“Te comiste todos los amagues”: lo que jamás se contó del cruce Sanfilippo-Goycochea que explotó el rating tras el 0-5 ante Colombia

Fue en el programa Tiempo Nuevo de Bernardo Neustadt hace 30 años, cuando la selección argentina ponía en duda su clasificación al Mundial de 1994. De la “invitación sorpresa” al Nene a los entretelones de la irrupción de Carlos Bilardo en el estudio

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Goycochea y Sanfilippo, protagonistas del
Goycochea y Sanfilippo, protagonistas del històrico cruce tras la goleada colombiana al seleccionado argentino

“Usted, pibe, recibió en los dos partidos contra Colombia cuatro goles en el mismo lugar. Las jugadas fueron sobre la izquierda, amague a la izquierda, corte hacia adentro y le metieron las cuatro pelotas en el mismo palo. Ellos siempre le amagaron y usted se comió todos los amagues”. Las palabras de José Francisco Sanfilippo hacia Sergio Goycochea en la noche del martes 7 de septiembre de 1993 quedaron por siempre en el recuerdo. Ambos estaban invitados, junto a otras personalidades del fútbol, a Tiempo Nuevo, que conducido por Bernardo Neustadt era uno de los programas de mayor audiencia. La mesa de debate se había armado porque, 48 horas antes, Argentina había sido goleada por Colombia 5-0 en el estadio Monumental, quedando en la cornisa de la eliminación rumbo al Mundial de los Estados Unidos. Una noche tensa, polémica y cuya onda expansiva casi no tuvo límites.

Un mes antes, ese escenario futbolero parecía imposible, porque la Selección, si bien había bajado su rendimiento, mantenía un largo invicto. Es bueno hacer un poco de historia y recordar que, tras la renuncia de Carlos Bilardo a la dirección técnica, post Italia ‘90, el elegido por Julio Grondona para ocupar ese lugar fue Alfio Basile. Su ciclo comenzó de manera muy auspiciosa, con la obtención de la Copa América 1991 en Chile, desplegando un gran juego. Dos años más tarde, repitió el logro, en este caso en Ecuador, aunque el equipo ya mostraba algunas falencias, que se disimulaban por los goles de Gabriel Batistuta y la tan mentada racha sin derrotas, que por momentos pasaba, para el grupo de jugadores y cuerpo técnico, a ser más importante que el rendimiento.

Sanfilippo contra Goycochea: "Se comió todos los amagues"

Esas luces de alarma se encendieron definitivamente cuando, el 15 de agosto, llegó la primera caída. Fue por las Eliminatorias ante Colombia en Barranquilla, por 2-1, en un score que resultó corto por la gran diferencia que hubo entre ambos. Luego, Argentina venció a Perú y empató con Paraguay en el Monumental y llegó la revancha contra los hombres que manejaba con claridad Carlos Valderrama dentro del campo. Para Argentina no había alternativa: debía ganar para asegurarse el pasaporte a Estados Unidos. Todos sabemos cómo concluyó la historia. Colombia se impuso 5-0 con estruendo de catástrofe y la Abiceleste no quedó afuera solo porque Paraguay apenas igualó con Perú en Lima 2-2, ya que, si triunfaba, no quedaba ni la ilusión del repechaje frente a Australia.

Clara Mariño fue durante muchísimos años la productora de Bernardo Neustadt, trabajando palmo a palmo al lado de uno de los hombres más importantes e influyentes del país a lo largo de varias décadas. En diálogo con Infobae, recordó cómo se armó aquel programa emblemático: “Tiempo Nuevo era un programa político, pero como a Bernardo le gustaba muchísimo el fútbol y siempre le daba cabida a los temas que conmovían a la sociedad, era lógico que se hablara de lo ocurrido con la Selección un par de días antes. Se logró armar una mesa realmente importante, donde estaban invitados, entro otros, Adolfo Pedernera, Hugo Gatti, Norberto Alonso, la periodista Eglis Giovanelli, Carlos Enrique y el propio Sergio Goycochea. Nos faltaba uno, Recuerdo que iba en el auto y escuché una entrevista a José Sanfilippo por radio Continental, opinando sobre el partido y noté que hablaba con fluidez y seguridad en sus conceptos. Sabía quién era él, pero no lo conocía personalmente. Entonces le comenté la situación a Bernardo, diciéndole que me parecía una buena opción como invitado y, por supuesto, me dijo que sí.

Valderrama festeja el triunfo 5
Valderrama festeja el triunfo 5 a 0 frente a la Argentina

El primer bloque transcurrió dentro de un ambiente normal, se habló mucho del partido, de la situación en la que se encontraba la Selección, que en un mes y medio debía enfrentar a la, para la gran mayoría, desconocida Australia, pero sin hacer demasiado hincapié en las actuaciones individuales. Un programa acostumbrado a las grandes audiencias, con un tema tan sensible en esas horas y tratado por personalidades con un enorme peso en el mundo del fútbol, hizo que el rating tuviera buenos números. Nadie podía pensar lo que sucedería unos minutos después. “Nadie se había salido de registro hasta allí (recuerda Mariño), más allá de lo apasionante que era la charla, hasta que ocurrió la explosión de Sanfilippo, dirigiéndose a Goycochea, con respecto a los goles que había recibido y los amagues que le habían propinado los colombianos”.

José Francisco Sanfilippo había sido un extraordinario delantero y es, hasta el día de hoy, el máximo goleador en la historia de San Lorenzo. Se destacó entre fines de la década del ‘50 y buena parte de los ‘60, y entrados los 70′, también con la camiseta de Boca Juniors y en la selección argentina. De fuerte personalidad, protagonizó varios incidentes, con compañeros y adversarios, a lo largo de una dilatada carrera. A su estilo, evocó aquella noche en Tiempo Nuevo: “La frase más importante, no de la Argentina, sino del mundo, es la que le dije a Goycochea: ‘Pibe, te comiste todos los amagues’. Nunca me la reconocieron, pero es algo a lo que estoy acostumbrado. Ese día, y por varios más, se paró el país por eso. Incluso en ese tiempo estaban por votar en el Congreso una reforma constitucional y se dilató porque todos hablaban de eso. Lo que pasó esa noche lo recuerdo perfectamente, porque me habían invitado y en un momento percibo que Neustadt ya está por cerrar la participación de los que integrábamos la mesa y a mí todavía no me había hecho hablar. Justo es el momento donde le preguntó a Goycochea sobre el partido, le respondió que era mejor olvidarlo y no hablar nunca más. Ahí me puse como loco: ‘Perdóneme pibe, este 5-0 en contra hace peligrar la clasificación de Argentina para el Mundial y no se puede olvidar. Con todo el respeto que se merece, usted se comió todos los amagues’. Y era la verdad”.

Como era lógico, Sergio Goycochea estaba atravesando, quizás, las horas más difíciles de sus 10 años como profesional. Tras la gloria de Italia ‘90, se había convertido en un símbolo de la Selección y se adueñó del puesto en todo el ciclo de Alfio Basile. Siempre predispuesto a responder a los periodistas, en las buenas y las malas, fue aquella noche para el debate, que terminó no siendo tal: “Sanfilippo consiguió lo que fue a buscar: la polémica. Si el debate es inteligente, nos podemos sentar a hablar y discutir todos los temas. Pero de esa manera no tenía sentido, por eso tomé esa actitud. No me hacía más o menos hombre ser agresivo con él. Yo tenía encima la carga de los cinco goles de Colombia, mirá si me iban a importar las cosas que me decía Sanfilippo. No lo digo con despecho, porque fue algo que, por supuesto me dolió, pero sobre todas las cosas, porque fue algo completamente fuera de lugar. Si perdimos 5-0, obviamente no habíamos hecho las cosas bien, pero ante una agresión así, no merecía ningún tipo de contestación”.

Fue como una bomba que explotó ante la sorpresa de todos. Las cámaras iban y venían entre la pirotecnia verbal de Sanfilippo y las reacciones de Goyco, con su rostro impertérrito y el puño cerrado de su mano izquierda, como controlándose. El estupor dio paso enseguida a la participación de Gatti y Alonso, que salieron en defensa del arquero. El Beto le remarcó que, si tenía algo para decirle, lo tendría que hacer en forma privada y no delante de las cámaras. Lejos de asimilarlo, el ex goleador fue redoblando la apuesta cada vez más. En ese instante, cuando el control del programa, donde trabajan director de cámaras, sonidistas y productores, era un hervidero, sonó el teléfono y respondió Clara Mariño: “Atendí en medio de la locura que vivíamos y me encuentro con que del otro lado de la línea estaba Bilardo, quien tenía una buena relación con Neustadt, porque éste lo había defendido mucho antes de México ‘86. Por supuesto que le ofrecí si quería salir al aire. Me respondió que no, que se venía para el canal. Como no quedaba tanto tiempo le pregunté: “¿Va a llegar?”, a lo que rápidamente contestó: “Yo llego, yo llego”. Pensé que era una frase, pero en 10 minutos lo teníamos en el canal, se apareció por el estudio e ingresó”.

Hugo Gatti junto a Sanfilippo
Hugo Gatti junto a Sanfilippo en el programa de Neustadt

Neustadt lo divisó entre la gente detrás de cámara y lo hizo pasar. El Doctor vestía una camisa blanca y un sweater gris a cuadros, claramente, tal como estaba en su casa: “Bilardo, por favor”, fue la invitación del conductor, al tiempo que el inesperado visitante tomaba una silla para sentarse a la mesa con el resto. “Conoce a los invitados. ¿No?”, lo interrogó Bernardo mientras lo conminó a estrechar la diestra de Adolfo Pedernera con la frase: “Hay que saludar a las glorias”. Luego, conocedor de los tiempos de la televisión, donde trabajaba con éxito hacía 25 años, dijo que había visto cómo la esposa de Goycochea se había puesto a llorar al ver los ataques que estaba sufriendo su marido y que se había ido hacia un rincón del estudio. El clima no podía ser más tenso. O sí, cuando el Narigón tomó la palabra: “Yo no estoy de acuerdo con Sanfilippo. ¿Qué le tiene que dar consejos a Goycochea? ¿Quién es?”. La respuesta no se hizo esperar: “Yo fui un goleador que vos no fuiste y tengo condiciones suficientes para saber cómo enfrentar a un arquero”. El resto miraba asombrado ante una situación que lejos estaba de calmarse, porque Bilardo continuó: “Yo lo vi nacer futbolísticamente a Goycochea y sé lo que está pasando. Muy bien Alonso cuando le dijo que cualquier cosa que tenga para decirle, lo tiene que hacer en privado. Si le hicieron goles acá o allá, mala suerte, tendrá que corregirlo él. A 48 horas de algo que salió mal no podemos venir a matarlo. Ahora hay que clasificar para el Mundial, porque si no se van a tener que disfrazar de árabes e irse del país. Eso está claro”. Hugo Gatti le salió al cruce, diciendo que el fútbol era diversión, no una guerra y que había que aplaudir a Colombia por la exhibición del domingo a lo que el Doctor contestó que él nunca estaba contento si el equipo rival jugaba bien, que lo hiciera contra otro adversario. “Yo amo la belleza”, fueron las palabras del Loco, a lo que Bilardo contestó: “Si te gusta la belleza, andá a ver a Colombia contra otro equipo”. La intensidad seguía subiendo y llegó al punto máximo cuando Sanfilippo regresó a escena: “Cómo me va a venir a desautorizar el, si yo fui más grande que Bilardo 70.000 veces”.

Pocas veces, en su extensa y rica trayectoria junto a Neustadt, Clara Mariño había atravesado por una situación así: “El rating explotaba, al punto que los bloques subsiguientes del programa directamente los fuimos suspendiendo. Bajé al estudio para explicarles a los invitados el motivo y lo mejor fue que a nadie le pareció mal, porque los políticos que esperaban su turno estaban encantados escuchando el debate futbolero: “No se preocupe, Clara, esto está bárbaro” (risas). Al rato llamó Jorge Borelli, uno de los integrantes de la Selección, lo mandé al aire con la comunicación telefónica y también se peleó con Sanfilippo”. El zaguero, apenas conectado con el conductor, dijo que le hubiese gustado estar ahí para apoyar a su compañero, que había cosas que eran intolerables y que lo único que estaba buscando Sanfilippo era un poco de figuración. El ex goleador le pidió al conductor la posibilidad de contestar y fue la explosión final: “Estamos acá gracias a todos los amagues que se ha comido este muchacho, que fueron todos los amagues del mundo y fue tremendo”. Ahí Bilardo no dudó. Se puso de pie y dirigiéndose a Goyco, le dijo: “Vos te tenés que parar e ir de esta mesa, querido, perdonado por todos los presentes”.

“El programa perdió el control y el formato (evoca Mariño), y se transformó en un hito histórico que siempre se recuerda. Bernardo estaba entre sorprendido y fascinado, porque me decía que, al día siguiente, todo el mundo iba a estar hablando de esto. Lo que pasó esa noche no nos había ocurrido ni con la presencia de presidentes o grandes personalidades, ya que el estudio se llenó de la gente que trabajaba en Telefe. Creo que todo el mundo estaba ahí dentro. Algo que se ha puesto de moda en los últimos años, que es el pase entre los conductores, ya lo hacíamos en ese tiempo, entre Bernando y Marcelo Tinelli, que venía a continuación. No era todos los martes, pero sí con cierta asiduidad, y esa noche por supuesto que se realizó”.

Bilardo detrás de cámara esperando
Bilardo detrás de cámara esperando para entrar al programa

Nunca se sabrá si el objetivo que persiguió Sanfilippo fue el de ganarse un lugar en los medios a partir de allí, pero lo logró, porque durante muchos años fue sistemáticamente invitado para hablar, y sobre todo criticar, al mundo del fútbol. Sergio Goycochea fue el arquero argentino en los dos partidos de repechaje ante Australia, en los que se produjo el regreso de Diego Armando Maradona y la Selección de Basile consiguió la clasificación para el Mundial ‘94, torneo en el que no fue titular, ya que la valla la ocupó Luis Islas. Tiempo Nuevo continuó siendo el programa político más visto e influyente durante varias temporadas más.

En ocasión de entrevistar a José Sanfilippo, uno pudo detectar que nada en él ha cambiado, que mantiene firmes sus convicciones y, sobre todo, sus formas y su autoestima: “Escuchame pibe, pero escúchame bien: Nunca va a haber en el mundo, un programa igual a ese. Nunca”. Pasaron 30 años de una noche tan explosiva como inolvidable, en medio de una de las conmociones más grandes que vivió la rica historia del fútbol argentino.

El día que Bilardo fue a la TV por sorpresa para defender a Goycochea
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