River Plate es una cantera inagotable de talento y uno de los clubes más importantes del fútbol argentino. Pero también es un ejemplo fuera de los campos de juego producto de su fundación, que en el marco de su 10° aniversario realizó su ya clásica cena anual para recaudar fondos de cara a los los proyectos y programas benéficos que tiene la institución.
En La Rural y bajo el lema “Una decena de valores” se llevó el evento que contó con más de 600 invitados, entre celebridades, empresarios, el plantel actual, cuerpo técnico, viejas glorias del club y los principales mandatarios, como Jorge Brito (presidente), Matías Patanian (vicepresidente), Ignacio Villarroel (vicepresidente segundo) y Enzo Francescoli.
Entre las estrellas del conjunto millonario los primeros en acudir fueron Facundo Colidio, uno de los refuerzos durante este último mercado de pases, y el arquero Ezequiel Centurión. Luego fueron cayendo casi en simultáneo y se concentraron en una especie de VIP montado en el primer piso del pabellón.
Uno de los más requeridos por los presentes fue el Burrito Ortega, quien con una sonrisa se detuvo para sacarse algunas fotografías e incluso firmar autógrafos. Un caso similar fue cuando aparecieron dos de las principales caras de la secretaría técnica, como Francescoli y Leo Ponzio.
En la recepción los invitados de la noche tuvieron dos interesantes incentivos además de la posibilidad de degustar distintos aperitivos y tragos. Una opción era la de sacarse una fotografía con el trofeo de la Liga Profesional, mientras que la otra era realizar un montaje como si estuviesen celebrando un gol dentro del estadio Monumental.
La apertura del salón también estuvo a la altura de las circunstancias y se ambientó como si fuese un partido en el Antonio Vespucio Liberti. Con pantallas en todos sus costados y con canciones típicas de cancha como “River, mi buen amigo”, se abrió el paso al salón principal bajo la conducción de Mariano Iudica y Magui Aicega.
Una de las perlitas de la noche fue al inicio, cuando el presentador saludó a Martín Demichelis y a su pareja Evangelina Anderson y rememoró que fue él quién los presentó un día en Carlos Paz.
Tras las palabras de Clara D’Onofrio, presidenta de Fundación River Plate, fue el turno de tomar el micrófono para Jorge Brito, quien aprovechó la ocasión para intentar llevar calma entre los aficionados tras algunos días en los que circularon diversos rumores. “A los hinchas le digo que se queden tranquilos. Tenemos un gran grupo humano. Un gran cuerpo técnico. Grandísimos jugadores. Estamos todos unidos. Esto ya nos ha pasado muchas veces. Por ejemplo, en 2017 con la derrota con Lanús (semifinal de la Copa Libertadores), que nos costó unos meses reponernos. Tal vez ahí pudimos encontrar un punto de inflexión en aquel partido con Boca en Mendoza (final de la Supercopa Argentina que ganó River Plate 2-0). Pudimos reconstruirnos a partir de ahí. Ese fue, diría, el mejor año en la historia de River, que terminamos con la copa en Madrid. Estamos muy confiados en este plantel, en este cuerpo técnico y estoy convencido de que vamos a dar batalla en este campeonato también”, subrayó. También destacó los valores del club y la importancia de ayudar a los más jóvenes.
Por su puesto que también hubo un show musical, el cual estuvo a cargo del cantante Nahuel Pennisi, quien deleitó al público con la canción “Toco y me voy”. Luego hizo levantar a más de uno de sus asientos para que se animen a bailar bajo el ritmo de “Universo Paralelo”.
Sin embargo, el momento más emotivo de la noche fue con algunos testimonios que conmovieron los corazones de todos en La Rural, como los del ex jugador de las inferiores del club Juan Cruz Cuevas o Milagros Acevedo, destacada jugadora de las inferiores femeninas de River Plate y habitual alcanza pelotas del primer equipo masculino. Enzo Pérez fue llamado al escenario para colocarles de manera simbólica la cinta de capitán a cada uno de ellos.
Poco después de las 23 comenzó el plato fuerte: la clásica subasta, la cual alcanzó una cifra récord de $ 196.800.000. El primer objeto fue una pieza de Juan Carlos Pallarols, una rosa realizada con casquillos de bronce recolectados en las Islas Malvinas. Con Pedro Alfonso, Enzo Francescoli y Pato Fillol como “rematadores” la pieza que comenzó con un precio base de 250 mil pesos terminó siendo vendida en 7.5 millones.
Luego fue el turno para una pieza de colección: la pelota con la que Miguel Borja le dio el agónico triunfo al Millonario en el último Superclásico ante Boca Juniors. El balón, que fue subastado por el propio colombiano, Esequiel Barco y Agustín Palavecino, ascendió hasta los 8 millones. El empresario inmobiliario, de yapa, celebró su nueva adquisición junto al delantero recreando su clásico festejo del “colibrí”.
Una persona que vino desde Nueva York fue la ganadora de una vibrante puja por dos camisetas autografiadas por los campeones del mundo en Qatar 2022 Julián Álvarez, Gonzalo Montiel, Enzo Fernández, Franco Armani y Exequiel Palacios, entre otros (una de la selección argentina y otra de River Plate). Pagó 18 millones de pesos. Los encargados de encender este remate fueron tres que volvieron en esta ventana de transferencias: Gonzalo Pity Martínez, Manuel Lanzini y Ramiro Funes Mori.
Francisco De Narváez fue otro de los protagonistas de la velada al pagar 25 millones de pesos (la cifra más elevada de la noche) por la camiseta edición especial que utilizaron todos los futbolistas del primer equipo durante la celebración de la obtención de la Liga Profesional y una de las medallas que le dieron al plantel por la obtención del título. Estos objetos fueron subastados por Enzo Pérez, Nacho Fernández y Joni Maidana, quienes en muestra de agradecimiento ofrecieron sus camisetas en el próximo encuentro del Millonario.
La última puja fueron dos “experiencias 360″, que incluye observar el precalentamiento de los futbolistas, ver el encuentro en un lugar preferencias y estar en la primera fila durante la conferencia de prensa post partido. Los rematadores Martín Demichelis, que recibió una ovación y muestras de cariños por parte del público, Javier Pinola y Germán Lux cosecharon 7.5 millones de pesos por cada pase.
Para cerrar la velada, todo el plantel profesional y el cuerpo técnico se subieron al escenario para una foto grupal y celebrar levantando la copa de la Liga Profesional.