Este martes, Emiliano Dibu Martínez tuvo pocas intervenciones debido a la sobresaliente labor de sus compañeros en el partido que la Argentina goleó 3-0 Bolivia en la altura de La Paz (3.625 metros sobre el nivel del mar). Sin embargo, el arquero marplatense respondió cuando lo exigieron en un remate desde afuera del área y esto le permitió alcanzar una marca histórica. Luego del encuentro por la segunda fecha de las Eliminatorias, el guardameta de 31 años habló sobre la visita al vecino país.
Fue la primera vez que el golero del Aston Villa jugó en la capital boliviana, ya que estuvo convocado en la victoria en la pasada Eliminatoria en 2020, pero en ese momento el titular era Franco Armani. Sobre su experiencia en la altura, confesó: “Ayer me costó un poco más. La verdad es que fue muy inteligente de la parte técnica de venir dos noches antes. De dormir dos noches acá y nos acostumbramos un poco. La entrada en calor hacía un poco de calor y la verdad que se sentía. Después metí unos sorbos al tubo. Me dolía un poco el pecho, pero no hizo falta”.
También reconoció que estudió mucho el tema de los tiros de media y larga distancia por el efecto particular que toma la pelota en la altura. “Practiqué mucho en la entrada en calor, ahí lo sentí. Ellos tuvieron un remate que lo agarré y sabía lo que me iba a esperar. Vi muchos partidos de la Selección acá y les complicaron siempre los tiros afuera del área. Así que les tuve mucho respeto con los remates así”, reconoció.
Este martes también el Dibu igualó el récord de Daniel Carnevali y 50 años después es el segundo arquero que en un partido de Eliminatoria no le marcan goles en La Paz. En aquella ocasión fue con el triunfo 1-0 del recordado “Equipo Fantasma” el 23 de septiembre de 1973, de cara al Mundial Alemania 1974. “Me lo contaron mis amigos y me dijeron que hacía como 50 años que no se lograba. Me gustan los desafíos y siempre buscamos algo más. Esta Selección que logra todo y siempre quiere algo más”, comentó.
Sobre por qué este equipo no se duerme en los laureles y sigue por la senda victoriosa, indicó: “Hay hambre. El capitán podría haberse ido a su casa y nos acompañó. Eso para nosotros es un orgullo que él siga sintiendo y siga siendo un número uno también en ese sentido. Estoy orgulloso de este equipo”. Martínez reconoció el gesto de Lionel Messi que no jugó ya que el cuerpo técnico prefirió resguardarlo por la seguidilla de partidos que arrastra el mejor futbolista del planeta. Sumado el encuentro ante Ecuador que le dio el triunfo a la Argentina con un golazo de tiro libre, el capitán del seleccionado llegó a 12 partido en 44 días, si se suman los 11 en el Inter Miami, donde debutó el 21 de julio. Es decir, 1 cada 3,5 días.
“Seis victorias consecutivas post Mundial. Venimos después de jugar muchos partidos en Europa. Cada vez que nos juntamos parece un grupo de la escuela que va de viaje. Hoy viajamos todos juntos, nos acostaremos tarde“, agregó.
Por último, agradeció el gesto de los hinchas de Bolivia que lo ovacionaron y también lanzó un dardo para los fanáticos de otros países: “Me sorprendió porque normalmente no me quieren mucho afuera de Argentina, pero hoy la gente boliviana coreó mi nombre y le tengo mucho respeto a este país”.
Otro que habló y fue una de las figuras, es Rodrigo De Paul. El volante se distinguió por su precisión y dinámica. De Paul. “La meta que tenemos es que los más grandes como Leo, Fideo y Ota ya que desde que todos nosotros llegamos nos recibieron con las puertas abiertas y son un ejemplo siempre”, contó.
Respecto del afecto de los bolivianos, sostuvo: “El cariño que hemos ganado sobrepasa nuestro país. Toda América tiene que estar contenta que la Copa del Mundo haya venido para acá.
De Paul llegó a 57 partidos en la Selección y es el jugador con más presencias en la era Scaloni iniciada hace un lustro. “Ser el que más presencia lleva en uno de los procesos históricos más fuertes de la selección esto es un placer. Además por la competencia interna que hay”, sostuvo.
Debido a su experiencia en la altura, el volante del Atlético Madrid confesó: “Hablé con el Cuti Romero y con Nahuel Molina, el tema de calcular la caída de la pelota. Que ninguno se confíe. Que si uno dentro de la cancha no puede hablar es porque nos quedamos sin aire. Nos dijimos que en base a las miradas podíamos saber qué hacer”.
En tanto que también destacó el gesto de Messi de viajar con ellos pese a no poder jugar: “Es un líder absoluto. Un ejemplo del amor y del cariño que le tiene a este grupo. De la conexión que existe entre todos nosotros. Después de los tres puntos que ganamos gracias a su gol en el primer partido él podría haberse ido a disfrutar del cumpleaños del hijo y se quedó con nosotros”.