Carlos Alcaraz es una de las sensaciones del tenis. El español, que muchos señalan como el reemplazante natural de Rafael Nadal, se mantiene como el número 1 del mundo del circuito ATP y es uno de los máximos candidatos a quedarse con el último Grand Slam del año.
En su camino a la definición del US Open, el murciano tuvo que trabajar para avanzar a los octavos de final del torneo. Tuvo que batallar para ganarle por 6-2, 6-3, 4-6 y 6-3 al británico Daniel Evans, número 28 en el ranking, en poco más de tres horas de juego. En el cuarto y último set, Alcaraz protagonizó uno de los puntos del campeonato hasta ahora.
Con el parcial 3-2 en favor del tenista español, el servicio estaba en manos de Evans. Con el punto de quiebre a su favor para sacar ventaja de dos games y tras una serie de golpes, Alcaraz se defendió de gran forma luego de una pelota profunda que intentó el británico. Tras devolver el disparo, el oriundo de Birmingham ejecutó una volea que parecía iba a definirse a su favor, pero no contó con la espectacular recuperación del español.
Alcaraz corrió detrás de la pelota y lanzó un drive paralelo casi cayéndose que impactó casi en la intersección de ambas líneas -de costado y de fondo-. Acto seguido, levantó las manos pidiendo la revisión de la acción por las cámaras de TV. Mientras festejaba, un Evans incrédulo no podía entender lo que había visto: el británico se quedó parado, con las manos en la cintura y con su raqueta en el piso de la cancha después de tirarla.
Algo similar sucedió con los comentaristas de la transmisión de ESPN. Al ver el punto que logró el joven tenista, no pudieron ocultar su sorpresa por la definición. “No me lo creo”, dijo Mónica Puig, la ex tenista puertorriqueña que ganó la medalla de oro en el single femenino de los Juegos Olímpicos de Río 2016.
“En el cuarto set estábamos jugando un gran partido. Estaba concentrado en dar lo mejor de mí, intentar romperle el saque lo antes posible. No me preocupaba si podía perder o no”, dijo la raqueta de España tras el triunfo. “Reprocharte no sirve de mucho, intento hacerlo lo menos posible pero soy un jugador que necesita sacar esa ira de dentro de cualquier manera. Lo que sirve es hablarte en positivo. Animarte y pensar que las cosas van a salir bien y que lo podés sacar adelante”, agregó Alcaraz sobre la forma que tiene de motivarse durante los partidos.
El jugador de 20 años, que viene de ganar este año en Wimbledon y que en 2022 se coronó en Flushing Meadows, también se refirió al amor que tiene con el público en Nueva York. “Aquí en Estados Unidos les encanta el show, tienen la cancha más grande del mundo, el tenis se vive algo diferente. Mi estilo de juego concuerda muy bien con lo que quiere la gente. Hacer cosas diferentes que no se esperan, tratar de que se pongan de pie cada partido. Les encanta y por eso tenemos esa gran conexión aquí”, explicó.
Alcaraz sigue su camino en la defensa del título del US Open. Después de vencer al alemán Koeper (6-2 y 3-2 por abandono) y al sudafricano Harris (6-3, 6-1 y 7-6), el español dejó en el camino a Evans para clasificar a los octavos de final del certamen. En dicha instancia se enfrentará al italiano Matteo Arnaldi. ¿Habrá cruce con Novak Djokovic? De darse, sólo sería en la final.
¿Qué dijo sobre la remontada de Nole frente a su compatriota Laslo Djere por 4-6, 4-6, 6-1, 6-1 y 6-3? Confesó que no vio el final del duelo porque se fue a dormir, pero sabía que iba a darlo vuelta. “Vi los dos primeros sets, luego tuve que ir a dormir pero en ese momento estaba pensando que Novak iba a remontar, seguro. Demuestra una vez más que es uno de los mejores de la historia. Creo que lo he visto remontar dos sets unas seis o siete veces. Es algo loco. Tener 36 años y hacer las mismas cosas que cuando tenía 20, es increíble. Tenemos que darle crédito por eso, es algo que admiro”.