Con apenas 19 años, en 2012, el mediocampista italiano Marco Verratti iba a tomar una decisión que marcaría por completo su carrera futbolística al fichar por el PSG, procedente del Pescara, equipo que fue refundado en 2009 y que acababa de ascender a la Serie A con él como figura emergente.
Nasser Al Khelaifi no dudó al convertirlo en uno de sus primeros fichajes después de tomar las riendas del equipo en 2011, tras la compra del club por parte del emir de Qatar, y decidió transformarlo en un emblema de la institución, oponiéndose muchas veces al interés de clubes como el Barcelona o el Real Madrid, que intentaron seducirlo durante las 11 temporadas que lleva en París.
Si bien nunca llegó a ser el primer capitán, cinta que portaron Thiago Silva y Marquinhos mientras él estaba en el equipo, el Pequeño Pirlo (como se lo conocía en ese momento) vio pasar por delante de sus ojos decenas de estrellas que finalmente se marcharon como Zlatan Ibrahimovic, Edinson Cavani, Javier Pastore o Ezequiel Lavezzi, entre otros.
Sin embargo, algo cambió en su relación con los dirigentes durante la última campaña. Los fanáticos que antes lo apoyaban se volvieron contra él, e incluso fue uno de los apuntados junto a Neymar y Messi por la eliminación en Champions League, al extremo de ver cómo un grupo de ultras marchó desde el estadio hacia su casa en forma de protesta.
En esta pretemporada el PSG volvió a ser el foco de atención de la prensa mundial, primero con la salida de Lionel Messi, luego con los problemas contractuales de Mbappé y posteriormente con la sorpresiva marcha de Neymar al fútbol saudí. Pero pocos imaginaban lo que estaba sucediendo por detrás.
Detrás de escena se estaba dando un quiebre entre el italiano y la dirigencia. Verratti viajó a la gira por Japón y disputó tres de los cuatro partidos pactados por el continente asiático. De regreso a Francia, las cosas tomaron un giro rotundo: tanto él como Neymar no se entrenaron con el grupo durante los días previos al inicio de la Ligue 1 y los rumores sobre un posible traspaso comenzaron a emerger.
Los medios galos pusieron la mira definitivamente en el mediocampista después de que Luis Enrique no lo convocara para el debut liguero frente al Lorient, en donde tampoco estaba Mbappé. Para el segundo duelo, el delantero parisino ya había arreglado sus diferencias con la dirigencia y ocupó un lugar en el banco, pero Verratti siguió sin aparecer en el radar. Lo mismo ocurrió con los siguientes dos encuentros del torneo local. Luis Enrique ya tenía decidido que el internacional con Italia no iba a formar parte de su proyecto deportivo.
Sin embargo, la decisión más resonante llegó cuando esta semana el PSG confirmó la lista de futbolistas inscriptos para disputar la fase de grupos de Champions League: Verratti no figuraba entre los 25 convocados. “Marco Verratti, en el PSG desde 2012, no figura en el grupo. Una elección de la dirección deportiva que confirma que el club no cuenta con él y está esperando su salida”, aseguró el periódico L’Equipe tras la publicación de dicha lista en las cuentas oficiales de la entidad.
Tras el cierre del mercado de pases en Europa, las opciones del mediocampista italiano para continuar con su carrera se disminuyeron drásticamente. El jugador, que tiene contrato con el PSG hasta 2026, tendrá que elegir entre seguir en el club sin contar con minutos o emigrar a una liga de menor nivel futbolístico.
Cabe destacar que, la ventana de transferencias del fútbol saudí cierra este jueves 7 de septiembre, siendo la principal liga asiática con la llegada masiva de estrellas (Neymar, Kante, Benzema, Firmino, entre otros). De no llegar a un acuerdo, tendría que apuntar al torneo qatarí (tiene tiempo hasta el 18 de septiembre) o el de Emiratos Árabes Unidos (cierra el 21 de septiembre).
En ese contexto, el citado medio francés confirmó: “El centrocampista italiano está a punto de incorporarse finalmente a Qatar y al club Al-Arabi, con el que el PSG mantiene conversaciones desde hace varios días”.
En cuanto a su presencia en la Selección de Italia, su presente tampoco es favorable. Si bien disputó la última doble fecha FIFA de junio, participando en las semifinales contra España y saliendo en el once titular en el duelo por el tercer puesto ante Países Bajos (último encuentro que dirigió Roberto Mancini), para los partidos ante Macedonia del Norte (9 de septiembre) y Ucrania (12 de septiembre) Luciano Spalletti no lo tuvo en cuenta.