En este mercado de pases ha habido una migración de figuras de Europa hacia Arabia Saudita entre las que se destaca Jordan Henderson, referente del Liverpool, quien a los 33 años, después de más de 10 temporadas en Anfield, lucirá los colores del Al-Ettifaq. Por primera vez desde que firmó contrato, el mediocampista que también ha sido parte de la selección de Inglaterra en los últimos tres Mundiales explicó por qué aceptó esta propuesta y respondió a la polémica por el trato a la comunidad LGBTQ+ en su nuevo destino.
Es que en Arabia Saudita la homosexualidad es un crimen penado con la muerte, algo no menor para alguien como el mediocampista inglés, quien en las últimas temporadas lució el brazalete con la bandera de la comunidad LGBTQ+. Justamente sobre esta situación fue consultado en una entrevista con The Athletic publicada en las últimas horas en la que habla sobre los cuestionamientos que ha recibido por aceptar la oferta.
“Creo que la gente sabe cuáles eran mis puntos de vista y valores antes de que me fuera y todavía los saben ahora. Y creo que tener a alguien con esos puntos de vista y valores en Arabia Saudita es algo positivo”, explicó al sostener que -según su opinión- es mejor visitar países con culturas diferentes en lugar de criticarlas, para de esa manera intentar modificarlas. “Mi intención siempre ha sido ayudar a causas y comunidades donde sentí que me habían pedido ayuda. Ahora, cuando estaba tomando la decisión, la forma en que traté de verlo fue que sentí que, si no iba, todos podemos enterrar la cabeza en la arena y criticar diferentes culturas y diferentes países desde lejos. Pero entonces no pasará nada. Nada va a cambiar”.
Henderson fue consultado puntualmente sobre si en su nuevo hogar seguirá siendo parte de la campaña Rainbow Laces, para visibilizar a la comunidad LGBTQ+: “No lo descartaría. Pero al mismo tiempo, lo que no haría es faltarle el respeto a la religión y la cultura de Arabia Saudita. Si todos decimos que todos pueden ser quienes quieran ser y que todos son inclusivos, entonces tendremos que respetar eso. Tendremos que respetar a todos. Y al hacer algo así, si eso es una falta de respeto a la religión, entonces no, no voy a hacer eso (lucir el brazalete). Pero si llega la oportunidad de hacerlo y no es así, entonces sí, porque esos son mis valores”.
Sin dudas, esta contradicción hizo ruido en quien lo estaba entrevistando, el periodista Adam Crafton, quien se ha declarado homosexual: “Pero es casi seguro que hay musulmanes homosexuales en la región de Arabia Saudita y el Golfo, que son posiblemente las personas más importantes en esta discusión y que se sienten más afectadas por esa situación. Volviendo a las palabras que has usado en el pasado, todos deberían poder ser ellos mismos”. En este sentido, recordó lo ocurrido en el último Mundial: “Esto es algo que escuchamos mucho durante la Copa del Mundo en Qatar, acerca de tener que respetar la cultura. Cuando hablamos de cultura, pienso en comida, música, deporte, arte. Y luego pienso en ser una persona gay, que no es algo en lo que te despiertas un día y decides que quieres hacerlo. Es algo con lo que naces. No puedes cambiarlo. Por lo tanto, cuando la gente describe la homosexualidad como una cultura, creo que los homosexuales realmente luchan con eso porque básicamente te dicen que tienes que aceptar vivir una vida en la que eres ilegal”.
Esto hizo reflexionar e incomodó a Henderson, quien recordó que siempre ha apoyado esas causas en la Premier League: “Lo último que quiero hacer es molestarte a ti o a cualquiera que sea parte de la comunidad LGBTQ+. Lo único que he intentado hacer es ayudar. Y cuando me pidieron ayuda, hice todo lo posible para ayudar. He usado los cordones. He usado el brazalete. He hablado con personas de esa comunidad para intentar utilizar mi perfil para ayudarlos. Eso es todo lo que he intentado hacer”. Y, insistió en que su postura es que siendo parte de esos países es más posible cambiar sus medidas: “Si hay musulmanes homosexuales en esos países, nada cambiará. Incluso mirando en este país, estoy seguro de que el matrimonio entre personas del mismo sexo hace nueve o diez años no era legal, pero con el tiempo las cosas cambian, evolucionan y se abren. Y espero que ese sea el caso en todas partes. Eso es lo que quiero”.
En todo este contexto, también explicó las razones por las cuales optó por marchare del Liverpool después de más de una década allí y expuso diferencias con el entrenador, Jurgen Klopp: “Hubo algunas cosas que hicieron sonar las alarmas. Tengo una muy buena relación con Jurgen, pero me puso en una posición en la que sabía que no iba a jugar tanto. Y luego hubo un acercamiento de Al-Ettifaq al club para ver si me sería posible ir allí. La reacción del club nuevamente no fue de decir no. En ese momento sentí que mi valor o el deseo de quedarme, con el entrenador y dentro del club, tal vez había cambiado. Sabía que ese momento llegaría en algún momento. No pensé que sería ahora. Y tuve que aceptar eso”.
El futbolista dejó en claro que el dinero nunca pesó en su decisión, incluso reveló que en las charlas con Steven Gerrard, entrenador del cuadro saudí, nunca se habló de dinero, sino que se le ofreció ser pieza fundamental de un proyecto futbolístico. Por lo tanto, en la liga árabe él encontraría los minutos de juego y la relevancia que en Anfield ya no tenía. A su vez, aclaró que no recibió demasiadas ofertas de otros clubes de Europa y, pese a que dos equipos de la Premier League intentaron iniciar conversaciones, ninguno le brindó un papel tan preponderante como el Al-Ettifaq. Además, desmintió que su contrato sea de más casi USD 800 mil por mes.