Un amigo de Michael Schumacher relató historias desconocidas del piloto y habló sobre su salud: “Un caso sin esperanza”

El periodista Roger Benoit reveló algunas anécdotas que tiene con el heptacampeón durante su paso por la Fórmula 1

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A tres meses para que
A tres meses para que se cumpla una década del trágico accidente de Michael Schumacher (Efe)

A tres meses de que se cumpla una década del trágico accidente que sufrió el ex piloto de Fórmula 1 Michael Schumacher en los Alpes franceses mientras estaba de vacaciones, su estado de salud continúa siendo una incógnita ante la decisión de su círculo más cercano, encabezado por su esposa Corinna y su agente de prensa Sabine Kehm, quienes optaron por mantener en absoluta privacidad los avances o retrocesos de su recuperación.

Durante estos casi diez años, fueron muchas las voces que se alzaron para intentar aportar algunos enfoques sobre el tema, sin embargo fueron pocas las que pudieron brindar un poco de luz al caso. Recientemente, el histórico periodista suizo y amigo del corredor, Roger Benoit, contó algunas intimidades sobre su relación y afirmó que, si bien desconoce el estado actual, lo de Schumi es “un caso sin esperanza”.

En diálogo con el periódico suizo Blick, el experimentado reportero se negó a proporcionar información sobre el estado de salud del alemán y se limitó a replicar las palabras de su hijo Mick en una entrevista que brindó el año pasado: “Sólo hay una respuesta a esa pregunta y es la que dio su hijo: ‘Daría cualquier cosa por hablar con papá’. Esta frase dice todo sobre cómo le ha ido a su padre durante más de 3.500 días. Un caso sin esperanza”.

El cronista hizo referencia a declaraciones de Mick que se conocieron en 2021 en el documental de Netflix que encabezó la familia: “Papá y yo nos entendemos de una forma diferente ahora, simplemente porque hablamos un idioma similar, el idioma del automovilismo. Tenemos mucho más de qué hablar y al menos ahí es donde está mi cabeza la mayoría del tiempo. Ahí es cuando pienso, yo renunciaría a todo solo por tener eso”.

Posteriormente, comenzó a contar algunas anécdotas que tenía, no sólo con el siete veces campeón de la Máxima, sino también con el resto de las personalidades del campeonato: “Solíamos apostar en qué vuelta se retiraría el piloto de McLaren, Mika Hakkinen. Pero luego sufrió un grave accidente en Adelaida 1995. Estaba claro que necesitábamos una nueva apuesta en el paddock. Ahí apareció Schumi. Había que adivinar en qué puesto acabaría, al principio la apuesta era de 10 marcos alemanes, luego de 10 euros”.

Schumacher consiguió siete títulos en
Schumacher consiguió siete títulos en la Fórmula 1 (AP)

“Bernie Ecclestone, Flavio Briatore, Jean Todt y muchos otros participaban. Ecclestone siempre hacía tres o cuatro apuestas diferentes para aumentar sus posibilidades de ganar. Una vez ganó 3.500 dólares en Argentina. Luego entró en la sala de prensa con el dinero, se sentó en la mesa del frente y felizmente lo contó frente a la multitud de medios. Pero también fue especial con Jean Todt. Como jefe del equipo Ferrari, era el jefe de Schumi, pero siempre le dio el segundo lugar. Una vez me lo explicó: ‘Si Schumi queda segundo, ganaré algo, y si él gana, seré feliz de todos modos’. Después de unos años vino a verme y me dijo que ya no podía hacerlo más. Los medios italianos se enteraron y titularon: ‘Todt siempre apuesta contra Schumi’”. recordó

Ya centrado en su relación con Michael Schumacher, reveló que solían tener una tradición: “Después de las carreras, el restaurador de Fórmula 1 Karl-Heinz Zimmermann, Schumacher y yo nos sentábamos en la autocaravana de Bernie, fumábamos un puro y bebíamos una cerveza”.

También recordó las apuestas que realizaban en el backgammon: “Jugábamos regularmente entre nosotros, en el jardín o en la autocaravana. Principalmente por diversión, pero después fueron cerca de 10 marcos alemanes. Digámoslo de esta manera: como jugador de backgammon no era tan bueno como piloto de carreras”.

Sin embargo, a pesar de la buena química que tenían, también detalló el momento en el que se dejaron de hablar: “Ambos solíamos ser tercos. No me gustaron algunas cosas y eso es lo que escribí. También eché una mirada crítica a su regreso a Mercedes en 2010. Los resultados me dieron la razón, sólo subió al podio una vez cada tres años y luego fue reemplazado por Lewis Hamilton. Fue un final triste y trágico para una superestrella así”.

Su esposa se encarga de
Su esposa se encarga de cuidarlo junto a un grupo de profesionales tras el accidente (Efe)

La reconciliación llegó en el GP de Japón en 2011: “Había un pequeño sendero al lado del gran paddock detrás de los boxes. Si los conductores querían avanzar discretamente y rápidamente, lo utilizaban. Siempre estaba en mi silla en Sauber fumando un cigarro. De repente vi venir al señor Schumacher. Se acercó cada vez más, pasó a mi lado pero a los dos metros se detuvo, volvió, me dio una palmada en la rodilla y dijo: ‘Olvidemos todo lo que fue. Vamos a empezar de nuevo’. Di otra calada a mi cigarro y luego dije: ‘Está bien’. Desde entonces hemos vuelto a hablarnos”.

Por último, cuando le preguntaron qué le diría a Schumi si estuviera recuperado físicamente, bromeó: “Le recordaría que me debe una cena”, la cual perdió por una graciosa anécdota. “En un momento se me acercó y me dijo: ‘¡Estás engordando! Ya debes pesar 90 kilos’. Le respondí: ‘¿Estás loco? Hay 84 buenos’. Pero no se quedó así y se encargó de que yo tuviera que subirme a una báscula en boxes”.

“La balanza mostró 86,8 kilos, pero con camisa y pantalón. Me prometió la cena si bajaba a los 80 kilos. Finalmente lo cumplí, Schumi quedó impresionado y me prometió la cena. Probablemente me deberá esta redención para siempre. Pero todavía le estoy agradecido porque sin él no habría perdido peso. Por cierto, esta mañana me subí a la balanza. ¡80,8! Schumi estaría orgulloso de mí”, sentenció.

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