el campeonato. Todo marchaba a la perfección, hasta que en 1992, con 18 años, se vio obligado a renunciar a la temporada y a sus estudios después de que el huracán Andrew destruyera su hogar.

Fue entonces que su vida dio un giro drástico. Kimbo se había convertido en un sin techo que intentaba sobrevivir, mientras dormía en un coche por las noches. Durante esos meses volvió a utilizar su cuerpo y su destreza física para salir adelante: las peleas callejeras y su trabajo como personal de seguridad en un club de strippers le sirvieron para ganar algo de dinero. Pero fue tras conocer al dueño de la productora porno Sublime Directory cuando todo cambió.

Ya como su guardaespaldas y chofer personal, en 2003 surgió la idea de compartir sus enfrentamientos ilegales con los usuarios de Internet a través del sitio web de la empresa para adultos, alcanzando grandes cantidades de visualizaciones. Más tarde, y al ver la repercusión que generaban sus combates, decidió llevar sus peleas a un nuevo sitio que estaba dando sus primeros pasos en la industria digital: el 14 de febrero del 2005 se creó YouTube.

Los inicios de Kimbo en la calle

*Los inicios de Kimbo en las peleas callejeras

Aquella fue una de las mejores decisiones que pudo haber tomado. Las miles de visualizaciones, rápidamente se convirtieron en millones, y su nombre no paraba de figurar en los buscadores. Kevin Ferguson había desaparecido para darle paso a Kimbo, y fue en la primera pelea que compartió en la red social contra un hombre llamado Big D en donde surgió su apodo Slice (Corte), después de provocarle un gran corte a su oponente en el ojo derecho.

Con el correr de los días, el luchador amateur ya se había convertido en una estrella de la web. Su nombre trascendió a los medios, al punto que la revista Rolling Stones lo llamó El Rey de los peleadores. Sus videos atrapaban a los amantes de los deportes de contacto por el hecho de ser genuinos: enfrentaba a vecinos en patios, estacionamientos o almacenes en un combate sin límite de tiempo (el ganador era el que permanecía en pie) y prácticamente sin reglas: lo único que no estaba permitido eran los golpes bajos y rodillazos.

Los retadores no paraban de surgir ante un Kimbo que se imponía a todos y cada uno de ellos. Los usuarios se volvieron fanáticos de Kevin, no solo por ser prácticamente indestructible, sino también por su deportividad. En varios videos se lo vio saludando a sus oponentes y asistiéndolos después de haberlos machacado a golpes. Incluso su única derrota registrada y publicada en la plataforma de videos, contra el policía de Boston Sean Gannon (experto en MMA), lejos de perjudicarlo enalteció más su figura.

Un año después, el nombre de Kimbo Slice estaba en boca de todos, hasta de Mike Tyson (recientemente retirado de los cuadriláteros), con quien se cruzó durante un evento y le dio un consejo que el bahameño desestimó por completo. “La primera vez que me di cuenta que su fama había ido mucho más allá de Internet fue cuando fuimos a un concierto en el Miami Arena”, reveló un amigo del bahameño en la serie Fightlore de UFC.

“Estábamos allí y miramos a Tyson que también estaba en el lugar. Nos llamó, nos acercamos y dijo: ‘Oye, soy un gran admirador de tu trabajo’. Yo estaba impresionado de que eso estuviera sucediendo, Kimbo incluso logró estrechar su mano. ‘Nunca olvidaré esto. ¿Puedo darte un consejo? ‘Nunca te vuelvas profesional’, le dijo Tyson”.

La única pelea que perdió Kimbo en la calle

*La única pelea callejera que perdió Kimbo

No había pasado ni un año de esa advertencia que Slice ya estaba firmando un contrato con la compañía Elite XC, en la que estuvo desde 2007 a 2008 acumulando tres victorias (dos por nocaut) y una humillante derrota en su última presentación ante Seth Petruzeli, quien lo acabó en apenas 14 segundos, y después de aceptar la pelea con menos de dos horas de anticipación.

“No me importa si hay 20 mil personas o 20. Yo sé lo que he venido a hacer aquí y ustedes saben lo que vengo a hacer. Quiero sangre”, aseguraba Kimbo después de abandonar Elite XC y arribar a UFC en 2009.

Una vez dentro de la compañía, que por ese entonces se posicionaba como una de las mejores de Estados Unidos en lo que respecta a las artes marciales mixtas, el luchador debutó con una victoria por sumisión ante Houston Alexander, pero cinco meses después, en mayo del 2010, protagonizó una nueva derrota por nocaut ante Matt Mitrione.

Pese a que el público ya no lo consideraba como un peleador indestructible, fama que había ganado en YouTube, Kimbo Slice había logrado su cometido: “Estaba haciéndolo para ganar dinero adicional y para que no faltara comida sobre la mesa. Ese fue el propósito de esto. Aun ahora, estoy peleando por ese dinero. Peleando por una paga”, reconoció el bahameño, padre soltero de seis hijos (tres niños y tres niñas) en ese momento.

Kevin Ferguson continuaba aprovechando su popularidad. Su destreza como luchador y su intimidante apariencia lo catapultaron a la pantalla grande. Durante esos años intervino en varias películas como Locked Down, Circle of Pain, Blood and Bone y El Rey Escorpión 3: La batalla por la redención”.

Tras su paso por los cines, Kimbo iba regresar a su ambiente en 2015, después de que Bellator le ofreciera un contrato que marcaría el final, no solo de su carrera, sino también de su vida. El 16 de enero el luchador y la empresa norteamericana se presentaron anunciando un acuerdo con múltiples peleas programadas, la primera ante Ken Shamrock el 19 de junio en Bellator 138, en donde Slice se impuso por nocaut técnico en la primera ronda.

Las peleas de Kimbo

*Las peleas de Kimbo en el deporte profesional

Pero fue su segundo combate el que más trascendió. El 19 de febrero del 2016, el bahameño, de 42 años, subió al octágono del Toyota Center (Texas) para enfrentarse a un viejo conocido de las peleas callejeras: Dhafir Harris, más conocido como Dada 5000, en un evento que prometía en la previa pero que terminó convirtiéndose en “la peor pelea de MMA de la historia”, catalogada así por los fans de la compañía.

Ambos protagonistas hicieron que su velada (Bellator 149) tuviera la audiencia más alta en la historia de la promotora hasta ese momento, con una media de 2,5 millones de espectadores que se sentaron en frente de sus televisores para ver a ambos peleadores cansados desde el inicio. Incluso la acción se detuvo por completo en varias ocasiones y el árbitro intervino para que continuaran.

Kimbo estaba visiblemente agotado desde el primer asalto, pero finalmente logró el triunfo por nocaut a falta de tres minutos para el final del duelo. “Estoy tan sin aliento en este momento”, fue lo primero que le dijo al comentarista Jimmy Smith tras consagrarse.

Sin embargo, un mes después, la prensa especializada iba a informar que Kimbo había dado positivo en los exámenes de dopaje por consumo de esteroides anabólicos y testosterona exógena elevada (Cipionato, propionato, Sustanon 250 y Nandrolona), lo que derivó en una suspensión de un año y la modificación en su historial, cuya victoria pasaba a ser catalogada como “sin decisión” por la comisión de Texas.

A Kimbo le quedaba una pelea más con Bellator, la cual iba a llevarse a cabo el 16 de julio del 2016 en Londres, pero antes de que llegara la fecha (el 8 de junio) el presidente de la empresa, Scott Coker, emitió un lamentable comunicado a través de sus redes sociales.

“Todos estamos conmocionados y entristecidos por la pérdida devastadora y prematura de Kimbo Slice, un querido integrante de la familia de Bellator. Se nos ha ido un deportista con una personalidad carismática, tan grande que su vida trasciende al deporte. Fuera de la jaula, era un gigante gentil, amable y un hombre dedicado a su familia. Su pérdida nos deja con el corazón muy triste, y nuestros pensamientos y oraciones están con la familia entera de Ferguson y todos sus amigos, los aficionados y los compañeros de Kimbo”.

Tres días después de la muerte del legendario boxeador Muhammad Ali a los 74 años, Kimbo Slice fallecía en la habitación de un hospital de Florida después de sufrir fuertes dolores en el pecho, náuseas y falta de aire. Los informes de aquel entonces, informaron que se trató de una insuficiencia cardíaca.

Siete años después de su muerte, los fanáticos siguen recordándolo como un ícono de los deportes de contactos. Reputación que ganó, no por lo hecho durante su etapa como profesional (con un historial de 5-2-1), sino por todo lo que logró con sus videos al convertirse en uno de los pioneros de Youtube.

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