Entre Tierra Alta y Caracas hay 1.444 kilómetros de distancia. En la ciudad colombiana nació Miguel Angel Borja. Y en la capital venezolana, Salomón Rondón. Sin embargo, Borja y Rondón viven el día a día de River Plate casi como si hubieran nacido en el mismo barrio. Acaso los une la condición de extranjeros o el gusto musical que comparten por la salsa. O la buena química que comenzó a alimentarse desde el 30 de enero de este año, cuando Rondón se sumó al plantel conducido por Martín Demichelis y Borja se le acercó de inmediato para decirle que podía contar con él para lo que necesitara. Competidores furiosos adentro de la cancha, se volvieron compinches afuera.
Tienen una muy buena relación, al punto de que el River Camp, las concentraciones y el Monumental los transformaron en “panas”, como se suelen decir casi en clave de amistad. “Se llevan bárbaro. Hablan permanentemente, están siempre juntos. Y hasta se ayudan mutuamente a pesar de que pelean por el mismo puesto”, dijo a Infobae un futbolista con mucho predicamento en el vestuario de River. “Cuando terminó el partido contra Barracas, Borja lo felicitó dos veces a ‘Salo’ en el vestuario por el golazo que hizo y por el pase gol que le dio a Pablo (Solari)”, comentó otro jugador del equipo millonario.
Tras la ida de Lucas Beltrán a la Fiorentina, Borja y Rondón pelean por el puesto de centrodelantero titular del actual campeón del fútbol argentino. En los dos primeros partidos luego de la partida del cordobés al equipo italiano, Demichelis le dio la titularidad a Borja, quien tiene más aceptación entre los hinchas que el venezolano. Sin embargo, el muy buen ingreso de Rondón en la goleada por 5 a 1 ante Barracas Central lo posicionó de otra manera ante muchos simpatizantes que lo miraban de reojo.
En menos de quince minutos, el venezolano anotó un golazo, tras parar y definir con jerarquía dentro del área ante un pase bárbaro por elevación de Ignacio Fernández, y le dio a Pablo Solari la asistencia para el último gol de River. Fue la primera vez que convirtió en el Monumental y sus buenas participaciones le dieron la derecha a quienes sostienen que se trata de un futbolista de primer nivel internacional. Demichelis, por caso, tiene esa valoración del máximo goleador histórico del seleccionado venezolano (lleva 39 goles en 95 partidos).
En el cuerpo técnico que comanda el ex Bayern Múnich creen que Rondón tiene un espíritu de lucha para pelear por la titularidad que no le ven a Borja, menos fuerte mentalmente que el venezolano. Quizá por eso el técnico le dio la titularidad al colombiano frente a Argentinos Juniors y Barracas Central. “Nosotros sabemos que Rondón no se va a caer nunca y que siempre va a pelear por encontrar su lugar. En cambio, Borja por ahí se cae anímicamente si no juega. Y nosotros necesitamos de los dos”, señaló un dirigente que pidió reserva de su nombre.
Borja jugó bien en La Paternal (le dio de cabeza la asistencia a Agustín Palavecino para el primer gol y luego le cometieron el penal que derivó en el segundo tanto, de Esequiel Barco) y su influencia decayó ante Barracas.
Rondón entró a los 34 minutos del segundo tiempo ante Argentinos en lugar de Enzo Díaz y a los 37 de la etapa final contra Barracas Central en reemplazo de Borja. El venezolano fue pedido especialmente por Demichelis, de quien fue compañero en el Málaga. Y el técnico confía sobremanera en sus condiciones. Por eso se trata de una lucha muy pero muy pareja, más allá de que Borja jugó de entrada en las dos fechas iniciales de la Copa de la Liga.
Al cuerpo técnico y al plantel les sorprendió la actitud que tuvo Borja en Rosario el 23 de julio, cuando tras quedar afuera del equipo titular ante Central, posteó en su cuenta de Instagram una historia con la imagen de un emoji pensativo, como quien no entiende alguna situación. Al colombiano no le gustó nada que Demichelis lo pusiera en el banco de suplentes. Aquella noche, Solari y Rondón compartieron la delantera y ambos fueron de lo mejor de River en el 3 a 3 ante los dirigidos por Miguel Angel Russo: el ex ColoColo anotó dos goles y fue la figura de la cancha, y Rondón convirtió el restante.
En el regreso del equipo a los entrenamientos, Borja -arrepentido y consciente de su actitud fuera de lugar- le pidió disculpas a Demichelis y luego a todo el plantel.
Fuera de la lucha que sostienen dentro de la cancha y en los entrenamientos, tienen una gran relación: pidieron compartir la habitación en las concentraciones, escuchan salsa juntos y se alientan permanentemente. “No parecen competidores por un puesto. Son el más claro ejemplo de la lucha sana por un lugar”, argumentan desde la dirigencia y reconocen que Demichelis resolverá a último momento cuál de los dos jugará de titular el sábado ante Vélez, en Liniers.
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