Este lunes San Lorenzo igualó 1-1 con Unión en Santa Fe en el encuentro que cerró la tercera fecha de la Copa de la Liga. Fue un duelo con polémica por los dos expulsados en el Ciclón, que derivó en las críticas de su entrenador, Ruben Darío Insua, hacia el árbitro Jorge Baliño. El Gallego se mostró molesto, aunque también terminó con mucha adrenalina el partido en el Estadio 15 de Abril. Al DT se lo vio a puro grito en el final y con gestos ampulosos cuando sus tres zagueros centrales fueron a buscar el cabezazo en el final con nueve jugadores.
El elenco azulgrana se puso en ventaja con el Adam Bareiro a los 25 minutos del primer tiempo, que fue controvertido por una falta previa que reclamó el conjunto local. No obstante, en el complemento Unión alcanzó el empate con el gol de Gonzalo Morales, a los 77 minutos.
Luego San Lorenzo sufrió las dos expulsiones, la de Carlos Sánchez a los 79 minutos y la del propio Bareiro, a los 89. Con inferioridad numérica, poder llevarse un punto de la capital santafesina era un buen resultado para el equipo santo.
Ante ese panorama Insua se lamentó cuando sus tres defensores fueron a buscar el cabezazo en un tiro de esquina en el epílogo del cotejo. “No, yo me muero, me muero”, dijo el Gallego, mientras se tomaba la cara en dos oportunidades. Es que no quedaba nadie en el fondo de su equipo y lo que más lo preocupaba era alguna contra del rival que podría haber terminado con el segundo tanto del Tatengue.
Una vez terminado el encuentro, Insua fue sin filtro contra el arbitraje en la conferencia de prensa, aunque apelando a la ironía: “Los jugadores nuestros se caían y se volvía a iniciar el juego. No teníamos esa fortuna. Cuando se caían los jugadores de Unión, eran faltas en contra y ellos son un equipo peligroso en ese aspecto”.
“No me siento con capacidad para juzgar a los arbitrajes, pero me parecieron algunas decisiones extrañas”, analizó luego en diálogo con TNT Sports. “Yo estoy a 40/50 metros, así que el equivocado soy yo, quizá el equivocado soy yo...”, dijo con sorna. “Fueron algunas faltas en contra de Bareiro, Girotti, Leguizamón y Maroni, para mí eran faltas viéndolo a la distancia, pero en campo nuestro con los delanteros y volantes rivales nuestros, sí eran”, agregó.
“Terminamos con dos jugadores menos, somos un equipo que normalmente termina con 11 en la cancha, pese a todo esto es un resultado no despreciable. Aunque para que el resultado valga al igual que el triunfo sobre Lanús, tenemos que tener una localía fuerte”, destacó.
Además, insistió: “Hubo una en la que se iba solo Leguizamón y le hicieron un tackle, pero no pasó nada. Ahí en el banco me dijeron ' le hizo un tackle’ y no lo cobró. Raro, pero bueno”.
Sobre las expulsiones, sostuvo: “No las volví a ver, ni la de Bareiro, la de Sánchez, ni el tackle a Leguizamón”, sentenció en entrevista con ESPN. “No cobró nada (Baliño). Hubo jugadas que desde yo estaba, para mí eran faltas (a favor de San Lorenzo). Entonces la pelota volvía rápido. Unión fue a buscar el resultado y nosotros terminamos con dos menos”, subrayó.
“Sabíamos que iba a ser un partido difícil. Unión tiene una localía fuerte. Haber terminado con dos jugadores menos, obviamente que tuvimos que sufrir el desarrollo del partido. Nos faltó precisión para manejar la pelota y acertar las contras”.
Luego de este empate San Lorenzo quedó sexto en la Zona B de la Copa de la Liga con 5 puntos, producto de este empate y de la otra igualdad que fue el 2-2 ante Belgrano en el Nuevo Gasómetro. En el arranque del torneo venció 1-0 a Lanús en La Fortaleza. En la próxima fecha el Ciclón recibirá a Racing en el clásico de la jornada.
Los líderes de la Zona B son Newell’s, Sarmiento, Racing y Unión, con 7 unidades. Con 5 también aparece Belgrano, pero tiene mejor diferencia de gol que San Lorenzo. Quedan 11 fechas para terminar la fase regular del torneo. Los cuatro primeros de cada grupo pasarán a los cuartos de final.