River Plate, último campeón de la Liga Profesional, vive días agitados. Las eliminaciones de la Copa Libertadores y la Copa Argentina, y el comienzo oscilante en la Copa de la Liga (con un triunfo y dos derrotas, la última 2-0 ante Vélez) pusieron en superficie algunos roces, que derivaron en una reunión entre el cuerpo técnico encabezado por Martín Demichelis y el plantel para encauzar el bote, que por jerarquía y pasado reciente en cuanto a juego tiene herramientas como para pelear y ganar el segundo certamen local de la temporada.
Los cambios en la alineación (Casco, Nacho Fernández, Manu Lanzini y Esequiel Barco fueron al banco ante el Fortín, por citar algunos casos), el declive en el rendimiento colectivo y un teléfono descompuesto le subieron el volumen a los rumores en los dos días posteriores al golpe en Liniers, tras el cual el DT había sido lapidario: “Fue un River totalmente desconocido. Fue uno de nuestros peores partidos, sino el peor, desde que estamos juntos”.
Es que tomó estado público que el entrenador mantuvo una reunión off de récord con un puñado de periodistas en la que habría dejado algunas consideraciones sobre jugadores del plantel, que terminaron llegando a oídos de ellos.
La versión indica que habría hecho hincapié en “el paso del almanaque” y en la diferencia del nivel que mostraron algunos futbolistas a nivel local y en la Libertadores. El ruido de esas palabras decantó en el cónclave que mantuvieron Demichelis y sus ayudantes (Javier Pinola y Germán Lux) con la plantilla completa primero, y con algunos hombres puntuales después (Enzo Pérez, Franco Armani y Leandro González Pirez).
Según pudo averiguar Infobae, se trató de encuentros “positivos”, en los que todas las partes se juramentaron “tirar juntos hacia adelante por River”. Al mismo tiempo, los conceptos de la charla en off ya habían sido vertidos en la intimidad del grupo. El desencuentro se registró porque salieron a la luz, cuando pedían ser resguardados en la dinámica del vestuario.
Al mismo tiempo, a pesar de esta diferencia, ambas partes creen que la mejor versión de River, que culminó en el título, es recuperable. Vale recordar que en la consagración en la Liga tuvo grandes momentos de fútbol, más allá de lo que pueden ofrecer las individualidades. Se quedó con la corona con 11 puntos de ventaja sobre el escolta Talleres de Córdoba, apenas perdió cuatro cotejos y ganó 19. Y anotó 50 goles con una diferencia de + 30, una potencia ofensiva que ningún otro contendiente en el certamen pudo empardar.
Además, del andamiaje campeón, sólo se marchó Lucas Beltrán, un nombre clave (convirtió 12 conquistas y quedó a uno de Michael Santos y Pablo Vegetti, los máximos anotadores), pero tiene reemplazo fuerte en el puesto (Miguel Borja, Salomón Rondón, Pablo Solari) y llegaron otros refuerzos de fuste, como el mencionado Lanzini, Ramiro Funez Mori, Facundo Colidio o Pity Martínez.
El impacto de las reuniones podrá apreciarse en la intensa triple fecha que anunció este martes la Liga Profesional. Por la cuarta fecha de la Copa de la Liga, el Millonario recibirá el domingo 17 de septiembre a Arsenal en el Monumental. Luego, por la quinta jornada, también será local ante Atlético Tucumán el jueves 21/9. Y cerrará la maratón el domingo 24 visitando a Banfield en el estadio Florencio Sola. Una interesante medida para demostrar que las desaveniencias quedaron detrás del escudo.