Exclusivo, el plan de Ricardo Juncos para que Agustín Canapino siga en la IndyCar: “Todos creían que era una locura subirlo al auto y sorprendió”

Este domingo la IndyCar correrá su penúltima fecha en Portland y es un momento clave para definir la continuidad de Agustín Canapino en Norteamérica. El arrecifeño de 33 años corre en la escudería Juncos Hollinger Racing y en su debut absoluto en monopostos “sorprendió en la categoría”, como le confesó Ricardo Juncos a Infobae. En un mano a mano con uno de los propietarios del equipo, aclaró el panorama.

El diálogo se dio en el regreso de Canapino al Turismo Carretera en la última fecha disputada en el Autódromo de Buenos Aires Oscar y Juan Gálvez, donde hubo furor por la presencia del Titán de Arrecifes y el box del JP Carrera, el equipo que le atendió su Chevrolet, fue el más concurrido. “Es una locura. No caigo. Estoy muy emocionado”, arrancó Juncos.

-¿Qué balance hacés del año de Agustín?

-Positivo. Superó las expectativas de todos. En Toronto cuando tuvo que girar por primera vez con un monopostos sobre el agua y en cualquier condición adversa que le tocó giró muy bien con los tiempos. Está mostrando un talento increíble, como sabíamos y por eso lo elegimos. No tenía duda de que iba a andar bien. Sabía que iba a andar bien en los óvalos y es el tercer piloto que más sobrepasos hizo en el año en esta clase de circuitos, según una estadística que publicó la IndyCar. Pero lo que más me sorprende es cómo él trabaja abajo del auto. Esa era la parte que desconocía de él, porque en 2019 fue muy poco tiempo el que tuvimos cuando hicimos las 24 Horas de Daytona. Es un profesional con todas las letras. Es mucho más completo de lo que la gente ve manejando. Cómo trabaja con los ingenieros, la voluntad que le pone. También para considerar la parte mediática por todo lo que mueve Agustín con los fans y es el piloto de referencia de Argentina. Esto no ocurrió con otro piloto argentino porque se fueron más jóvenes. Agustín se va con 33 años con unos récords históricos a nivel nacional y está teniendo unos resultados increíbles. Cada cosa que se hacemos se magnifica cada vez más y superamos las expectativas por todos lados.

-¿Canapino sorprendió a la IndyCar?

-Sí porque se sabe lo difícil que es. Un piloto de F1 después de once temporadas como Romain Grosjean no pudo terminar en Saint Petersburgo y Agustín terminó bien y 12º, misma posición que en Texas en su primera vez en un óvalo, en un auto de carrera y de Fórmula que es el más difícil de manejar en el mundo, un piloto que no corrió ni siquiera en karting. Todo eso es muy loco, muy ilógico y todos creían que era una locura subirlo al auto y hasta internamente en el equipo. Mi socio Brad Hollinger como 20 veces me preguntó si estaba seguro. Porque más allá de los récords que hizo Agustín en la Argentina con un TC, ¿qué tiene que ver eso? ¿Por qué iba a andar bien en un auto de la IndyCar? Sin embargo, lo está haciendo muy bien y nosotros como equipo estamos con un déficit increíble. Este año estuvimos muy complicados con la situación técnica. Él no está manejando un coche de Penske o de Chip Ganassi.

Nacida en 1911 y pese al cambio de nombres y organizadores, la IndyCar es la categoría más antigua del mundo y la segunda de monopostos (autos de Fórmula) más importante detrás de la Fórmula 1. Canapino está haciendo su debut absoluto en un campeonato regular en esta clase de autos. Toda su campaña en la Argentina la corrió en coches con techo cuya máxima potencia era de 450 caballos. Pasó a manejar un monoplaza, es decir, un auto construido para correr, con 750 caballos de potencia y carga aerodinámica (alerones y otros aditamentos).

Sus mejores resultados fueron los sendos puestos 12 en su bautismo, en Saint Petersburgo y en la segunda fecha corrida en Texas, en su estreno en un óvalo. Dañó poco el auto y los accidentes que tuvo fueron por esquivar a un rival ya chocado como en las 500 Millas de Indianápolis, donde llegó a ser tercero, el mejor puesto parcial de un argentino en la carrera más importante de los Estados Unidos, donde hacía 83 años que un compatriota no la largaba.

La categoría se nutre de autos Dallara, y en el caso del Juncos Hollinger Racing, corren con motores de Chevrolet. Es una escuadra que no es de las más fuertes como Ganassi Racing, Team Penske, Andretti Autosport o Arrow McLaren (asociado al equipo de F1), que cuentan con mayores recursos económicos para poder hacer desarrollos. Encima este año el equipo de Canapino perdió cinco fechas a su director técnico, Yves Touron.

-¿Cómo hicieron para correr sin su director técnico?

-Es la persona que está por arriba de nuestros dos ingenieros. Es como un entrenador de fútbol. Es como si te falta el coach y el equipo tiene que jugar sin entrenador. Antes de Saint Petersburgo le agarró un infarto, el jueves, gracias a Dios zafó de casualidad y ni los médicos saben cómo. Volvió justo para la carrera de las 500 Millas y hasta ahí la parte técnica estuvo a la deriva y con tipos nuevos que había contratado y que venían de otros equipos y que no eran las personas indicadas. No me gusta hablar de la gente, pero no estábamos encajando en el sistema nuestro y cómo veníamos trabajando el año pasado y justo antes de Mid Ohio tuve que hacer un cambio y traje un ingeniero de otro equipo que era part time, que estuvo comprometido hasta las 500 Millas, y después de eso quedó libre. Es el que está con Agustín hoy y es un inglés que quería contratar y por unas cuestiones personas pudo hacer algunas carreras. A partir de Mid Ohio, Agustín estuvo con dos ingenieros distintos. Eso tampoco es lo ideal, pero estamos apuntando a mejorar la parte técnica del equipo internamente. Ya tenemos dos personas con contratos firmados que no pueden incorporarse, pero lo van a hacer a partir de octubre. Visualizamos una mejora en la calidad en la parte técnica. Cuando vos tenés durante la primera mitad del año errores electrónicos, cálculos matemáticos, fórmulas, después predeterminás en la computadora un montón de valores y tenés que confiar en eso. Si la construcción de esos valores está equivocada, el armado de un software es un problema porque es tan tecnológico todo que necesitás esa información y eso es un poco lo que nos está pasando. Ahora tenemos que recuperar el terreno perdido. Estamos por momentos como en Iowa, donde éramos el auto más rápido con Agustín, creo en Nashville y en Toronto mostramos buena velocidad, pero en el IndyGP (carrera en el circuito mixto de Indianápolis) no tuvimos buena velocidad. Se ven rayos fugaces de cosas muy buenas y estamos tratando de armonizar todo en estas carreras que quedan.

Canapino cumplió con las expectativas. A nivel deportivo arriba y abajo del auto, el argentino, ganador de 15 títulos nacionales en autos con techo (4 de TC, 2 de TC 2000, 7 de Top Race, 1 de TC Pista y 1 de la Copa Mégane), a uno de Juan María Traverso, el más laureado en pista en la Argentina, demostró sus aptitudes y es merecedor de otra temporada en la IndyCar. Aunque eso está supeditado a conseguir el presupuesto. Ante la incertidumbre de poder seguir con el apoyo estatal de la Argentina (Intropur y Termas de Río Hondo) por el marco electoral, Juncos ya empezó a moverse en el plano estadounidense para trata de conseguir allí ese presupuesto. Hace unos meses su equipo anunció la llegada de otro sponsor (Pay.com) y el team-manager argentino sigue moviéndose para cerrar la continuidad del arrecifeño.

-¿Cómo está lo de Canapino para el año próximo?

-Seguimos trabajando. No te voy a negar que quiero que se quede. Pero dependíamos un poco de lo que pase en el país, las elecciones, tenemos cierto apoyo de “Visit Argentina”, de Termas de Río Hondo que fueron partícipes del día uno de toda esta locura. Las acciones que hicimos acá como traer el auto, tratar de traer la carrera y todo lo que se generó. Eso ayudó a que los inversores apoyen este proyecto. Con la llegada de Agustín Canapino ayudó que la categoría se introduzca en Latinoamérica. La categoría lo reconoce. Los inversores lo vieron y él está andando bien en el auto. Pero con toda la incertidumbre que hay hoy en la Argentina y lamentablemente falta para las elecciones y no podemos esperar hasta ese momento. Por lo cual estoy trabajando día y noche para ver cómo podemos lograrlo. Si lo logramos, bien y si no, será lo que tenga que ser.

-Si no logran el apoyo del Estado, ¿hay chances de conseguir patrocinio privado acá o en Estados Unidos para solventar la campaña de él?

-El apoyo del Estado era ínfimo a los valores que se manejan en los Estados Unidos. Obviamente es valorado y ayuda mucho, sobre todo a nivel político al decir “no estamos solos a nivel de afuera. Hay alguien de Argentina que apoya el proyecto”. Porque si no queda todo muy flaco a nivel de inspiración. Estaría bueno igual que la parte privada se sume, aunque sea de partes que se puedan pagar desde acá porque todos sabemos la situación argentina. Pero al menos hay una intención. Nosotros tenemos que mostrar eso y que hay una proyección a largo plazo. Traer la categoría, el día de mañana la Argentina se va a recomponer, entonces hay intenciones de empresarios estadounidenses de traer inversión a la Argentina y afianzarse. Eso era también la intención de los americanos al querer traer la carrera y formar un abanico de inversores para la Argentina. Eso puede potenciar al país al tener un evento que es más que una carrera. Si tenemos tres o cuatro privados que se puedan sumar y va más allá de la parte económica, es el hecho de estar para adelante y que la Argentina pueda continuar.

-Hoy, ¿cuánto es el porcentaje de apoyo de Argentina y lo que pone el equipo?

-De Argentina es un diez por ciento de lo que gastamos en el año.

-¿Si no hay apoyo de Argentina, Canapino no sigue en Estados Unidos?

-No. Son dos cosas distintas. Estoy trabajando en Estados Unidos también y no estoy pensando en Argentina. Si podemos confirmarlo (el apoyo de Argentina) más allá de la plata y no tiene que ver con una cuestión económica, sino a nivel protocolar y pensando en el futuro. Si nosotros estamos hablando de traer la carrera a la Argentina y hacer una inversión a largo plazo a la Argentina, pero no hay un solo apoyo de un inversor local queda como, “me estás cargando. ¿Qué valor tiene mi palabra?”. Yo estoy negociando lo de Agustín más allá de lo que pase en la Argentina. No puedo esperar por la Argentina. Tenemos que seguir avanzando. Nuestros tiempos son muy dinámicos y acá es todo más lento y complejo. Pero claramente ayudaría. Yo hoy tengo en la cabeza que de Argentina no va haber nadie y de alguna forma tengo que lograrlo.

-Entonces, ¿es posible que pueda continuar con un apoyo total de Estados Unidos?

-Si lo logro conseguir sí.

-¿Van a hacer una exhibición en Rafaela?

-Eso fue un rumor. Más ganas que otra cosa. Hoy la logística del equipo es más compleja. Vamos a un sistema híbrido y a un push to pass (sistema que entrega potencia extra y facilita el sobrepaso) que será eléctrico y que recupera la energía a través de los frenos. Asimilar al DRS de la F1, pero aplicado al push to pass. Eso cambia toda la logística porque estamos contra reloj una vez que termina la temporada y para poder tener todo listo para el año que viene.

-¿Cómo está lo de la fecha en la Argentina?

-Está supeditado a un tema político y en Estados Unidos están muy pendientes de todo lo que pasa en la Argentina. Obviamente no podemos cambiarlo ni evitarlo. Fijate la incertidumbre que hay en todo el país y en Estados Unidos también hace ruido y quieren saber qué pasa o no va a pasar. Hoy el tema está en manos de ellos, si la carrera la quieren hacer sí o no. Vinieron conmigo, las intenciones están. Habrá que esperar a lo que dice el “Capitán” Roger Penske (dueño de la IndyCar), quien es en definitiva el que tiene la última palabra y con eso estamos. Hay que mostrarle y presentarle a Penske los motivos. La cantidad de cosas positivas que tiene hacer una carrera en la Argentina. No van a venir solamente argentinos, vendrán de otros países de Latinoamérica. Hoy no tengo un panorama claro. Cuando haya novedades positivas lo estaremos anunciando.

-¿Esto sería en Termas de Río Hondo?

-La IndyCar está definiendo su calendario que debería estar listo para la carrera de Laguna Seca (10 de septiembre) en la última fecha. Es muy difícil meter la carrera dentro del calendario porque la fecha que la IndyCar tendría que ser cuando corre el MotoGP acá (principios de abril). La categoría está definiendo el calendario y eso depende de los contratos con los promotores en los Estados Unidos. Una vez que eso ocurra se determinarán las ventanas que tengan y ahí, de ser un “sí”, habrá que ajustar la fecha. En Laguna Seca la IndyCar debería publicar su calendario y ahí estaría por verse qué fecha tendríamos.