Como si fuera un hincha más, en un sector VIP. Así vivió Lionel Andrés Messi el partido entre Argentina y Bolivia en el estadio Hernando Siles. El capitán albiceleste fue preservado por el cuerpo técnico debido a una molestia leve en su isquiotibial derecho, motivo por el cual también había pedido el cambio contra Ecuador el jueves pasado. A pesar de su dolencia, el 10 no quiso faltar a la siempre complicada cita en la altura de La Paz y acompañó a la delegación en el segundo compromiso por Eliminatorias Sudamericanas camino al Mundial de 2026.
Desde el inicio, el equipo de Lionel Scaloni dominó la acción, neutralizó al cuadro de Gustavo Costas y generó una gran cantidad de situaciones de gol. Las primeras fueron a través de remates desde media distancia de Rodrigo De Paul, muy cerca del palo derecho defendido por el arquero Guillermo Viscarra, y con un bombazo al ángulo de Enzo Fernández, bien desactivado por el guardameta del altiplano cuando se le estaba a punto de colar. Frente a ambas ocasiones, Messi se lamentó en el banco con un clásico “uhhh” y llevando sus manos a la nuca.
El desahogo vino en el gol de Enzo Fernández. Las cámaras poncharon al astro del Inter Miami unos segundos después de que el 8 marcara la diferencia en el tanteador. Hubo sonrisas cómplices con Leandro Paredes, quien se sentó al lado suyo en el banco, y celebración con el resto de los relevos.
Messi finalmente fue dado de baja por el cuerpo técnico debido a una molestia que arrastra desde el duelo contra Ecuador, en el que sorpresivamente pidió el cambio. Las alarmas se encendieron cuando ayer el 10 no fue exigido ni formó parte de la práctica junto al resto de sus compañeros. La formación albiceleste para enfrentar al conjunto del altiplano en el estadio Hernando Siles de la capital boliviana fue con Emiliano Martínez; Nahuel Molina, Cristian Romero, Nicolás Otamendi, Nicolás Tagliafico; Rodrigo De Paul, Enzo Fernández, Alexis Mac Allister; Ángel Di María, Julián Álvarez y Nicolás González.
Se habían originado muchas dudas respecto a la chance de que el futbolista del Inter Miami formara parte de este compromiso, sobre todo después de que tanto él como su entrenador admitieran que tenía molestias musculares luego del 1-0 a favor contra los ecuatorianos. “Vamos sobre la marcha. El otro día estaba cansado y pidió el cambio. No es necesario hablar siempre. Si está bien, juega”, había deslizado Scaloni antes de volar a la altura. Antes, el DT declaró: “Viajar, va a viajar. Hoy se entrenó diferenciado. Todavía faltan dos días para el partido. Tomaremos la decisión mañana o el mismo martes. Estamos para afrontar el partido en las mejores condiciones”.
El propio Leo había comentado sobre su sustitución en el debut por Eliminatorias: “Se fue dando y al final estaba un poco cansado. Seguramente esta no será la última vez que empiece a salir en los partidos”. Al día siguiente, dejó la concentración en Ezeiza para someterse a estudios que determinaron si se trataba de una ruptura fibrilar. Antes de comenzar el segundo tiempo ante Ecuador, la Pulga se tocó la parte posterior de su pierna derecha. Cabe recordar que, con el del jueves pasado, jugó su partido número 12 en 44 días, si se suman los 11 en el Inter Miami, donde debutó el 21 de julio. O sea, uno cada tres días y medio.
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